Para poder ganarle a un problema de la vida que es el dolor infame que muchas personas buscan y no son capaces de liquidarlo, por compulsión, por adquisición enfermiza, por anestesia miedosa, por codependencia neurótica y por andar dormido. Es necesario despertar, limpiar y crecer.
Hoy 21 de septiembre es un día de las estaciones de la tierra: comienza el OTOÑO, en el hemisferio norte. Los vientos nos van a acompañar y sacudir los árboles para quitar las hojas y renovar la naturaleza. Aprovechemos para hacer un ritual con hojas secas y desprendidas, que las tenemos en nuestro carácter y renovarnos, limpiarnos, quitarlas de nuestra vida y crecer de otra manera.
Es el vacío y la carencia los que nos hacen seres lastimados por las durezas de la vida. Por eso es necesario Despertarnos, Limpiar y disponernos a Crecer.
Es muy importante dejar de lado que Tener y Hacer aumentan la fuerza del yo y lo hacen mas importante. Nunca será ser suficiente. Todo ser humano es insatisfecho, in-llenable, vive alcanzado porque nada ni nadie lo llena.
El dolor es devastador, incómodo y desgarrador. Todo dolor pide un abrazo sanador, un analgésico, un grito o unas lágrimas que curen la indisposición personal. Pero hay gente que el dolor lo continúa y no lo soluciona. Utiliza zapatos 28, cuando en realidad calza 36 y lastima los pies que no caben en esa talla donde pone sus pies de forma abrupta. Se causa dolor. Y el dolor doblega.
Todo dolor pide ser enfrentado, por salud mental. El dolor no es una IMPERFECCION de la naturaleza, es un síntoma de vulnerabilidad humana que nos transforma.
A raíz de la anatomía moderna, implantada en Italia a partir del siglo 16 se comenzó un estudio juicioso que nos ayudó a ubicar los diferentes órganos del cuerpo con el estudio de CADAVERES. y atisbar el dolor como un síntoma de enfermedad y sufrimiento que soportaba el cuerpo humano. Y luego vino el descubrimiento de la ANESTESIA en el siglo 19 y dio un vuelco mas lumínico a la medicina. Con el avance de los ANALGESICOS, pareciera que el mundo cambió y la relación con el cuerpo humano dio un vuelco fenomenal que transformó mucho la perspectiva del DOLOR.
El mundo moderno le ha ayudado al ser humano a MATEMATIZAR al cuerpo humano y dominar la ciencia. La CIENCIA, sale al encuentro del mundo que es modificable, estudiado, sometido a la razón humana. Es gracias a la Ciencia y a las Técnicas, que el humano se enseñorea en el mundo por sus conocimientos, investigaciones y estudios con alta logística y sabiduría.
La relación del hombre con la NATURALEZA se presenta como PARADOJICA. Por un lado, crece en el conocimiento y manejo de las técnicas, pero por otro lado el ser humano se descubre como vulnerable, misterioso, frágil y expuesto al dolor y la enfermedad.
Hemos sufrido varias humillaciones: no somos el centro del universo, sino que somos un corpúsculo pequeño girando alrededor del sol. Que somos evolución de animales y no una creación única y perfecta de las manos del Creador, sino una cadena que viene desde el fondo marino y llegó a una vida mamífera con simios como antecesores. La tercera humillación viene con Freud, quien nos advirtió que la vida no la vivimos plenamente consciente, porque hay otros dos estratos que son el inconsciente y el subconsciente que nos manejan por dentro haciéndonos cometer errores lamentables, y nos recuerdan pasados colectivos como lo advirtió Carlos Gustavo Jung.
La medicina estuvo estancada por falta de método. Por andar pegada a los estudios de Hipócrates, Aristóteles y Galeno. Por estudiar con el método de la analogía y con la anatomía animal. Pero últimamente se ha desarrollado gracias a que encontró un método avanzado debido a las propuestas de Heidegger.
