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Foto del escritorEl Camino del Yak

Revisión al final de la vida

(vivir sin permiso es diferente a vivir con permiso).


La confesión posee unas ventajas excelentes de terapia personal con unos procedimientos que permiten conversar algo guardado y que nadie sabe de su trasfondo personal.


A lo mejor ya han pasado años de aquel evento y a usted lo mortifica en su conciencia. O no es un suceso sino una serie de acumulados que van minando el interior personal, angustiando de alguna forma.


Es verdad que la confesión se vio sometida a una serie de inconvenientes monstruosos que arruinaron el encuentro. Ha tenido demasiados obstáculos y hoy como que no se sabe sus beneficios en medio de tanto inconveniente. Al margen que los sacerdotes cometimos demasiadas injusticias que las gentes no olvidan, recuerdan con dolor y además se han encargado de regar el maltrato.


Fuera de esto, el olvido de nuestra vida hizo hacerle el quite a esta práctica que debería ser sanadora, pero se convirtió en algo caduco y obsoleto. Un ejercicio lleno de inconvenientes, que ayudó poco.


Mas allá de todos los inconvenientes causados, es hora de tomar conciencia en cualquier recodo del camino y arrimarse a limpiar el pasado, que de muchas maneras pesa e incomodan los atropellos anteriores.


Aquí ya no hay CULPABLES, aquí solo estoy YO conmigo mismo. Mi pasado que me acusa, mi historia que me avergüenza.


Es como hacer un examen de mi vida y ponerme en paz no solo conmigo sino con los demás a quienes he herido, maltratado, ofendido, violentado.


Hubo una época en que la astucia me hizo fuerte, que la inconsciencia se desbordó, mi codicia se apoderó de lo ajeno, mi orgullo me traicionó en muchas jugadas de la vida y seguí de largo. Maltraté y atropellé gente. Es hora de un examen serio para sentir el perdón. Deambulamos sin ETICA. El PODER, me volvió soberbio y prepotente.


VIVIR SIN PERMISO, así vivimos mucho en la primera etapa de la vida. Pero hay que conseguir el VIVIR CON PERMISO, como una manera de legitimar la existencia. Hacerse visible y legal. Ordenar la vida. Ser persona. Adquirir la “ciudadanía” de vivir en esta Tierra. Cumplir con las normas, las pautas, las leyes, asimilarlas no verlas como estorbo. Ser una persona ética. Con limpieza de conductas. No vivir de la astucia.


Los SECRETOS son secretos, mientras usted los conserva como algo íntimo-personal, pero resulta que con el tiempo se vuelven poco sanos, se pudren por dentro, nos empujan a contarlos. Los secretos se convierten en CULPAS espantosas que acosan. Porque los secretos se juntan con otros tres vecinos: errores, frustraciones y fracasos. Y estos juntos son una maquina “tragamonedas” que nos arrojan hacia adentro, causándonos mucha zozobra e inestabilidad.

2.

Voy a seguir una ruta como de zoológico que nos lleve por una línea orientadora: toro, león-leona, ganso, búho. Águila.


Al tomar algunos sesgos de cualificaciones, lo hago como sentido concreto de algunas notas para ayudar en la identificación, es simplemente una manera de esculcar dentro del interior de cada uno y ayudar a explicitar.

Photo by Hans Eiskonen on Unsplash

La etapa de TORO, es indistinta para mujer y hombre. Es aquella época de olvido de Dios, de abandonar los principios y leyes, la ruptura con la vida en todos los sentidos. Coincide con aquella etapa de la vida donde para crecer yo, no se necesitan a los otros. Para ser importante, los demás deben disminuir. Que yo me voy apoderando del mundo, y los otros estorban. Soy dueño de la vida. Hasta mis padres y familiares, son obstáculos para mis metas. Quítense, que voy para adelante y me llevo a todos. No respeto a nadie. Soy como dueño del mundo.


Etapa de maltrato a los otros, codicias por todo lado, ensayos agresivos para saquear a los otros de mil maneras. Irrespeto y altanería por doquier. Errores y horrores fantoches. Olvidos de lo ajeno por dedicarme a mis curiosidades, caprichos y juguetes propios. Manipulación, egoísmo, maltrato, indiferencia, ausencia, olvido, primero yo, los demás después. Astucia, ante todo mi astucia.


