INDICE. 1. LA CAMA ES EL LUGAR DE ENCUENTRO.
2. LA CAMA Y EL ESCRITORIO: LUGARES DE PODER.
3. LOS ACTOS DE HABLA.
4. LA CAMA: EL SITIO DE LA QUERENCIA.
5. LAS CUATRO FASES DEL ENCUENTRO.
6. EL OTRO ES UN AMANTE
7. LA PIRAMIDE DEL ENCUENTRO.
8. EL D.G.I. FRUSTRADO E INEXPRESIVO.
9. BUEN Y MAL AMANTE.
10. LA DEVOCION POR EL OTRO.
1. LA CAMA COMO LUGAR DE ENCUENTRO. La cama es el sitio donde inauguramos la vida y normalmente el sitio donde nos despedimos de ella. A la cama se le llama el lugar predilecto del encuentro, porque cada uno de nosotros nació a partir de un "camazo". Ese camazo en mi autoestima debe tener el profundo sentido de saber que mi padre y mi madre se prepararon para él y que lo hicieron como el más grande encuentro de todos. Adultamente a la cama se puede ir de tres maneras: a. Ambos se invitan mutuamente, los dos se convidan en el afecto y en el respeto. Cuando llegan juntos a la cama saben a lo que van y ambos se entregan al goce y a la satisfacción. b. El uno espera al otro en la cama y cuando el otro pasa por allí le hace una "emboscada", como quien dice el uno agarra desprevenido al otro pero este último acepta el juego y se dispone para el encuentro en la cama. c. Ambos están allí desprevenidos, en la cama y de pronto se inventan el momento, lo disfrutan y ambos sienten que diseñaron juntos el encuentro. En la cama ambos ejercitan con intensidad estos cinco verbos: Recibir el uno del otro, darle el uno al otro, entregarse con toda la corporeidad, compartir la vida del otro y complementarse en sus vacíos, carencias, alegrías y riquezas. En la cama se ejercita fundamentalmente el arrullo de la palabra y la magia de las manos. El arrullo de la palabra es fundamental para preparar el oído, para domesticar la piel, para solidarizarse con el vacío del otro, para acompañar su soledad, para fortalecer la debilidad, para animar el desanimo y para excitar el deseo del encuentro. A todo esto se necesita la magia de las manos que acaricie, que recorra, que aliente, que dibuje, que prepare y que haga sentir la profundidad del encuentro. Juntos la palabra y las manos son fundamentales para que no haya más errores, para que no haya tantos horrores, para disminuir los miedos, para quitar las ignorancias y para aminorar las frustraciones. Solo con el arrullo de la palabra y con la magia de las manos podemos ser cada día más personas, cada noche más humanos y en cada encuentro nos fortalecernos así mismos. La cama permite soñar, diseñar, botar corriente, tomar fuerzas y escalar montañas. De modo que el encuentro afectivo sexuado y genital es el ejercicio en desnudez más importante de dos seres, no sólo para perder los miedos, sino para arriesgar las osadías. No solo para descansar de las presiones cotidianas, sino para fortalecer las necesidades vitales. Las palabras y los juegos son fundamentales en el encuentro amoroso, estas dos variables son claves para estimular el encuentro adulto y al mismo tiempo infantil de dos cuerpos que se convidan para vivir en la cama la comunicación integral. Es en la cama donde más se generan y brotan los nuevos diseños, porque en el abrazo de la pareja se beben nuevas fuerzas, se diseñan nuevos quehaceres y se escalan otras montañas. Es allí donde los decires se narran con nuevos aires y los quehaceres se extienden con nuevos límites para que con las fuerzas renovadas de ambos sean capaces después de levantarse a organizar mejor el mundo. El abrazo expresado en la cama tiene tres fines: 1. La compañía erótica: Porque son dos cuerpos que debido a la diferencia calman en el otro la curiosidad, ejercitan en el otro la complementariedad y se llenan mutuamente; porque lo que le falta al uno lo tiene el otro. 2. Para procrearse mutuamente, porque es en la cama donde se generan nuevos sueños y se animan nuevas realidades de modo que ambos deben crecer como persona singular para ayudar a crecer todo lo plural.