El enemigo ya no es “EXTRANJERO”, sino nosotros mismos. El siglo 21, aprendió que el siglo 20 con las guerras y enfermedades no son un ÉXITO extraordinario del progreso médico, que ya no podemos burlarnos de la barbarie e ignorancias del siglo 19 y los anteriores.
Nuestro enemigo en salud, está en las calles contaminadas, en los hospitales y clínicas atemorizadas con enemigos de todo tipo, con misterios propios del ser humano lleno de atrasos, por la falta de agua potable en muchos rincones del mapa mundial, por los desequilibrios sociales, por la inequidad que hace brillar a muchos, pero hace desacreditar a tantos. Por los descuidos sociales que sufren las gentes pobres, por la corrupción y desgreño de los políticos, y la exclusión de los acomodados.
Es a partir del CADAVER como objeto de estudio, que nos dimos cuenta de miles de datos provocados por todo lo que alumbró el cadáver para aporte a la medicina. La iglesia prohibía la disección de partes del cadáver. La anatomía medica no podía tocar un cuerpo humano, para eso eran los carniceros y sepultureros. Qué triste.
A partir del libro monumental escrito en 1.543, por Andrés Vesalio, el padre de la anatomía moderna. Esta ciencia tomó otro derrotero y otro propósito.
Con el descubrimiento del MICROSCOPIO, en 1.665 nos pudimos asomar a los tejidos, células, y el mundo infinitesimal del cuerpo humano en sus detalles; eso hizo otro impulso a la medicina y los exámenes bacteriológicos. Pudimos ver bacterias, virus y células muertas. Primero Jensen y luego Leeuwenhoeck aportaron al invento sus observaciones y armamentos técnicos para elaborarlos. Juntaron de forma inteligente lupas y espejos para aumentar el tamaño de lo propuesto y poder asomarnos al mundo infimo.
Aparecieron nuevos SABERES, la epidemiologia, la cirugía, las patologías diversas, la microbiología, los estudios técnicos y científicos de cadáveres y cuerpo humano, fisiología, y demás estudios serios sobre cada órgano corporal sometido a la enfermedad y al dolor, el sufrimiento y el deterioro. Ya el cuerpo no es cárcel del alma, sino otra forma de relacionarnos con nosotros mismos de manera científica y humana.
Aparece el descubrimiento de la ANESTESIA, a través de William Morton, se consiguió por primera vez extraer un diente sin dolor en 1.846; este suceso va a cambiar la medicina, la cirugía, la clínica y demás tratamientos a cerca del dolor, transformó la odontología.
Surgieron el cloroformo, el éter y otras sustancias tranquilizantes y anestésicas que ayudaron en la practicas médicas y quirúrgicas. Pero surgieron todos los alegatos posibles sobre religión, moral, libertad, manejo del sueño y la privación a la que se veía sometida la persona en manos del médico, los recuerdos vagos que tenia de la intervención, la muerte en esos momentos de riesgo.
Con todo este caudal científico aparecieron muchas prácticas médicas importantes para manejar la CIENTIFICIDAD de la MEDICINA; tratamiento de abscesos, intubar sondas, manejo de dolores preventivos para cirugías, exámenes invasivos, tratamientos al cuerpo de forma directa. Drenajes exitosos e intercambio de órganos mas la capacidad de reemplazos que ayuden de otras maneras científicas y concretas. La anestesia cambió la vida de la medicina en dos; un antes y un después.
Unos años después en 1.857 consigue la humanidad científica las medicinas de morfina, anfetaminas, aspirinas, fenacetina, calmantes y otras fórmulas para ayudar al dolor.
Pero el MAL, esencial está dentro de nosotros mismos, llenos de DOLOR, DE ENFERMEDADES, DE SUFRIMIENTOS, DE ACCIDENTES Y EXPUESTOS AL DETERIORO.