Para Dios no hay tiempo, ni recuerdos. Dios sobra, solo yo existo. Es una época caprichosa llena de actividades de todo tipo y no tengo tiempo sino para mí. Placeres, Poder, Gastar. Viajes y conjugar el tiempo por sí mismo. Poco compartir con otros. Me muevo en mis caprichos, deseos, gustos personales. Codicias y lujurias. Placeres y punto. Comodidades y nada mas. Yo solo en el mundo y a quien quiera invitar-disfrutar. El mundo lo vivíamos SIN PERMISO.

Photo by Joshua J. Cotten on Unsplash

Poco a poco hacia los 35,40 años aparece un comportamiento de PAREJA, aprender a vivir en equipo-familia. Dedicarle tiempo y afectos, responsabilidades y tareas a la pareja y los hijos. Ser servicial con la familia extensa. Inscribirse como cuñado, yerno, nuera, tío, familiar con un grupo mas grande y allegado que por decisión adopto de forma personal.

Es la relación León-leona, donde aprenden a vivir juntos, a co-equipar la vida, a tomar decisiones conjuntas, a preocuparse por los demás. Ya no son mis gustos sino el bien común. Es hablar y escuchar. Es compartir los tiempos con los demás miembros de la familia.


O por el contrario son las decisiones de solitario, el arremeter contra los otros, dejarlos solos, tomar determinaciones personales. Decidir por sí mismo sin tener en cuenta a los otros. NO consulto nada y atropello a otros. Aprendimos a pedir PERMISO a la vida y respetarla.

Photo by Carter Caroline on Unsplash

Mucho mas tarde va emergiendo el Ganso. Una manera de estar PRESENTE en casa, de generar seguridad a mi familia. El ganso está ahí, cuida, anuncia que está presente, no se vuela, acompaña, pueden contar con él. Es muy significativo cómo los gansos en las fincas, ahí están, no huyen, manifiestan su presencia. Dan vueltas por el lago y cercanos de la casa, siempre están allí. El ganso es presencia afectuosa. Su armonía, invita y sosiega, acompañan.

Photo by Agto Nugroho on Unsplash

El BUHO, aparece con el tiempo y la madurez. Búho es asesoría, consejería, escucha, consejo a tiempo y oportuno. El Búho, estudia. El búho es sabiduría, el búho sabe dónde estar sin anunciar que es el único sabio. Búho es humildad y firmeza. Búho es consejero en la familia y luz en los momentos de oscuridad. Asimilamos la Presencia y pedimos PERMISO para vivir.


Photo by Mathew Schwartz on Unsplash

Por allá al final de la vida nos acercamos a la espiritualidad, a la trascendencia, a la cercanía con Dios como presencia fundamental. Es el desarrollo de la etapa mística, de la claridad mental y espiritual. Dios brilla en el horizonte e ilumina todo el alrededor. Es la etapa de vivir AGUILA. Vivir una conexión con Dios fuerte. Es percibir el regalo de Dios que invade, que irrumpe. Dios que se manifiesta a toda hora.


Es vivir en una gran consolación, pero en medio de soledades purificadoras y transformadoras. Las alas se despliegan en oración, silencios, servicio, compañía, alimentación, perdona a los demás necesitados. Es una época pacífica y alentadora. De serenidad y sosiego. Desprendimiento de las cosas, cercanía con la muerte, preparación para la curva final.

Este análisis del zoológico humano que diseñamos para vivir nos acerca a un esquema vital que pudimos haber vivido en el desarrollo de nuestra vida. Nos prepara para una revisión final para preparar el ENCUENTRO consigo mismo y pedir perdón propio y a todos los demás que herimos y maltratamos con nuestras conductas.

Está hecho en forma de listado como para que tomemos conciencia de los errores, horrores, maltratos que generamos y sembraron dolor entre los demás.

Ojalá estos párrafos nos ayuden a aclarar conductas cometidas y que nos enredaron el pasado, y otros animales nos hayan centrado en comportamientos de vida, muy importantes para existir con panorama amplio de movernos por la existencia. Que cometimos y que realizamos durante el pasado.


La vida es todo un panorama de revisión continua para aprender a vivir en EXAMEN DE CONCIENCIA, y afilar la finura de vivir en presencia de Dios. Asumimos que a la vida se le pide PERMISO, para vivirla.


3.

Al margen de que hay Dios, yo quiero enfocar un análisis de su vida como un camino de construcción como PERSONA, es una forma de chequear cómo ha sido mi camino que mas o menos se puede dividir en tres fases:


1- Etapa de preparación- irrupción-crecimiento.

2- Etapa de tomas de conciencia y reflexionar lo vivido.

3- El final cuando pasamos de “Vivir sin permiso” a Adquirir el Permiso. Etapa de desprendimiento, de preparar el pasaje del viaje.