Para multiplicar la vida, no necesariamente trayendo un hijo sino animándose a hacer crecer la que cada uno recibió.
2. LA CAMA Y EL ESCRITORIO: LUGARES DE PODER.
La cama y el escritorio son los dos lugares que en la vida moderna detectan más el poder, unos van a la cama para mandar así como otros se sientan en el escritorio para imponer.
Entre los dormitorios, sitio habitual del placer, y los escritorios, sitio habitual del poder los seres humanos parecen sentir una atracción y un miedo especial por cada uno de estos dos sitios ambiente.
Podríamos dividir a los seres humanos en dos clases, los que usan la cama para llegar al poder, estos son los beneficiarios del sexo; y los que usan el poder para llevar al otro a la cama, y estos son los beneficiarios del mando.
Estos dos sitios fundamentales en la organización de la vida no deberían ser sitios que generen ni agresión ni violencia, ni intimidación, ni opresión.
Para esto es necesario que el cerebro de paso a un placer nutritivo, para darle a lo afectivo,
sexuado y genital la capacidad de bienestar, y para que desde los escritorios podamos organizar cada vez mejor las realidades laborales y de convivencia.
La corporalidad con su afectividad sexualidad y genitalidad debe ser capaz de darle al cerebro todo el placer generador de la complementariedad existencial entre un hombre y una mujer; y la corporalidad con sus sueños e ideas debe ser capaz de permitirle al cerebro toda la fuerza generadora de la organización de la vida.
Freud dice, que las bases pilares de la vida se levantan sobre el trabajo y el amor. Son estos los dos rodantes por los que se desliza la vida, sin embargo Spearman dice que se trabaja para la persona amada por lo tanto no son dos rodachines sino que es una sola realidad. En el amor se concentra todo porque es una experiencia emocionalmente cargada y altamente positiva que no puede ser analizada, ya que toda la acción energética del ser humano sintetizada en el trabajo es la fuerza que todos tenemos para transformar la vida, pero esa transformación sólo es adulta y rica en la medida que el amor contagie el cerebro y entusiasme el cuerpo todo.
La cama y el escritorio son dos fuentes de poder. Si el cerebro domina la genitalidad quiere decir que esa persona es reprimida en la manifestación de sus sentimientos. Pero si la genitalidad maneja el cerebro el libertinaje será la fuerza manipuladora de los cuerpos ajenos.
De modo que cama y escritorio deben vivir la armonía como lugares claves de encuentro tanto porque el ser humano necesita amar como porque necesita trabajar y transformar las realidades.
3. LOS ACTOS DE HABLA.
¿Qué es un acto de habla?
Cuando uno pronuncia una palabra se crea una dinámica de acción. Los actos de habla desatan enunciados, ordenes, preguntas, promesas, referencias, cuentos, predicaciones, amenazas, estímulos.
Un acto de habla es la coincidencia entre lo que digo y lo que hago.
Cuando mi cuerpo pronuncia una palabra, mi cuerpo quiere empezar a ejecutar lo dicho, lo pensado, lo diseñado.
Los actos de habla plantean preguntas hacen promesas, causan sorpresas, ocasionan sonrisas, arrancan lágrimas, tejen ilusiones, generan temores, debilitan expectativas, fortalecen consuelos, dibujan alegrías, insegurizan desánimos, narran alegrías, pronuncian enunciados y prometen ilusiones. Un acto de habla fortalece la esperanza y la alegría de vivir acompañado. Un acto de habla convida a vivir o genera desilusión, según que lo dicho se cumpla, que lo prometido se genere.
La fuerza de un acto de habla está sometida a la verdad o a la falsedad, según se cumpla o no lo pronunciado; porque todo lenguaje es apto, ya que lo dicho autoimplica al que habla y compromete a realizar a quien lo pronuncie y la persona que escucha el acto de habla siempre genera ilusiones expectativas y esperanzas.
Ningún hecho cultural existe fuera del horizonte lingüístico porque todo hablante utiliza significados, emplea modelos, tiene motivos para hablar, tiene un por qué para dirigirse a un oyente, todo esto es la importancia del acto de habla. Definitivamente todo discurso produce un sentido y una intencionalidad en la vida.