Una maldad que se manifiesta en guerras, armamentos, inequidad social, groserías entre los seres humanos, mal manejo de la salud en todos los países, deterioro de las relaciones familiares, maltrato afectivo entre gentes, colegios llenos de vacíos y violencias, indiferencias y maltratos sociales. Injusticias y asesinatos por doquier. La maldad cabalgando por la tierra sin respeto alguno por la dignidad humana.
Por otro lado, campea en la medicina la UTOPIA de que la ciencia va a solucionar los problemas, que la vida está garantizada, que la muerte será derrotada dentro de poco, que podemos congelar cuerpos para cuando la ciencia avance un poco mas y descubrir algunos secretos que todavía están ocultos, podremos garantizar la vida de por vida.
El DOLOR crónico, el DOLOR consuetudinario nos persigue en todo cuerpo. Unos lo sufren de alguna manera y otros de otra forma. Hay dolores útiles y muchos son INUTILES.
Hay dolor agudo y perenne y otros aparecen de cuando en vez. El dolor nos doblega. Hemos avanzado mucho pero el dolor está incrustado en el cuerpo humano, aunque haya anestesia y medicamentos analgésicos.
La vida nos duele a todos. La Cruz en todas sus manifestaciones sigue apareciendo en todo humano y en todos los pueblos.
Que este Equinoccio del 21 de septiembre 2.020 en medio de este virus rebotado, suelto y asesino nos deje por un rato en paz y las gentes se cuiden a pesar de su embate furioso.
Cuidarse a nivel personal y familiar será una tarea en medio de esta pandemia peligrosa y traicionera que nos acompaña desde hace 6 meses largos en el mundo entero y que nos tiene asustados porque cambió la forma de vivir y comportarnos.
Un ritual con hojas nos puede acompañar hoy y ayudarnos a crecer de otra manera: RENOVANDONOS.
El dolor es un misterio en el cuerpo, hay que asumirlo.
En todas las culturas el DOLOR ha sido objeto de miramientos para curarlo con chamanes, magos, curanderos y brujos ayudados por ramas, medicinas vegetales y bebedizos que ayuden a disimular los dolores en el cuerpo. A eso había que añadir los rezos, los rituales y las ceremonias de sanación inventadas por los “médicos”.
Las guerras generaron el campo del mercadeo de manera asombrosa para curar el DOLOR. Casi que ahí arranca el despegue de los laboratorios farmacéuticos; poder vender pastillas para el dolor de todos los tipos.
Los cuidados por la SALUD y el infinito campo de los DOLORES, ampliaron el mundo de los medicamentos, los hospitales, la salud pública de los países, los afanes por la seguridad social que fue avanzando de a poco, pero con velocidades alarmantes.
Desde ahí todo comenzó para crear SALUD, como el ideal de organizar una memoria de bienestar mental, corporal, espiritual y saludable para garantizar en el ser humano, todo el vivir bien.
El gran fracaso de la ciencia médica, que prometió sanar y curar, que anunció la derrota de los virus y bacterias traicioneras, además de las dos guerras mundiales y la guerra fría que detuvo el progreso limpio del mundo son todas las nuevas enfermedades del siglo 21, llenas de incógnitas y preguntas, de tristezas por no poder afrontar la salud que libere al ser humano por todos los enredos de la salud social y la salud pública que no alcanzan a dar respuesta al humano en su enfermedad, por trastornos emocionales y llenos de peripecias políticas.
La fuente del mal no está en los demonios y causas externas NO. Nuestra fuente de enfermedad está en nosotros mismos, los genes enfermos y débiles que tenemos, en la cultura compulsiva que hemos construido para destruir, en la contaminación vergonzosa, en el mal manejo de la realidad, en el peligro de nuestros productos agrícolas que cultivamos, llenos de venenos y defectos. Aguas malsanas y descuidos de tóxicos con la tierra en todos los niveles.
