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Foto del escritorEl Camino del Yak

La Resiliencia, es como el camino de metamorfosis para vivir.


Photo by Suzanne D. Williams on Unsplash

Confieso que la psicología ha ido cambiando. Creía que las líneas directas entre ausencia y desarrollo no eran influenciables. Que los dolores se quedaban incrustados de por vida. Que los cambios no eran posibles, o demasiado demorados. Que los sufrimientos atroces, provocaban unas parálisis enfermizas entre los sufrientes. Que las catástrofes de la violencia en todas sus manifestaciones, se quedaban de por vida en formas de heridas y cicatrices.


Pero al descubrir apartes importantes de esta nueva ciencia llamada: RESILIENCIA, he despertado a los panoramas tan especiales que pintan quienes han sufrido mucho y sin embargo han hecho la metamorfosis de sus cambios. Sería grosero de mi parte negar tanto cambio, transformación, y superación de millones que sufrieron y se reorganizaron mental y espiritualmente, gracias a todo su empeño. Memorias hay por montones, son un monumento vivo a sus dolores y sufrimientos, sus vidas nuevas huyeron de campos de exterminio no solo en la Alemania nazi, sino en miles de hogares violentos, donde nacieron, crecieron, sufrieron y se superaron.


Era un pecoso pelirrojo, niño rodeado en dos habitaciones de su abuela con cáncer, un perro, su padre alcohólico. Se levantaba temprano y preparaba los alimentos para todos, bañaba a la abuela y la dejaba de mejor semblante, le servía de comer al perro y salía para el colegio a estudiar, señalando con una mirada fría a su padre desmadejado de cualquier forma en una cama sin conciencia; por las noches regresaba, y hacía los oficios varios y luego estudiaba hasta terminar sus tareas. Así por varios años.


Cuando estaba pronto a terminar sus estudios de colegio vivía preocupado por esos tres seres que le quitaban la energía. En esos días había sido invitado a unos grupos de arte, de armonía natural, para compartir con otras personas sobre la belleza de la vida en la que se fue llenando de optimismo y emociones nuevas. Podía escuchar visos asombrosos y opinar sobre sus descubrimientos.


Le preocupaba mucho su presente y su futuro. La resiliencia le mostró otros aspectos de la vida, murió su abuela, el perro huyó de la casa enrarecido por la tristeza y el padre fue atropellado por un coche, cuando en estado de embriaguez, tropezó en la avenida y murió.

De un momento a otro cambió el panorama, del pelirrojo pecoso. A punta de actos resilientes, le ganó a la vida. Hoy es profesor de lenguas modernas y asiáticas.


2.

No es lo mismo nacer que venir a la vida. Hay una diferencia, nacer es el parto en sí, pero ser traído a la vida, comporta toda una serie de eventos de ser bienvenido a la tierra por nuestros padres y los familiares. Los dolores de la gestación, pueden cambiar en el nuevo útero, que es la tierra y ésta nos da las fuerzas a muchos para hacer los pasos de la resiliencia. Dar a luz, no es suficiente, lo importante es hacerlos nacer a la vida, inscribirlo en la tierra.


Aunque es evidente que el embarazo no es enfermedad, ni mas faltaba, si complica la vida de la madre y del padre de manera significativa. Las madres en gestación un 33% son sanas durante esos meses, pero el 10 % sufren trastornos notables, el 25% manifiestan patologías asociadas con el evento y otras 30% sufren estados angustiosos, obsesivos y moribundos.

Cuando una madre provoca síntomas de estrés, hace que los filtros de la placenta sean permeables y muchas moléculas se complican agrediendo al bebé. Esto puede provocar abatimiento, agitación, gritos y movimientos abruptos, frenetismos, estadios silenciosos o apáticos. Los bebés, difíciles son el 5% de la población que nace. Son de mal humor, despiertan alterados y sin reparación en el sueño, se irritan con cualquier cambio, se sienten mal. Todo provocado por tejidos prenatales penosos. Todo lo dramatizan y son ansiosos permanentes. Muchos de ellos son excesivamente dinámicos, inquietos y activos. Tiran de los manteles, meten los dedos en agujeros peligrosos y se lanzan sin temor por las escaleras sin ningún asomo de prudencia. Aventureros por arrojo a todo lo peligroso. Muchos de ellos poseen mas tarde rechazo por todo el entorno. En el colegio donde es necesario estar quiero y concentrado, arman revueltas, indisciplina e inadaptación.