De modo que en la cama y en los escritorios se pronuncian los actos de habla más fundamentales y definitivos en la historia de la humanidad.
Cada uno de nosotros nació producto de un acto de habla, nuestros padres pronunciaron que se querían se lo dijeron con sus labios, en los oídos y en la piel del otro y fuera de eso vivenciaron el amor con unos actos afectivos, sexuados y genitales. Hablaron de amor y el uno se metió en la soledad del otro. Pronunciaron palabras afectivas y se acompañaron la soledad mutuamente y todo esto ocurrió en un acto de amor en la cama. Nacimos de un acto de habla.
4. LA CAMA: EL SITIO DE LA QUERENCIA.
En la vida real un sitio de querencia es aquel lugar donde ha ocurrido un profundo sentimiento de amor, de afecto, de ternura, de cariño, de felicidad. Un sitio de querencia es un espacio que nos recuerda momentos gratos, negocios realizados, encuentros afectivos, necesidades básicas satisfechas.
Un sitio de querencia es un almacén, una oficina, un restaurante, una calle o una ciudad donde nuestra adultez ha sido colmada y nuestra infancia ha sido satisfecha y recuerda de muchas maneras momentos gratos y espectaculares.
El sitio de querencia fundamental, que fundó nuestra vida es el descenso por el cuello uterino y la salida por el canal vaginal, este es el lugar profundo que todos recordamos en nuestro cerebro y piel.
Por eso cuando encontramos a una persona que nos recuerde el sitio de la querencia cada uno de nosotros quiere ante el asombro acercarse y ante la carencia completarse y ante el vacío refugiarse dentro del otro. El sitio de la querencia es la expresión adulta de la vivencia infantil que todos recordamos intrauterinamente y que solo podemos volver a vivenciar si la otra persona nos convida a este sitio prodigioso y fantástico.
El sitio de la querencia es tan definitivo, tan fantástico que ningún ser humano permitiría ni burla, ni juego, ni violencia, de modo que ¡ay, de aquel que juegue con el sitio de la querencia! De otro, y más de la persona querida, de la persona amada.
El sitio de la querencia del otro es un pozo que calma la sed por lo tanto nadie puede revolcar el agua y fugarse.
5. LAS CUATRO FASES DEL ENCUENTRO.
Las cuatro fases del encuentro en la cama son:
a. Excitación.
b. Meseta.
c. Resolución.
d. Destumescencia.
A. EXCITACION O PRECOITO O PREPARACION DEL ENCUENTRO:
Aquí los cuerpos se preparan para el encuentro con todos los sentidos encendidos, los cinco sentidos están alertas, a la expectativa.
B. LA ACCION PROPIAMENTE EL COITO EL ENCUENTRO:
El uno se mete dentro del otro a base de ritmos y cadencias porque sabe de lo frágil y delicada que es la intromisión uterina en el otro. Es la separatidad llenada a través de la genitalidad, es el flujo y el reflujo, el movimiento y el vaivén que intenta llenar la cavidad vacía del otro. Es el recuerdo intrauterino de los nueve meses simbióticos que cada uno tuvo con su madre y que ahora cada uno lo plenifica con la persona deseada. Mientras más alargue en intensidad, longitud y excitación más se parece a los nueve meses intrauterinos que cada uno vivió.
C. RESOLUCION, MOMENTO CUMBRE, EYACULACION-LUBRICACION:
Es aquí en la cohabitación intrauterina en la entrega extática al compañero donde el abrazo pleno y arrebatados por la pasión llegan al momento de la entumescencia, de la eyaculación, del desarrollo seminal, donde ambos llegan al momento culmen de la soldadura y de la plenitud sabiendo que son separatizados y con la angustia de no saber, si el otro está sintiendo lo mismo y de no saber cómo está sintiendo el otro.