Hoy nos abruma una nueva forma de enfrentar la medicina y es la alarma que prenden las cirugías y exigencias desastrosas de las propuestas del cuidado ESTETICO, que codician los seres humanos de forma desaforada.
Aparece un nuevo mundo de medicina que abre a la biología molecular, las alternativas de las células madre, el aviso de que todo puede ser curado con la medicina del futuro, que los dolores desaparecerán hoy o mañana, que nada se opone a la ciencia y la investigación en estos campos. Hay una utopía de que las enfermedades desaparecerán en unos años… lo mismo nos dijeron que los enemigos invisibles desaparecerían rápido gracias a los anti-bacteriales, antivirales y antibióticos para tratar enfermedades provocadas por bacterias, virus y otros bichos que nos atacan de formas desaforadas.
Los humanos cada vez nos apuntamos a enfermedades crónicas, de larga duración y acompañadas de diversos dolores. Infartos, cáncer, diabetes, presión alta, enfermedades respiratorias son las que mas causan muerte en el mundo. (el 69% de las muertes en el mundo, son causadas por estos items.)
¿Ante la pregunta qué es el CANCER? Tenemos todo tipo de respuestas pero que no curan. Algo fortuito, un problema genético, una aberración química en el sistema molecular y celular, una reacción psicosomática, un trauma de improviso en el cuerpo sin explicación o con múltiples causalidades. La enfermedad sigue siendo misterio.
Bienestar y felicidad se han ido convirtiendo en ausencia de dolor, enfermedades y sufrimientos. Sin esos componentes la vida va sobre rieles. Pareciera que los humanos caminamos hacia el “cero-dolor” y “nada de muerte”; ese sería el ideal: VIDA LARGA.
Todos tenemos una HISTORIA QUE NOS DUELE, y mas hoy en este mundo que vivimos de otra manera; llenos de vacíos existenciales, sorprendidos con utopías de vivir mas de 120 años y sin quejas ni inseguridades, que el progreso nos cobijará de todas sus formas y viviremos felices y sin ningún tipo de dolor.
A partir de Heidegger quien nos propuso una nueva manera de HABITAR EL MUNDO, amanecimos como con un intento de nueva visión; que la medicina de hoy nos anuncia un mundo sin dolor, que viviendo en este occidente desaparecerán por cuenta de la ciencia y los analgésicos que difuminarán el dolor cualquiera que sea. Que el mundo es ante todo una IMAGEN, al darle vuelta a la imagen todo se transforma, que todo es provocado por un “sinnúmero” de terminaciones nerviosas del cerebro, por lo tanto, imaginándome otra forma de vivir todo cambia y el dolor desaparece.
No hemos podido ni la ciencia, ni la medicina, ni los laboratorios especializados en encontrar un “remedio” para los dolores. La humanidad sigue sintiendo dolores intensos en su cuerpo y en eso otro que llamamos espíritu y la vida nos duele por encima y por dentro. El dolor cabalga por dentro y por fuera y aparece de improviso. Unas veces desaparece otras veces se instala como crónico y asola.
Parece que le medicina tendrá que abrirse a otras lecturas y ramas de las ciencias para intentar abordar el problema del DOLOR, como algo mucho mas profundo y no como SENSACION sino como EXPERIENCIA honda que nos acompaña y transforma.
La forma en la que el hombre decida afrontar su dolor, será la manera que tiene de asomarse al abismo del SUFRIMIENTO. Según sea la actitud de búsqueda de mitigar el dolor, será una respuesta personal en cada uno; unos pidiendo un abrazo consolador, otros un analgésico, otros un grito desgarrador, en muchos un llano desconsolado, los que sufren callados la derrota, los que recurren al alcohol y otras sustancias embrutecedoras para calmar el mal momento, los que significan que es falta de comunicación y recurren a la terapia amistosa.