Incluso la vida pueden ser dos etapas largas como de 70 años la primera y de 20 la segunda. Los primeros 70 años son para estudiar, situarse en la vida, trabajar, ganar y hacer una serie de actividades que nos satisfacen por todas las fronteras. Ganar, gastar, viajar y ahorrar. (invertir)

Photo by Jovyn Chamb on Unsplash

La vida es como construir con la personalidad llena de bondad un templo armonioso, confiable, cariñoso, responsable, que genere respeto y dignidad. Que haga brillar la vida de palabras y hechos, que los demás sepan a qué atenerse. Construir un TAJAL MAJAL.


Hacia los 70 comienza otra etapa llena de frustraciones, fracasos, culpas, errores y horrores que nos avergüenzan de muchas formas. Se van juntando con las enfermedades y sufrimientos que nos acosan. Es un destapar la CONCIENCIA, que quiere aflojar y salir a la luz, algo así como arreglar las cargas del pasado y hacer las paces con la vida, después de tantas jugadas tramposas que hemos hecho. La fragilidad y las enfermedades nos van doblegando, quizás sea el anuncio de las curvas y rectas finales.


Algo así como revisar que la historia la contamos a nuestra manera para quedar bien, que los éxitos fueron todos nuestros, los errores de los demás. Que contamos los cuentos desde nuestra perspectiva. Que fuimos ganadores de medallas de hojalata y trofeos sin mucho mérito.


Ahora es muy importante la SINCERIDAD TOTAL, ya no hay a quien mentir sino el filo de la verdad para no irnos a caer. Hacer un recuento de nuestra vida y todo su camino, analizado con lupa para no seguir cometiendo errores y artimañas. Los últimos 20 años son para pagar PEAJES, contar la historia sin acomodos, hacer un análisis en torno a la confesión si la queremos hacer. Si no hacemos CONFESION, por lo menos “VIVIR PARA CONTARLA”, y “CONFIESO QUE HE VIVIDO”, para seguir las máximas de García Márquez y Pablo Neruda.


Cuando vamos escuchando que los amigos y compañeros de vida, van muriendo algo nos dice la existencia: que el próximo puedo ser yo mismo. Que, si están vendiendo flores en las cercanías, algún ramo de todos me tocará para el entierro y la honra de mi persona.

En los velorios y entierros nos vamos juntando para preparar la DESPEDIDA. En ese campo de batalla falta nuestra tumba con toda la memoria personal, que nos recordarán algunos vivientes.


Reconocer que abusamos del Poder y aplastamos, Valer y nos creímos mas que los otros, Tener y dilapidamos, Saber y humillamos a nuestro alrededor. Fuimos como faraones llenos de autoridad portentosa para endiosarnos. Al final quedaron los rezagos de la muerte.

Photo by Rianne Gerrits on Unsplash

La CONFESION es ante sí mismo, los demás a quienes hemos herido y maltratado, ante el mundo con quien hemos cometido tanta injusticia y por último si hay FE, con Dios por no haberlo reconocido como Padre Creador, y nos hemos atribuido la VIDA, como si fuera nuestra-propia-personal. Creímos que no le debíamos a Nadie, nada.


Confesión es reconocer que tenemos unos secretos que nos hacen sentir mal, que nos acosan por dentro, e incluso son fuentes de cáncer y enfermedades ocultas. Vivir y sufrir el desamor, el odio, la tristeza.


Ese haber vivido con autonomía la vida y sobre todo con perspectivas de potro salvaje, nos hizo cometer errores por todos los costados y eso nos desvío de la realidad y su camino real. Fuimos SALVAJES.


Es hora de recorrer los pasos, los peligros donde anduvimos, las cornisas que trepamos, los abismos donde nos metimos para hacer un análisis o recorrido de todo lo que expusimos la vida y sus enredos. Revisar los cañaduzales por donde nos escondimos para hacer trampas y pilatunas. Tanto guadual que pernoctamos y tanto terreno movedizo que nos ocultó mientras hacíamos la trampa.


Ver la mano de Dios en esos peligros llevándonos de su mano y pedir perdón por tanto riesgo barato que gastamos.


Curvas del camino al borde de la muerte. Peligros y juegos de ruleta rusa, lleno de trampas y escondites. Desorden total, vida al revés. Plan torcido. Comportamiento inútil y sin sentido.


4.

