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Las ciencias han avanzado mucho, sobre todo últimamente, pero la descripción del humano, sigue siendo como desde Grecia. Sócrates se la pasó preguntando qué era y quién era el humano? Pero murió con sed de respuestas y no quedó jamás contento. Prometeo con una linterna, anduvo por todo Grecia buscando quién le respondiera; pero no encontró respuestas. Aristóteles, llegó a denominar al humano como “animal-racional”. Y nos dejó con esa respuesta hueca.
Extraños entre sí; lo femenino con lo masculino, pero ambos extraños en esta tierra, tan material, tan llena de carne, tan corporal que nos antoja por un lado y por otro lado nos llena de odios, desamores, violencias, maltratos para hacer la guerra con una simplicidad grosera, por cualquier aspecto baladí.
Y extraños porque tendemos a la espiritualidad, pero el camino es penoso por la pereza, el egoísmo, la terquedad, la falta de tiempo y las distracciones.
Porque además estamos en un punto medio de la escalera de la evolución: donde por debajo quedan los escalones de los minerales, los vegetales y los animales que de muchas maneras nos jalonan a quedarnos quietos maravillados por la Creación. Pero aun estamos sin terminar, por tener unas pulsiones hacia la Espiritualidad, la Trascendencia y el poder arribar a los brazos del Padre que nos espera, porque ante todo debemos reflejar la imagen de Dios en nuestro cuerpo.
Los instintos, nos jalonan hacia ABAJO en la evolución y pareciera tener mas fuerza que las dinámicas espirituales que nos tensionan hacia ARRIBA, por lo que nos falta para completar la HUMANIDAD.
Por un lado, cada vez nos comportamos como animales simples, sin conciencia. Tironeados por los instintos y sin tomar conciencia; vivimos hacia afuera, despistados por miles de afanes que nos inundan sin dejarnos entrar en la racionalidad.
Parece que el sentido es caminar, pero sin rumbo, sin futuro y lleno de distracciones, mientras avanzamos, nos perdemos fácil por falta de sentido de orientación. Nos cuesta planear el mañana y la otra semana. Vivimos como devorados por los quehaceres cotidianos. Y como culpables de nuestros errores pasados.
Nos envían al mundo y allí vivimos como entre días opacos y carentes de sentido. Y otros días llenos de afanes y saturados de agresiones por padecer y por generar. Vivimos inmersos en el en-sí, pero debemos descubrir que somos para-el-otro. Parece que no somos parte de la tierra, y por otro lado nos consideramos la cumbre de la vida y la cúspide de la creación. Nos debemos a los otros, hay un-quehacer-en-la-tierra. Deberíamos ser ante todo un ser-solidario con la tierra y todas sus criaturas.
Somos egoístas pero llamados a salir de sí mismos, para poder vincularnos. Somos materia, pero con un componente como “químico” que nos anuncia la espiritualidad. A veces a Dios lo encontramos en las aristas de la creación, otras veces lo negamos y nos olvidamos de esa relación, porque dudamos mucho y nos olvidamos mas.
El mundo-en-sí, es el teatro que nos envuelve: de él nos alimentamos, la cultura la absorbemos, la música nos mueve por dentro, los ritmos los asimilamos mas fácil. El idioma nos hace expresar de forma íntima. Deambulamos como NECESITADOS, pero muchas veces con una autosuficiencia tan lastimosa, que somos-seres como perdidos en el espacio, embolatados en el tiempo y descoordinados de dar y recibir afectos.
Las ciencias nos han definido desde la psicología, la biología, la sociología, la economía, la antropología, la historia, la patología, la criminología y demás asuntos analizadores, pero aún no sabemos por qué nos comportamos así y cómo vamos a reaccionar con nuestras conductas.
El humano nos parece INDOMITO, difícil de definir, hasta a veces imposible de prever. Por un lado, nos parece tan portentoso cuando se asoma al progreso, a las ciencias, a las investigaciones, pero por otro lado nos genera lastima cuando retrograda, involuciona y reacciona como fiera enferma por las locuras y brutalidades.
Nos genera contento cuando CONSTRUYE, cuando se ilumina con las creatividades, pero nos desintegra cuando daña y destruye sin ton-ni-son.