Caminamos la vida con un dolor fortuito, con una herida abierta, con una lesión antigua, con un dolor crónico, con un desespero constante, con una sensación de vulnerabilidad, con un resquemor por dentro que no pasa, con una sensación de abandono, con una “separatidad” que nos acompaña y no disminuye, con un desamor que no se llena… y no hay calmantes, no sabemos dónde duele, no entendemos qué sucede, no sabemos dónde ir porque el dolor está repartido por el cuerpo y no sabemos de qué ángulo es la sensación.
Hans Blumenberg, nos habla que dolor, enfermedad, sufrimiento, accidentes y deterioro son la sensación limite a la que se enfrenta un ser humano en su existencia; eso él lo llama el ABSOLUTISMO DE LA REALIDAD. Cuando la realidad con estos elementos se impone, se manifiesta, aparece y disemina la vida con estas sensaciones.
Sufrimos porque existimos. Las realidades de la vida están compuestas de fragilidad, de vulnerabilidad, de vacío, de carencia, de dolores y frustraciones que nos acosan desde adentro y se manifiestan por todo el alrededor.
Vivimos la experiencia de absolutismos de REALIDAD, caminando por la existencia llena de peligros, de incertidumbres, de fragilidades, de amenazas por accidentes, de un universo inhóspito, donde la muerte nos sale por doquier.
Todo este dolor lleno de vulnerabilidad y fragilidad permite que cada uno trace un camino frente al ABSOLUTO, de manera diversa y un descubrimiento insólito: unos descubren un camino de soledad y vacío, otros un mundo de sordos y mudos donde no vale la pena ninguna pregunta porque Dios queda demasiado lejano. Otros descubrimos a Dios como una eterna pregunta para RESOLVER en la fe y la bondad, otros recibimos luces a toda hora para iluminar el camino y tener cada vez mas seguridades en medio de la fe llena de misterios. La vida es ante todo un camino ETICO, donde cada uno traza el sendero de preguntas y respuestas para resolver sus inquietudes o sus malestares y preocupaciones.
La Realidad se nos presenta CRUDA y PREPOTENTE, nos estrellamos con ella o ante silencios mudos o con preguntas agresivas sin obtener respuestas. Porque la magnitud del problema nos desborda, la intensidad del dolor no nos alcanza para comprender lo que sucede ante la Muerte y otras preguntas que nos asolan. El misterio humano lleno de dolor no lo entendemos, nos agrede. Y es desde la vulnerabilidad, la carencia que lo sufrimos, sin poder defendernos. La realidad casi siempre nos aplasta.
Hay momentos en los cuales el Universo y el Cosmos se presentan como muestras de la divinidad, de lo inconmensurable y prodigioso misterio, pero en otros momentos el Cosmos es un Caos indiferenciado que nos deja perplejos y en silencio, o con preguntas agresivas y sin interlocutor válido para conversar, porque o se oculta o no existe.
Esas inquietudes nos obligan a Cuidarnos cada uno a sí mismos, y Responsabilizarnos por los otros a quienes descubrimos frágiles y vulnerables, a la intemperie y vacíos. Ser responsables con ellos. Y a tener la humildad humana de no tener las preguntas adecuadas y por lo tanto la incapacidad de la respuesta en estas partituras de la vida caduca. O no hay preguntas válidas, o las respuestas son inentendibles.
El dolor cada vez hay que interpretarlo como un modo multidimensional, que agrava no solo lo físico sino lo psicológico y lo social. El dolor es multisistémico y descompensa mucho al ser humano que lo sufre.
Todo ser humano que sufre o siente algún dolor, necesita interpretar, diagnosticar, leer, descifrar todo lo que le ayude a salir de su problema.
El hombre vive el limitado tiempo de su vida como un DRAMA.
Unos seres humanos ven el mundo como un encuentro con la divinidad y el misterio, otros lo descubren como un objeto extraño, mudo, silencioso que no transmite nada, ningún mensaje.