Hacer un recuento de la vida y todos sus recovecos, para vivir en paz y perdón, en sosiego y serenidad. Hacer una contabilidad de la existencia y terminar en paz consigo mismo, con los otros, con la vida y con Dios, cualquiera que sea su Presencia entre nosotros.


Los 10 mandamientos los fui tumbando como botellines de bolos uno a uno a medida que fui creciendo y tomándome confianza en TRANSGREDIR, las leyes con mi prepotencia, orgullo y codicias.


Mentir, enredar, asaltar la bondad de otros, manipular, robar, apoderarme con astucia de bienes ajenos, justificando que era mi trabajo, acabé con la honra del que me incomodaba, lujurias de todo tipo, sexualidad y genitalidades desbordadas a mis gustos, irresponsabilidades y juegos con la vida de todo calibre. Matar, violar, abusar, acosar, humillar, hacer sentir mal a los demás. Atentados contra la vida y sus reglas. Abusos de la salud y de las energías. Deshonra de mis padres y familiares. Promesas incumplidas.


Palabras rotas. Usos y apoderamientos. No maté, pero tuve sentimientos obscenos. Enredos con apropiación de dineros (corrupción). Indelicado con movimientos que perjudicaron a otros. Matar o mandar a matar.


Olvidos de la vida con sus seriedades. Juegos tramposos para sacar ventajas. Astucias infinitas con tal de conseguir la meta. Cadenas de errores, horrores, faltas y torpezas. Pena por tanta falla cometida en el trabajo y en la casa. Caminar a espaldas de Dios por caminos inseguros como desafiando la existencia. Trampas y negocios oscuros que solo la vida sabe y puedo contar. Atentados contra la vida. Malos pensamientos obsesivos y dañinos.


Obsesiones y fijaciones con otras personas.

5.

Hay una parábola de la vida, representada en un libro fabuloso con aire de novela, escrito por Ernest Hemingway, un gringo que escribió y vivió en Cuba, con una vida desordenada, en torno al alcohol y la vida licenciosa. Novela llamada: “El viejo y el Mar”. Es como una autobiografía de todo su dolor y frustración. Exponer la vida al arrepentimiento y al perdón.


Una parábola de la vida: Narra el libro la vida de un pescador que está muchos años sin pescar nada, salió 84 días seguidos a faenar sin lograr objetivo. El día 85, madruga mas y hacia la media mañana consigue pescar un MARLIN, grande. Y comienza la pelea por atraerlo. Incluso lo lleva mar adentro y de forma peligrosa la fuerza del pez. Peleó y luchó por que, no se le fuera a zafar. Hacia la media tarde, descubrió que el pez pesaba menos. Pero vinieron una serie de constataciones: los tiburones habían comido algo de la carne del pez-Mariner y por eso era liviano. La sangre alborotó tiburones que se arrimaron al festín.

Después de ingentes esfuerzos logró atar al pez al bote y emprendió el regreso a casa. Haciendo planes de lo que iba a hacer, con la venta de la carne, mas la ayuda que le iba a dar a familiares y vecinos. Llegó con el esqueleto y sin esfuerzo alguno en carne. Así es la vida, después de tanto luchar la existencia, pescamos una gran presa y todo se pierde en la lucha contra las realidades.


Confesar es un ejercicio de reconocimiento de nuestra vida con todas sus luchas y sufrimientos, con todos los errores y fallas que tuvimos durante la existencia. Reconocer lo que hicimos y adjuntar los enredos que hicimos en el mar, las playas y durante la pesca.

La vida de cada uno puede ser el canto a un ser humano que combinó las derrotas con los triunfos, los logros con las vergüenzas. Nos queda la responsabilidad y algo de lo que dejamos, nos recordarán por la bondad enredada con actos torpes y egoístas. La vida se columpia entre actos bondadosos y errores abismales que nos apenan.

6.

“Vida no me debes nada. Vida no te debo nada, me puedo ir en paz”. Poesía de Amado Nervo, un mexicano poeta moderno quien despidió la vida en nombre de todos.

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

Porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.

Porque veo al final de mi rudo camino

que yo fui el arquitecto de mi propio destino

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas

fue porque en ellas puse la hiel o mieles sabrosas,

Cuando planté rosales coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno,

Mas tu no me dijiste que mayo siempre era eterno.

hallé sin duda muchas noches largas de mis penas,

mas no me prometiste tan solo noches buenas

y en cambio tuve algunas santamente serenas.

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz

¡Vida, nada me debes!

Vida estamos en paz.


Para acompañar el final del camino a quien quiera.

Recuerdo de un VIRUS espantoso que nos inundó el mundo enfermo.

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