Crecemos dependientes de conocimiento y afecto. Dos faltantes que nos acosan y por ser carentes, es desde afuera que medio nos satisfacemos. Dependemos de los otros que nos rodean, para poder recibir el SABER y el AMOR.
Los SABERES, los adquirimos por educación, por información, por generosidad de los sabios y todos los que han aportado a los conocimientos, quienes nos brindan libros, manifestaciones, guías, principios y todo el caudal de sabiduría para recibir todas las ideas ya pensadas y probadas. Y el AMOR, nos viene casi que de la TIERRA madre, que nos alimenta, nos nutre, nos cuida, nos gesta en su vientre, nos acompaña con toda su creación para que la admiremos y nos asombremos. Las fuerzas amorosas son las que nos lanzan a tener autoestima y seguridad sensible para vivir de forma equilibrada y amistosa.
Por eso uno de los crecimientos mas humanos es ayudar a que haya mas conocimiento y afecto entre las gentes, alrededor nuestro. No que entienda su “filosofía” sino que avance en relaciones humanas, en comprensión, en dar-recibir-compartir afectos, en abrirse, en confiar, en ser humilde y narrar su vida sin mentiras, ni enredos, sin manipulaciones y chantajes. Sin cobrar ni absorber. Captando que lo importante es la PRESENCIA con los demás. Que lo básico es tejer un tapete de relaciones humanas amplio, generoso, humanista, bondadoso, alegre y servicial todo el día. Ampliar la aureola de la fe para contagiar a otros y estar pendiente de la espiritualidad, pero para ser humano, ante todo. Servir sin aplastar. Estar cerca sin asfixiar. Animar sin controlar. Acompañar sin juzgar.
Estar ahí, sin esculcar.
El humano está en medio de una escalera majestuosa para enlazar a lo animal y vegetal que posee por ancestros (de allá venimos) y vincular su vida con la trascendencia que le falta, por descubrir, por vivir y por asimilar. Porque crecemos en la CONCIENCIA constante, a toda hora.
De ahí que sus cinco cerebros distribuidos en cavidades especializadas lo empujan a dedicarle espacios, tiempos y características específicas:
1- Cerebro reptil: darle movimiento, gimnasia, satisfacciones sensuales y sexo-genitales, juegos para impulsar las astucias y las logísticas. Calentarlo al sol y al aire libre. Baile, danza, creatividades de varios tipos. Jugar para resolver problemas y dificultades. Ponerle al cerebro resolución de conflictos.
2- Cerebro mamífero: expresar las emociones, manifestar los afectos, cruzar el dar-recibir-compartir sensibilidades. Traducir de la naturaleza la capacidad de sentir, de celebrar, de hacer rituales con el hábitat. Bailar y sentir las emociones que nos da la naturaleza.
3- Cerebro lógico-racional: comprender las verdades de la vida, hacer el esfuerzo por entender la existencia. Penetrar el juego de vivir con otros. Aplaudir los impulsos humanos y sus descubrimientos, respetar los avances de la humanidad y perdonar sus involuciones. Asimilar las matemáticas, los idiomas, las lógicas y los niveles filosóficos.
4- Cerebro creativo, artístico y armónico: avanzar en la cultura, en la ética, en la estética, en la armonía, en la capacidad de inventar y dejar el mundo mejor de lo que nos lo entregaron. Someterse a dejar las rutinas en cuanto pueda. Jugar con mecanos-legos-“armatodo”. Colorear mandalas.
5- Cerebro intuitivo, aquel que es capaz de leer y advertir los peligros, los futuros, adivinar el mañana, estar presto a lo que pueda pasar, estar atento y con la conciencia centrada. Que la vida no me sorprenda desprevenido y en ensueños lastimosos. Leer los signos de los tiempos que me rodean. Que pueda, ante los avisos de la vida, estar concentrado. Hacer silencios, concentrarse en yoga, los pasos del tai-chi. Percibir la música clásica.