2.
EL PODER DE LA METAFORA.
Cuando empezamos a vivir en la Tierra, el ser humano era cavernario, habitaba las cavernas, allí se sentía relativamente seguro, su espalda estaba cuidada, pero tenía la curiosidad, el hambre, el afán por la cacería y la pesca. Debería arriesgar. Al frente lo esperaba el valle con todas sus posibilidades, pero al mismo tiempo todos los peligros. Caminar sin tener unas cualificaciones especializadas de poder vigilar hacia atrás, sin poder tener velocidad de reflejos para mirar rápido hacia los lados, lo hacían presa de caer fácil como víctima de los enemigos. La falta de mecanismos adaptados para correr porque perdía ante animales muy veloces y devoradores, sin fuerzas para atacar ni mucho menos defenderse. Salir de la caverna y tener que ir al bosque a encontrar alimento, y en lucha desigual y penosa.
Por ser un ANIMAL SIMBOLICO, necesita mejorar su lenguaje, sus creencias, sus mitos narrativos, su capacidad artística, su armonía para vivir, su condición alimentaria, su cocina como forma de crecer y relacionarse, para retener y alimentar. Viajar para conocer, para comunicarse y mejorar sus experiencias, sus técnicas para trabajar, sus maneras de producir-cultivar como esencia personal y grupal. Tener que ser anfitrión y al mismo tiempo VISITANTE, tener amigos ir de visita, recibir a los amigos, ser educado, al mismo tiempo generoso y compartir alimentos y tiempos para poder CELEBRAR.
El mundo se le presenta como hostil y despiadado pero la seguridad de la caverna que remeda el HOGAR, le permiten adquirir reflexión necesaria para imaginar el mundo de afuera, y poder pintar el mundo de adentro. Dormir para soñar, descansar para recargarse. Soñar para imaginar y poder plasmar sus pinturas y decorar su hábitat.
El ser humano es un contador de cuentos y un DOLORIDO que habla o se calla según su carácter. Recurre a nivel colectivo a narraciones, mitos, leyendas, cuentos, historias, teatros, poesía y escritos de mil formas para disimular y contar sus dolores e imaginaciones múltiples y conformar la cultura. La humanidad ha recurrido a las religiosidades y cosmovisiones amplias para poder tener un horizonte alterno a su cueva o madriguera. Es el pensamiento cruel en la sabana o el valle donde vive en peligro.
El humano posee la PALABRA, como argumento de engaño para disimular sus dolores y penas, los puede utilizar como ardid y moneda de estafa o mecanismo de sanación según lo use como remedio y bálsamo legal, o como artificio de ocultamiento de sus realidades. Pero la palabra será el motivo mas que suficiente e inteligente que le permite expresarse y abrir la comunicación con otros semejantes y sufridos además de necesitados de comprensión y curación.
Según Blumenberg, el hombre se entiende a sí mismo, cuando avance afuera de sí mismo, cuando trascienda, cuando salga de si y se confronte ante otros que le sirvan de espejo. El hombre es un ser que cuenta cuentos para sobrevivir.
La vida amenazada por la MORTALIDAD, es posible vivirla de manera humana gracias a la narración que tenga de la vida, a los cuentos con los que soporta la existencia. El desconcierto ante lo inteligible y no entienda, el sufrimiento que le proporciona la intensidad de la vida, la “sinrazon” moral que sufra, la experiencia enfermiza de la vulnerabilidad humana todo eso es necesario iluminarla con el cerebro inteligente o con la docilidad amorosa que le ponga. La visita al especialista funge como CATALIZADOR, y la relación amorosa y respetuosa le ayudarán a sentir paz y humanidad a su dolor.
La medicina y los controles médicos serán una AYUDA muy importante para el ser humano que se encuentra frágil, vulnerable, en peligro. Los medicamentos y la visita operan como auxilio del ser humano en “peligro”. Ayudan en la soledad, fragilidad y vulnerabilidad.