D. DESTUMESCENCIA, EL VOLVER A LA NORMALIDAD, EL POSTCOITO:
Aquí se simboliza lo hermoso, o desastroso que fue el encuentro, aquí se descubre lo pasajero o eterno que es la “vida intrauterina” al lado del ser amado, aquí se prueba la capacidad de acompañarse a nacer y dejar procesar la dependencia sabiendo que se tiene que despedir, pero mientras llega el momento te acompaño. Sabiendo que son dos aunque por un momento se fundieron en uno; y ahora brotan unas fuerzas sensacionales en la medida que se acompañen después de la pasión excitada al cariño cómplice, esas fuerzas son, primero las unitivas: Nunca antes dos seres tan dispares fueron uno, unas fuerzas agradecidas por reconocer que el otro lo dejó entrar a uno de nuevo a la vida uterina, tercero, unas fuerzas cómplices porque ambos se comprometen a guardar el secreto y porque cada uno es testigo del placer compartido; y cuarto, unas fuerzas generativas porque a partir del momento existencial y profundo de salirse del otro un rato más tarde tendrán que vestirse y despedirse para ir a transformar las realidades que el trabajo de cada uno exige; y por último unas fuerzas de esperanza expectante, porque ambos harán todo lo posible por un nuevo encuentro preparado con el detalle, con la emoción y con la alegría de saberse cercanos.
6. EL OTRO ES UN AMANTE.
El cuerpo del otro es una experiencia múltiple y maravillosa. Con el cuerpo del otro puedo jugar a varios roles, porque el otro me permite experimentar una serie de fases profundas sensacionales y misteriosas. Cuando se vive plenamente el ser amante, uno descubre que el otro es un refugio para saber que puedo esconderme de las preocupaciones que la vida genera. Es un trampolín que me permite saltar para mejorar la calidad de vida y avanzar más. Es un aliado con quien puedo compartir sueños y desarrollar tareas. Es un extranjero a quien puedo revisar, esculcar y conocer porque es distinto y porque tiene lo que yo no poseo.
Es un tubo de ensayo con quien puedo hacer realidad las quimeras, las investigaciones, los inventos. Con quien puedo mezclar las fórmulas químicas y físicas. Es quien me permite nuevos y variados placeres, es con quien puedo dar rienda suelta a mis fantasías.
Es una chequera abierta con todas las firmas de mi confianza para gastar y desgastar los tiempos del encuentro. Es un preso enredado entre las piernas y los brazos, "condenado a los besos" y a las caricias y que gracias a las dinámicas del encuentro ha perdido su libertad por un rato. Es un niño frágil y vulnerable a quien conozco y desconozco al mismo tiempo, a quien quiero pero no sé lo que siente del todo, en quien adivino la alegría del encuentro y la fragilidad que genera la despedida. Es un cliente a quien debo atender para llenar todas sus expectativas, exigente como todos. Y es un cómplice quien se ha llevado una parte de los secretos y con quien he vivido y compartido unos momentos intensos, pero cada uno sabe la verdad de lo que ocurrió, a su manera.
Todos estos sentimientos convidan a una LOGOTERAPIA que es aprender a hablar a compartir a manifestar los afectos a esculcar los sentimientos, a diseñar proyectos, a soñar en voz alta y todo esto en el mapa de la desnudez del otro y con el otro para perder los horrores y los miedos, las frustraciones y los dolores, sabiendo que la desnudez, la vivencia del amor, la conversación adulta y el juego cariñoso infantil son los que en realidad fortalecen el encuentro y la vivencia del amor.
7. LA PIRAMIDE DEL ENCUENTRO.
Cuando dos personas recién se conocen y sienten una atracción enorme por la otra se dice que saltó una química en la piel de ambos: Es la química del amor. Se habla de tres canales ordenados que se desarrollan en un proceso de asociación así: VISTA - LENGUAJE Y CONTACTOS. Cuando dos cuerpos se identifican al descubrirse en el otro hay la sensación visual de aceptación, porque salta la atracción. Algo los impele a prolongar la compañía con comunicaciones de lenguajes que avanzan hacia contactos cada día más cercanos e íntimos. Avanza la empatía, comulga la simpatía, se genera una complacencia mutua, gratificante que permite cada vez, mejor compenetración, esos estadios avanzan en un deseo, en una necesidad de tener, de poseer e incluso de estar dentro del otro.