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La vocación sublime del humano es acercarse a Dios para transparentarlo dentro de su ser-vivo-radiante. Por ser espíritu ya no solo pertenece al reino animal, y no puede buscar solo las respuestas materiales, sino que apunta a direccionar su existencia hacia lo trascendente, hacia lo espiritual, a dinamizar a Dios en su bondad. Porque ante todo es HERMANO de todos los otros seres creados. Eso lo inclina a vivir hacia una aspiración-hacia-Dios, por eso marcha hacia arriba, hacia adelante, tiende a lo mas alto, de ahí que no puede vivir en reposo, lo mueve todo lo que sea la anti-pereza y tranquilidad egoísta.
Es necesario creer que los seres humanos debemos crecer y abrir las compuertas de lo ESTETICO, lo ETICO, y lo TRASCENDENTE.
Todo humano posee unos perfiles que lo atraen hacia lo armónico, lo colorido, las formas bien delineadas, asumir la pintura, la escultura, la música, la escritura, las artes en todo lo que significa. Volverse armónico-estético-cincelado por dentro. Convivir con las artes en toda la extensión de la palabra de forma teórica y práctica.
El camino ético se realiza en la medida que integremos las leyes, las normas de comportamiento, las pautas para funcionar de forma social-familiar de maneras adecuadas. Cuando usted muestra unas formas de conducta sencilla-transparente y educada. Su bondad trasluce, anima, convoca, ayuda a otros.
Y lo trascendente, cuando manifiesta en su luz personal la fuerza de la espiritualidad, el aura de su crecimiento, la manera de ser y actuar que se transparenta desde su cuerpo interior, por la piel brota el aura, se ve y se manifiesta con maneras de ser-actuar.
Con estos comportamientos, Dostoievski nos asombra cuando nos anuncia que podemos amar y odiar a la misma persona y al mismo tiempo, por oleadas pasionales que nos asombran y nos debilitan. Una misma persona nos atrae y rechaza en un mismo momento y esto nos descuadra. Por eso es tan difícil que la VOCACION, la descubramos fácil. Descubrir la vocación es un perpetuo tanteo en medio de las oscuridades y claridades fugaces. Tenemos por dentro, brotes de generosidad en nuestro corazón, pero amenazados por el egoísmo de nuestras esquinas mezquinas que nos rodean. La bondad, la cercanía luchan contra la impetuosidad, la violencia e incluso la crueldad.
Pero todo esto pasó desapercibido por Sócrates y Prometeo que NO, nos definieron desde ese tiempo, las conductas humanas para podernos CONOCER. Y menos el gran Aristóteles, que le faltó mucha palabra para acabarnos de definir fuera de ser animales-racionales, que poco nos aporta al conocimiento psicológico.
Por eso la vocación humana, se construye en medio de odios y desamores, afanes por querer y perdonar, ilusiones por cumplir las tareas y las tentaciones por abandonar todo y no crecer. Así caminamos llenos de dificultades y con amenazas de las relaciones rotas y en guerras.
La VOCACION, necesita atención para descubrirla y valor para desarrollarla. Toda vocación exige sacrificios dobles: encontrarla y cumplirla. La vocación genera alegría (no placer), alegría porque en medio de las tensiones y dificultades, puedo vivirla con alegría-fe-emoción.
Si no vivimos las tareas de la vocación, usted entra en deterioro, dispersión, aburrimiento, nostalgias, agresiones y sobre todo esclavitudes varias. Porque el devenir es una conquista constante debido a que debe unificar su naturaleza material de sus ancestros minerales, vegetales y animales, pero estirarse para poder reflejar lo espiritual en su cuerpo. Todo ser humano está a mitad de camino entre la espiritualidad y la materialidad: y crucificado en esos puntos tiene la obligación de atender ambos polos.
SOMOS, pero estamos por terminar. Estamos, pero en cprecimiento. Ya tenemos una condición, pero debe ser transformada. Somos mitad materia y mitad espíritu, pero la obra hay que CULMINARLA. Vivimos en una perenne crisis de crecimiento, por eso no somos los mismos que nos bañamos con otras aguas, cada día. Esa condición inestable nos hace seres en crisis permanentes, como si vivir nos demostrara en todo momento que algo no funciona, que algún repuesto está descompuesto, que todo nos anuncia un muerte-dolorosa.