Según como maneje la Palabra y la narración, será la dicha o el fracaso humano. Si la palabra anuncia su dolor y sus imaginaciones, su verdad y sus sueños le premiarán con la alegría de vivir, si recurre a artificios y engaños, lo sumirán en la tragedia de su enredo. La forma de narrar y el contenido de sus cuentos, son de muchas maneras la cosmovisión que tiene de la realidad, es el espejo de su manera de percibir el mundo. Su “filosofía” es la fuerza de su pensamiento y su horizonte de lectura de la vida. Esas narraciones de la historia que percibe le ayudarán a embalsamar las penas y tristezas de la vida, o aumentarán su desesperación y sinsabor de existir. Las metáforas y símbolos de la lectura que tengan le colaborarán a poner sabor e ilusiones.
Según como narre las artimañas imaginativas podrá vivir en la realidad o escondido en las rendijas de sus estadios psicológicos malsanos. Se cuenta la vida o se inventa artilugios para intentar superar los miedos.
Es en la capacidad de su retórica que el humano puede alivianar el peso de sus fragilidades, miedos y temores de la existencia cuando sea capaz de pronunciar sus ideas y sentimientos fuera de sí mismo para poder interpretarlos dentro de sí mismo. Rumiar en su caverna las experiencias del valle-bosque-planicie. Vivir afuera para poder meditar por dentro.
Distinguir exactamente entre el Logos y el Mito no es fácil, las narraciones míticas y las racionales se confunden. Contar historias sobre el mal, la muerte, el dolor, la tragedia, los sufrimientos, las penas, las alegrías y éxitos del ser humano en la Tierra son como parecidos según se cuente como historia profana o sagrada. Se cuentan historias para sobrevivir y alumbrar el camino en esta vida.
Los sistemas simbólicos transforman la vida humana; no solo le permiten narrar su dolor físico, sino que le ayudan a simbolizar de forma psicológica, social, antropológica, cultural los otros dolores que lo acosan debido a la soledad, vulnerabilidad y fragilidad llena de miedos.
Todo DOLOR es biológico, se centra en el sistema nervioso central atacado y tiene rasgos genéticos, pero posee otro sinnúmero de aristas no fáciles de dilucidar y de cuales fuentes comienza la dificultad, por toda la complejidad humana de tener otros sistemas psicológicos, antropológicos, espirituales, mentales y otros rincones específicos.
Por eso durante el siglo 20, los brujos, chamanes, médicos, terapeutas, psicólogos, “adivinos de la suerte” se posesionaron de unas citas sanadoras para muchos que recurrían a “DOMAR a la naturaleza”, sus fuerzas ocultas y la suerte negativa de las gentes, domesticar las energías sucias y fatales de los seres humanos que abundaban por todos lados.
Susan Sontag, escribe en su libro “El cáncer y las metáforas”, unos párrafos reveladores de muchas realidades; que según la narración que el paciente haga del cáncer, será la muestra del tratamiento; unos creen que es castigo, otros que es producto de la memoria genética, otros que es debido a la mala vida pasada y al descuido, otros que apareció así de pronto, es fortuito y sin razón ninguna, otros manifiestan ser una prueba de Dios y de la vida “militar” y debe aceptarla con obediencia ciega. Otros manifiestan un sino de la vida por mala-suerte. Según sea la narración de las metáforas hay que seguir un derrotero médico serio porque las enfermedades son una realidad sin explicaciones vanas y ridículas que los fanáticos siembran para tener derecho a un discurso asustador, castigador y limpiador de los rezagos de la vida.
Todo cuerpo con Dolor, deviene, retrocede, se vuelve un LUGAR INHOSPITO, con tendencia al caos. El dolor y la enfermedad hacen involucionar al ser humano. Toda crisis de dolor o enfermedad hace sufrir, es impedimento, es ruptura porque es aislamiento, incomunicación.