Parece que esta cadena se desarrolla gracias a las FEROMONAS que significa "transportar excitación". Son sustancias químicas que llevan un mensaje específico a otros miembros de la misma especie y estimulan su respuesta afectiva, sexuada genital. Las feromonas despliegan atracción entre las personas generando unos efluvios térmicos, axilares, vulvares, vaginales, visuales, auditivos, olfatorios que las personas emiten y las personas captan cuando están en la misma onda y se crea una corriente de atracción: "Atracción a primera vista" y que se prolonga en otro tipo de acercamientos.
En la emoción del amor intervienen sustancias químicas como la fenil-etilamina, las testosteronas que son unas hormonas que intervienen en la agresividad, en la competitividad y en el deseo sexo-genital, porque toda hormona es neurotransmisora. Debido a eso, se desencadena dopaminas y norepinefrinas que poseen cualidades similares a las anfetaminas y dopan el cerebro y anestesian la piel excitándola.
En la fase de atracción ocurre una secreción de neurotransmisores cerebrales que son anfetamínicos como quien dice el cuerpo está dopado.
En la segunda fase cuando se establece la cotidianidad y se construye el afecto se pone en marcha otra estructura neuroquímica donde brotan las endorfinas y encefalinas, sustancias parecidas a las morfinas que imprimen sensaciones de seguridad, de placer, de placidez, de calma y de estabilidad emocional.
Hasta aquí podemos decir que hay dos clases de neurotransmisores, las feromonas que hacen salir del organismo hacia el exterior para provocar ondas de atracción y la testosterona que genera el deseo, atracción y afecto para meterse en el interior del otro, pero también hay una reacción de querer expresarse y comunicarse de una manera mucho más profunda: hacer y vivir el amor con una postura frontal con reacciones faciales, con conversaciones sentidas rostro con rostro y con la emoción manifestada a través de las manos acariciando la piel y a través de la introducción del cuerpo de uno en el cuerpo del otro para rehacer la vida uterina porque el amor conduce al erotismo y no hay erotismo sin sexo-genitalidad.
ATRACCION:
Se genera en el paleocerebro, esta atracción nace en el tálamo y en el hipotálamo. Es la reacción primitiva casi animal de dos especímenes que se encuentran, es la alegría del encuentro que uno intuye acompañará mi soledad.
AFECTO:
Se genera en el cerebro medio, en el limbo y en el hipocampo, es la cercanía compartida y la estimulación de las energías sentidas piel a piel, es el deseo profundo de la comunicación generado por el rinencéfalo. El deseo de la pregunta y de la respuesta compartida y estimulada.
ATRACCION INTELECTIVA.
Se organiza en el cerebro nuevo, en el neocerebro o cortex, en el cerebro superior pensante, donde los dos que se comunican analizan y deducen, donde se dan todas las fuerzas conjuntas de la comunicación que crece y que se vuelve trascendente y humanizante, allá donde la pirámide cierra su vértice, pero estirándolo cada vez más hacia lo personalizante.
Por eso la pirámide es activa y dinámica, es el flujo y el reflujo permanente que ondea por las fases. Porque el atractivo físico solo no basta. Es necesario que brote la empatía para que eleve el afecto estable debido a que se genera un interés superior que desemboca en un nivel intelectivo y expresivo que hacen la comunicación elaborada, racional, sensible,
explicable, crítica... que convida a vivir en un estrato superior que humaniza; esos son los niveles de la pirámide.
8. EL D.G.I. FRUSTRADO E INEXPRESIVO.
Estos significa el Deseo Genitocorporal Inhibido, hoy cada vez más hay personas que solo van a la cama a dormir. No viven el amor con el otro, hay un síndrome de baja motivación genitosexual y afectiva. Algunas parejas no sienten ganas... otras le tienen miedo, otras el estrés y las peleas hacen que se crucen bajos niveles de motivación e incluso aversión al otro por miedos y fatigas.
1. La cama es uno de los bancos de prueba para leer los cuatro miedos que los seres humanos tienen: Miedo a la cercanía, al afecto, al compromiso, a la caricia, a la palabra afectuosa, al cariño y a la emoción de sentirse juntos. Estos huyen.