Todos estos sufren de violencias parentales que no solo no acompañan, no alimentan, no ponen atención, no generan presencia, no reconocen al otro como PROJIMO, sino que lo aíslan como extraño. Son muy poco “reconocidos”.

En 1.923 nació una niña, en el Flower Hospital en plena marginalidad una hijita despreciada por su madre, quien acababa de llegar inmigrante de Grecia. Su padre no la registró a tiempo. Fue creciendo en medio de dificultades, soledad y muchas carencias hasta que algún día brilló: María Callas la gran artista para el mundo. Pero tuvo dolorosos episodios de bulimia para llamar la atención de sus carencias afectivas. Pero bastaba con el tiempo, el mundo fabuloso de la Opera, para estimular tanto vacío y” plenificar” todos sus éxitos.


Todo recién nacido descubre la atracción por un triángulo majestuoso que le va a generar un vaivén misterioso para moverse y tener pulsiones a conocer y adaptarse con la realidad. Es con ellos que firma un contrato de crecimiento-desarrollo y armonía espiritual.

Es en el respeto, la autonomía, la admiración por cada rol que puede crecer el recién-nacido. Es muy importante hablarle como “adulto”, nada de monerías exageradas, ni mimos contraproducentes y retardatarios, que confunden al niño porque descubre a la larga un comportamiento de “payaso” en sus padres.

3.

Temperamento y carácter son componentes de la misma persona, descritos por la psicología y difíciles de disociar. Carácter es el sello personal.


Temperamento es el funcionamiento de las glándulas endocrinas y el sistema nervioso. Para esto del temperamento, todavía es vigente la catalogación que hizo el viejo Hipócrates hace siglos: colérico sobresale la bilis amarilla, melancólico es de bilis negra, flemático salta la flema y sanguíneo prima la sangre.


Personalidad es la manera, como reacciona a los estímulos externos. Es la forma como nos hacemos ciudadanos. La educación asumida para actuar de forma correcta en su medio ambiente, sus comportamientos y conductas. La personalidad es la organización de emociones, cogniciones y conductas. La personalidad contiene pensamientos, conversaciones, sentimientos, acciones y reacciones ante las realidades de la vida.

Que de muchas maneras se manifiesta con 5 aspectos singulares: Estabilidad emocional para aceptar y animarse a vivir con cambios bruscos, (el contrario es el neurótico que se fija-ancla en la vida). Extraversión para vivir experiencias estimulantes, abrirse hacia el afuera. Apertura para probar experiencias nuevas. Amabilidad para ayudar y servir a los otros, con respeto, humildad y cercanía. Responsabilidad para aceptar compromisos y cumplirlos. Ser cada día coherente entre decir y hacer.


Muchos científicos dedicados al trabajo con animales (primatólogos, ornitólogos, domadores del afecto con fieras) han desarrollado que figuras afectuosas imprimen un gran carácter en bebés huérfanos que les consiguen sustitutos. Estos animales sin afecto, logran buscar el alimento, protección, seguridad con las figuras reemplazantes. Podemos investigar que hay 4 tipos de relación de apego: Seguridad, Evitación, ambivalente y desorganizada.


El apego de seguridad es el fundamental: disfruta la presencia de la madre-padre, explora, se ausenta, regresa y pide los estímulos gratificantes.


La evitación, esta ahí, pero siente lejanía, no reconocimiento, alteración e incluso rechazo.

Ambivalente, es todo un vaivén de sensaciones agradables, desagradables, castigadoras, insensibles, manipuladoras, controlantes.