La vulnerabilidad es un suceso que ningún medicamento nos puede sanar, no quita el dolor y la sensación de fragilidad. La vulnerabilidad es la mas fuerte debilidad humana, y la esencia que nos hace humanos. Es enfrentándola que nos volvemos humanos, amorosos, comprensivos con el dolor. O nos encerramos en las trincheras egoístas, agresivas e inútiles. Morir en el sinsentido. Encerrarse en el mutismo.
El dolor-enfermedad, no permiten LENGUAJE, se limitan a un grito, a lágrimas, a lamentos, a silencios que de todas maneras dejan lejano la comunicación, la expresión y el lenguaje porque no dejan hablar bien.
El DOLOR es una experiencia limite física, emocional, existencial. Entre el dolor y la enfermedad se crea un éxodo, un tiempo esperanzador, una huida inevitable, es exilio que encierra y deprime, es un tiempo de cambios profundos.
La vida no consiste en evitar el SUFRIMIENTO, sino en aprender a vivir con EL.
El grito de victoria de la medicina contra el dolor por haber inventado la anestesia, el grito liberador de las cirugías especializadas, el intercambio de órganos, los trasplantes, las células madre que alimentan las utopías, la cirugía estética, el nacimiento de los antibióticos y muchas otras manifestaciones que la muerte está cerca de ser derrotada y el ser humano vivirá eternamente, no creo que sea posible: el ser humano es vulnerable, finito, carente, frágil ante dolores, enfermedades, sufrimientos, accidentes y el deterioro.
La historia sagrada cuenta lo mismo que la profana; se refiere al mal, al dolor, a la muerte, a las injusticias, a la violencia, las envidias, los celos, las venganzas, los asesinatos y los robos, a los éxitos, a las alegrías y tristezas que sufrimos los seres humanos en esta tierra repartida entre la caverna o la cueva-casa y el valle, el bosque y la sabana donde trabajamos y nos realizamos como laborantes y útiles, ganadores y productivos o fracasados, inconstantes, inútiles y haraganes. Desnivelados de la vida y seres bregando a ser coherentes. Los anónimos y destructivos y los líderes y que aportan a la construcción de la vida.
El DOLOR no es un acertijo para ser solucionado como problema para ser borrado, sino un MISTERIO incrustado en el cuerpo humano.
Puede que la muerte ocurra solo una vez a través de un suceso, pero la enfermedad terminal es todo un Proceso desgastante que va transformando al paciente y todo el alrededor.
La lucha contra las contradicciones se acelera; aparece la incomunicación y se borra el habla, pero por otro lado hay una Comunicación especial, se borra el sentido de vivir, pero trasluce otra forma de SENTIDO. La fuerza del dolor nos precipita a lo mas INTIMO. El dolor no se quita, pero se incuba por dentro de una forma serena.
Sufrimos porque existimos, porque todos tenemos una herida abierta. Y al final con el dolor las contradicciones se aumentan.
La vida es una lucha entre la paz y la guerra, entre vivir tranquilo y mortificarse con los problemas. Con razón, los griegos simbolizaban la Paz con vivir en Atenas y la guerra centrada en Troya.
Las guerras eran allá en la playa-mar-lejos y la paz la simbolizaban en la ciudad, dentro de las murallas de la cultura, del areópago, de la plaza, del ateneo, de la escuela, de los liceos de aprendizajes, del foro para discutir y legislar.
De todos modos, el dolor, lo acosará por dentro y por fuera, con respuestas y calmantes, pero al mismo tiempo sin remedio y con angustias por doquier.
Dolores sin interpretación y respuestas. El dolor, mas la enfermedad nos transforma y avisa que somos frágiles y vulnerables, y estamos llamados al Morir y desaparecer con la Muerte.
21 de septiembre, día de otoño. 2.020
Muchos dolores nos cambian, otros son inútiles.
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