2. Miedo a la lejanía, al abandono, a la soledad, a la indiferencia, al rechazo, a la frialdad. Estos compran y manipulan el afecto.
3. Miedo al cambio, por lo tanto estos se comportan con una vida cuadriculada, lleno de rutinas, de rituales repetidos, de organizaciones milimétricas, de ordenamientos puntuales, de tiempos cotidianos y de espacios siempre organizados de la misma forma, sin atreverse a ningún tipo de desorden y a ninguna indisciplina. Todo medido, calculado y sin vida, como si la vida fuera la repetición exacta de lo mismo y el tiempo algo que hay que cumplir a toda costa, sin salirse un ápice hacia lo espontáneo.
4. Miedo a lo cotidiano, la vida entonces transcurre en el desorden vital, sin ninguna disciplina, al margen de lo ordenado y de lo puntual, sin planes ni metas, desorden existencial sin reloj y sin calendario, viviendo al clima de las emociones sensibles.
CAUSAS DEL D.G.I. FRUSTRADO E INHIBIDO.
* Trastornos orgánicos
* Estrés que disminuye la testosterona
* Deficiencias hormonales
* Adicciones que aperezan
* Causas emocionales que generan depresión
* Baja estima que paraliza
* Traumas corpogenitales en la infancia y preadolescencia
* Pugna y peleas constantes en la vida de pareja y de familia.
* Diferentes visiones y esquema educativos diversos.
* Deseo de castigar al otro
9. BUEN Y MAL AMANTE.
1. BUEN AMANTE.
El buen amante vive el amor diferente de quien no lo es. Su secreto consiste en manejar el placer erótico en forma muy particular, sacarle placer a toda su acción, a todo el encuentro afectuoso sexuado y genital.
Para esto burla una trampa cultural que le ha dicho que el placer es pecado, pero él la burla intuyendo que lo sexual y lo genital están en la piel que bordean la corporalidad, por lo tanto no puede ser pecado algo que es inherente al ser humano. El buen amante vive y expresa esta frase: Cuando está en la cama con su pareja, este placer no es tuyo sino mío. El buen amante es un egoísta en el buen sentido de la palabra con afán de placer y sabe que allí están ambos para disfrutar el momento. Y como adultamente hay un común acuerdo, cada uno llega allí para sacarle placer al encuentro, por eso descubre con admiración y puede mirar al otro con ojos profundos y con tanta ternura porque sabe que el otro está allí para brindarle placer y él lo debe disfrutar.
2. EL MAL AMANTE.
Es aquel que expresa esta frase, este placer no es mío... sino tuyo, y entonces se comporta como si estuviera haciendo un favor, como si le estuviera regalando al otro un pedazo de placer. Este es mal amante porque no puede dar placer si no lo tiene, si no lo disfruta, además en el fondo ha caído desde pequeño en la trampa de que éste acto tiene algo de malo, de pecaminoso y de grosero.
Los malos amantes se reconocen porque son los que cierran toda capacidad y posibilidad de comunicación en el DESPUES DE... porque se sienten insatisfechos y actores de una farsa llena de silencios y de culpas. El mal amante cae en el vacío después de la relación porque siente culpa y porque ha tratado al otro como objeto. Aprovechará entonces el momento para silenciarse y dormir o para entrar en fricciones y peleas inútiles o aprovechará para cobrar facturas y listados de gastos adicionales porque el disfrute de su cuerpo fue corto y pobre.
El buen amante aprovecha el acto amatorio para desinhibirse más para llenarse de pasión para generar más altruismo, más comunicación, más juegos cómplices y más conocimientos espontáneos y más alegrías de vivir. El buen amante excita bien y después acompaña tanto placer brindado e incluso anima a reunirse otra vez, celebran en cada encuentro el momento mágico en que se conocieron, recuerdan todo lo que el uno significa para el otro, se nutre con tanto afecto que la vida del uno se derrama en el cuerpo del otro abrochando besos, jurando promesas, acariciando dolores, adivinando sueños, barajando posibilidades, concretando tareas responsables, saboreando los placeres ofrecidos por la piel de uno que contagia al otro. El buen amante se reconoce fácilmente porque abre toda su capacidad de comunicación en el DESPUES, es allí donde ambos protagonistas se encuentran satisfechos, agradecidos y complementados.