Desorganizada, es todo un tsunami de agresiones, ruidos internos, desórdenes exteriores, terrores sueltos, miedos constantes, maltratos, indiferencias, silencios, descalificaciones y violencias descaradas que no atraen, pero fijan-anclan-paralizan.

4.

Puede haber un triángulo peligroso: hijo víctima, padre o madre bruja y el otro un ángel. En una lucha intestina y vergonzosa de competitividad descarada para ver quién manipula y seduce.


Ante un síndrome (Lesh-Nyhan) producido por un gen que bloquea al ácido úrico, y genera una serie de conductas desastrosas; se muerde a sí mismo, a los otros, se golpea la cabeza, se tira al suelo y arma pataleta. Otra enfermedad puede ser los huesos de cristal, llenos de lecturas dolorosas, por creer que sufrió alguna violencia intrafamiliar, y no, los huesos son tan frágiles que se rompen al estornudar.


Y quien esté cerca es sospechoso como brujo por el ángel. Este triángulo es muy desvalijador entre padres e hijo. Comete muchos fallos y genera muchos dolores.

Nota: homocigóticos son dos gemelos idénticos. Los dicigóticos son dos gemelos diferentes. De huevos diferenciados. (falsos gemelos).

5.

Metamorfosis de la mariposa.


Todo el mundo del niño cambia cuando habla, se expresa. Todo trauma cuando se verbaliza, empieza a cambiar. Hablar ya es la mejor manera que posee el ser humano para empezar a manejar el dolor y transformarse con la Resiliencia. Por eso es tan importante trabajar la actividad NARRATIVA, contar historias, hacer teatro, subirse a las tablas y expresar el dolor. (dibujar es muy importante), para darle forma a los dolores y traumas.


Todo choque procedente del exterior provoca una ruptura. Es necesario narrar lo ocurrido, bregar a sacar el dolor o trauma interno para que se deposite afuera. Todo dolor nos afecta y reacciona con apegos ansiosos. Se aferran al objeto y no pueden despegarse de él. Toda muerte es SEPARACION dolorida y crea usencia.


Armenios, afganos, tailandeses, camboyanos, pakistaníes, kurdos, judíos, malayos, palestinos, vietnamitas, tutsis y hutus en África, en la zona de Kosovo y Albania han recurrido a las terapias, teatros, narraciones, cuentos, para sacar dolores colectivos y sanadores.


Cualquier dolor-trauma-violencia recibida es necesario repararla, nada es irreparable en psicología. La resiliencia es la medicina para todo dolor, trauma y cicatriz. Permitir el relato, escucha con atención, sanar con la reparación, acompañar el ritual, todo eso es fundamental. Todo trauma se adueña de la conciencia, no permitiendo reaccionar bien ante la realidad. Todo relato por fuerte que sea, pone de manifiesto que hay superación, que hay un sujeto que vive y superó el dolor-trauma. Que alguien que estuvo a punto de morir ahora es representativo tiene una vida propia. Un trauma me puede mostrar la capacidad de vivir como HEROE. Las carencias me pueden atisbar otro panorama y conseguirlo.

Las delincuencias brotan porque “las víctimas” de las realidades crueles no han podido, querido y sentido la necesidad de hablar. Entran en lo que se llama DELIRIOS solitarios, teatros silenciosos donde el paciente herido rumia su dolor y no lo manifiesta.

La historia de cada uno en su dolor, no es profana, es ante todo un suceso SAGRADO, y puede ser respetado, admirado y un impulsor para los demás, para que ellos logren salir de su carencia-dolor-agresión incubada.


Hablar provoca un pasado-pensado y narrado, sale de la oscuridad y de mi intimismo solitario que carcome.


Escribir, hablar, dibujar, narrar, contar, cantar, danzar, bailar, ponerle música al dolor son aspectos claves para elaborar unos caminos de resiliencia y volverme héroe de mi propia vida, tan necesario para “reparentar el dolo-trauma recibido”.

Reparar con un ritual hace necesario que se cicatrice el trauma padecido.

Abril 10 de 2.018

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