14 de junio de 1.942 comenzó el diario ANNA FRANK, día de su cumpleaños. Ayer estuve en casa empollando mis tribulaciones, que triste que una niña como miles de colombianos estén en casa empollando sus tribulaciones, dolores, angustias y las incertidumbres.
“Tengo 13 años y me siento muy sola”, frase fulminante para expresar el primer sentimiento en su cumpleaños. Tengo padres querendones y amorosos, y unos 30 conocidos, pero me siento sola. Con muchas de ellos bromeo y cometo disparates. Me es imposible expresarme con ellos y me siento abotonada. Quizás esta falta de confianza sea falla mía. Este diario no es solo para anotar hechos, sino quiero que sea mi amiga y desde hoy llamará KITTY.
Los judíos teníamos que portar una estrella amarilla como distintivo, y comprar solo en tiendas de nuestra raza de 3 a 5, en la tarde todos los días. No podíamos salir de noche ni frecuentar algunos sitios públicos, era prohibido. Cada vez las prohibiciones eran mas arbitrarias.
Anna escribía en forma de diario como para tener la forma de narrar y de desahogarse de sus problemas, ideas, sentimientos confusos que percibía y no entendía. Su diario era el otro-yo para conversar.
Sus padres trasladan la familia de Alemania hasta Ámsterdam en Holanda en busca de nuevos aires, ya que la Alemania de Hitler se revolcaba en épocas tormentosas, cosa que se extendió a los Países Bajos. Vivían en un edificio de 4 pisos, pero por detrás habían organizado un escondite para evitar la supervisión constante de los nazis, quienes perseguían a los judíos por cualquier causa.
Anna tenía una excelente relación afectiva y admirativa con su padre, en cambio con la madre las relaciones eran tensas y contrarias por la rebeldía. Todo esto lo manifiesta en la narración del diario.
Cuando fueron llevados al campo de concentración, fueron separados mujeres de hombres perdió la conexión con su padre, lo que le dolió mucho y la hizo mas rebelde y llena de dolor-agresivo.
Vivían 8 personas hacinadas, de temperamentos disimiles y chocantes, según la narración de Anna. Pedantes, tímidos, agresivos, invasivos, difíciles de comprender, complicados para convivir y egoístas.
El diario es escrito entre 1.942 y 1.944 cuando fueron deportados a Polonia. En el diario cuenta sus dificultades amorosas, las tensas relaciones con su madre, el despertar de la vida, las peripecias de vivir escondida, la incertidumbre de estar encerradas y no saber el negocio de su padre como iba a sostenerse. Las tensas dificultades de convivir con desconocidos y ocultos de los personajes.
Cuenta las dificultades de la comida repetitiva, las miseras de la convivencia, las peleas y malos entendidos. La cotidianidad de los días con fatiga y cansancio existencial. Los silencios y la zozobra de cada día.
Los horrores de la guerra, los sufrimientos del conflicto, las persecuciones de la raza judía, la incertidumbre de la muerte cercana. Todo eso es el objeto de las memorias del libro.
Cualquier parecido con esta cuarentena es mucho mas horrible que lo que podamos vivir nosotros. Qué dignidad para narrar su vida y sus sentimientos, su realidad y su conflicto.
Cualquier vida encerrada, alejada de las realidades emocionales, hace sufrir y mucho. Tanta vida difícil que tiene que sufrir tanta gente en el mundo expulsada de su hábitat, sometida a tratamientos dolorosos, al hambre, a la injusticia, a la presión, a la vida oculta.
Solo nos salva una mirada amorosa, comprensiva, humana, llena de Compasión. La vida les duele mas a los otros.
Lo que cobija toda la narración es el miedo social, familiar y sobre todo de Anna.
14 de junio 2.020
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