Son los altruistas post-coitales y post-encuentro, quienes después de tanto placer sentido ofrecen su vida para construir al otro, en cada momento del día procuran complementar la carencia del otro, soldar las fisuras internas para hacerse femenino y masculino en la compañía cercana, en la presencia presente de los encuentros vivos, y durante la ausencia presente, se manifiesta con detalles regalos, y en la complicidad de vivir juntos el camino de la vida.
La vida es un continuo post-coito o post-encuentro.
Mientras que el mal amante después del orgasmo le da la espalda a su compañera o se viste y se va, el buen amante mira fijamente a los ojos de quien fue capaz de darle tanto placer y encuentra en el rostro del compañero que hay una nueva luz excitante y que de alguna manera esos rasgos dibujados en el rostro del otro, le pertenecen, porque él con su afecto y pasión ayudó a dibujarlos.
Mientras que una mala amante luego del orgasmo generalmente incompleto y frustrante, le habla a su pareja de los problemas cotidianos que tiene que resolver y que van desde las facturas por cancelar hasta lo cara que está la vida, la lista de compras y las quejas de los hijos, la mujer buena amante busca la comunicación de la piel a piel en forma serena y satisfecha, orgullosa de su hombre y con un ánimo intenso de vivir y que la levanta a construir la vida y contagiar de existencia, todo su alrededor.
Para los malos amantes la vida cotidiana es una prolongación de su conflictivo y desgastante post-encuentro, eso lo demostrarán en la vida con actitudes ofensivas, defensivas y destructivas... Sin compromiso y lleno de egoísmos... mientras que los buenos amantes consideran la vida que en cada una de las cotidianidades hay una prolongación mágica del post-coito y que la vida es hermosa por las oportunidades (como este encuentro), por las comunicaciones (por lo que expresaron y manifestaron), por los agradecimientos (porque cada uno descubre que el otro le permitió la vida intrauterina por un momento), y por las complementariedades porque cada vez descubren lo distintos que son, pero al mismo tiempo las profundas necesidades que adivinan y los crecimientos que se promueven, todo esto es EXISTENCIAL LA COMPLEMENTARIEDAD DE UNA HOMBRE Y UNA MUJER QUE SE ENCONTRARON EN LA CAMA para vitalizar el encuentro de lo femenino y de lo masculino, para crecer como dos personas que construyen la vida, para animarse a vivir en la existencia, para hacerse personas el uno con el otro y el uno dentro del otro, y para descubrir que el placer es la fuerza más espectacular para poderse dedicar el uno hacia el otro.
10. LA DEVOCION POR EL OTRO.
Cuando un niño nace a medida que va despertando la cercanía con su madre, despierta el contacto corporal y descubre el placer en diferentes partes del cuerpo; es fundamental entonces la caricia materna para que el niño despierte, la emoción de su piel y descubra que cada parte del cuerpo tiene placeres diversos.
Esto marca en el niño la devoción por la madre. Devoción significa depositarle la confianza plena a ella y descubrir una fuerza entusiasta de saber que ella todo lo puede para con el niño, devoción significa hacer un voto de confianza para que la madre guíe, acompañe, llene y plenifique y despierte a la vida del niño. Al mismo tiempo esa fuerza de devoción profunda genera en el niño una gran fortaleza, una alegría, una cercanía y una presencia contagiante de los dos.
Más tarde este mismo movimiento de devoción asalta y lanza a los dos amantes porque el uno entrega su fuerza en el otro, para que el otro la llene con presencia y cercanía, con alegría y con pasión, es adherir al otro con entusiasmo, es la fuerza desparramada en la piel del otro, es quererse de tal manera, que el uno lanza al otro hacia afuera, es una pulsión, un resorte, una energía, que lanza, empuja, dinamiza y hace crecer la vida.
La devoción la alegría de hablar bien del otro y saber que el otro acompaña, excita, alegra y alimenta la piel mutua.
Es impensable hablar mal del otro y hacerlo sentir en ridículo cuando uno duerme y comparte la vida con la persona a la que uno le deposita su confianza.
De modo que cuando uno siente devoción por el otro, es como si la corporeidad de uno estuviera habitada y saturada por la corporeidad del otro, llenada con una presencia vital, cuando dos personas se quieren el uno habita, llena, satura y plenifica la habitación del otro.
HACER EL AMOR ES VIVIR EL AMOR.
A nivel eufónico, resulta más agradable que oír cópula, coito o acto sexual. Resulta que hacer el amor y vivir el amor tienen el significado de elaborarlo, de realizarlo, de construirlo, por lo tanto obedece a una expectativa, a una ilusión al intento por reservar un tiempo y un espacio para diseñar afectos. Es algo que se crea y se construye en la cama, es un suceso amoroso que recuerda el suceso primigenio cuando arrancó nuestra gestación.
Que cada encuentro en la cama termine con las ganas contagiadas y repartidas por la piel, y que hagan exclamar al otro día: Hoy tengo ganas de vivir el amor contigo, de verte, de leer contigo unos manuscritos, de preguntarte algo que se me olvidó, de saber cómo te fue, hoy quiero preguntarte muchas cosas, pero ante todo quiero sentirte, cerca y adentro, encima y alrededor, hoy siento una gran lujuria y que a medida que me alejo de ti esa lujuria me avanza y me penetra, me excita y te contagia, hoy como ayer quiero acariciar tu cabello, hurgar tu sexo, despertarlo, rozar tu piel. Hoy como también mañana quiero volver a sentir tu respiración que orquesta con la mía y anhelar de nuevo otro placer más intenso que los que hemos vivido. Hoy quiero constatar que tu cuerpo hierve al lado del mío y que tus manos recorren toda mi piel para apoderarse de mis sensaciones y que tu boca busca mi aliento y que el aire de tu respiración se agota con la mía.
Hoy quiero invitarte a la cama como el lugar de encuentro más espectacular de todos porque quiero hacer un curso de anatomía acelerado y procesual, donde pueda:
1. Recorrer tu piel
2. Vivenciar unos juegos eróticos
3. Dibujar un mapa erógeno
4. Constatar tu imagen y detectar mi autoimagen
5. Descubrir el halo de tu energía.
RECORRER TU PIEL.
Acariciar cada poro y cada peca y cada zona y cada parte de todo lo que te conforma.
VIVENCIAR UNOS JUEGOS EROTICOS.
Ir haciendo una digito-puntura de todos tus sitios eróticos y erógenos, exóticos y vitales porque necesitan estimulación y energía.
DIBUJAR UN MAPA EROGENO.
Porque a tu piel hay que volverle a enseñar el contacto cutáneo que tu mamá realizó en ti cuando eras niña. Generar una psico-dermatología que es acariciar afectivamente tu piel, realizarte un proceso epigenético con estimulaciones y caricias para que aplaudas tu misma el suceso de estar viva.
CONSTATAR TU IMAGEN Y DETECTAR MI AUTOIMAGEN.
Que nos veamos bien, que sintamos el profundo deseo de explorarnos, que nos sintamos agradecidos por estar vivos y por poder disfrutar este encuentro, aumentar la imagen y la estima, porque nos podemos ver como sujetos, interrelacionarnos con lenguajes y sentirnos piel a piel para crecer como humanos.
DESCUBRIR EL HALO DE TU ENERGIA.
Cada persona tiene un halo energético de colores diversos que irradia sensaciones cutáneas, que genera un lenguaje saltarín por la piel, que sensibiliza, que antoja, que excita, que anima y que acerca. Que irradia a través de la vista, pero que después se vuelve externo para poder invitar a la intrauterinidad, una energía que necesita de la voz, de los movimientos, de los colores, del vestuario, de lo facial, de los ademanes y que es todo eso, pero al mismo tiempo mucho más y que no se puede definir, pero sí, sentir y en la cama es donde mejor se percibe: Porque aquí en esta cama y contigo me he dado cuenta de lo siguiente: Que quiero dos cosas:
Tú y las rosas...
! Las rosas por un día!
y tú para este encuentro
y para todos los encuentros.
29 de AGOSTO 1.998.
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