Razón tuvo la mitología griega al pintar cuadros de caballos alados que volaban a pesar de sus cuerpos voluminosos. Intuían que éramos animales con tendencia a la Libertad Espiritual.
De ahí que disponerse a crecer en la espiritualidad, abrirse a lo trascendente, es aceptar muchas contradicciones, crecimientos, involuciones, estancamientos, absurdos e incomprensiones de todo tipo. El camino está sembrado de minas con dudas, oscuridades, iluminaciones, reposos y fatigas en luchas contradictorias, momentos críticos y deseos por abandonar y devolverse.
Somos un-ser-por-ser- pero nunca terminamos la tarea, vivimos en la “incompletez”, sin terminarnos nunca, solo con la muerte nos completamos. Pero cada día comporta el esfuerzo por ser-mas, para crecer en medio de dificultades, tensiones y sinsabores. Con las alegrías que despiertan los progresos y la consecución de metas y objetivos.
Todo ser humano es contradictorio y vive enclavado entre su angustia y la serenidad que necesita para vivir. Si la angustia lo domina, vive preso de sus reacciones. Si se libera, crece y mejora su calidad de vida. La angustia es como un aguijón que nos impulsa a salir de sí mismos, es una fuerza que no nos deja detenernos en el camino.
El problema de los angustiados en extremo es querer suprimir unos de los polos de la antítesis. Y así no se maneja la vida: somos angustiados, pero con la intencionalidad de SERENARNOS. La angustia es un movimiento hacia abajo provocado por la animalidad interior y las memorias vegetales y los fósiles minerales que están por debajo de nuestro cuerpo, que poseemos en nuestra psique materialista, pero la escalera se empina hacia el crecimiento interno que debemos realizar para ILUMINARNOS.
Es necesario vigilar el masoquismo corporal que nos derrumba para salir hacia el crecimiento espiritual, venciendo la pereza, el egoísmo y la desidia, con la que la materialidad nos hipnotiza, además de que el “super-ego” se alborota y no quiere crecer por exigir esfuerzo.
Parece que la verdadera fuente de la angustia es generada por la tensión hacia la trascendencia por miedo a dejarnos cambiar.
Porque somos-seres-en-el-mundo, no podemos desentendernos de las fatigas, luchas, combates, sufrimientos, aspiraciones, frustraciones, logros que conseguimos para vencer las dificultades que el mundo nos traza. No es raro huir del mundo, perderse ante tanta tentación, ante los llamados a los esfuerzos muchas veces exigentes, estrictos y que piden disciplina, coraje y llegar hasta el final.
Por lo general, quien huye de ejercer la libertad-responsable-solidaria…cae en la SERVIDUMBRE, en la ESCLAVITUD, en el infierno de las monotonías. ¡Ay de quienes “pintan islas” para “aislarse” en claustros inhumanos!
Nuestra tarea fundamental es generar fuerzas mas amorosas, mas humanas, mas justas, mas armónicas, mas simples, mas claras de palabras, acciones y sensaciones.
Para todo eso hay que tener mucho cuidado con los “narcisismos pseudo-espirituales” y “máscaras orientales” que nos aíslan de los demás, que nos dejan al margen de hacer algo por los marginados, callejeros, solitarios, hambrientos, excluidos, enfermos, frágiles, egoístas, vulnerables, desheredados y agresivos con la vida y no hacemos nada con nadie. (con seguridad los encontramos en nuestra familia, vecindario y cercanías amistosas o conocidas). A nuestro lado, hay muchos a quienes acompañar, servir, alimentar y animar. Muchos pasan de largo, otros dan rodeos, muy pocos se comprometen con las realidades sociales y humanas tan pobres en sus manifestaciones.
La eliminación de la angustia no nos conduce a ningún sitio humano. Nos conducirá a la pobreza animal. La angustia es un signo de vitalidad, de fuerza para crecer, porque allí nace la esperanza, la confianza, la dinámica de ser mejores. Es la angustia la que nos permite superar las crisis emocionales, espirituales, económicas, sociales, mentales, morales…porque si no la AGONIA es terrible y” bastante eterna”.
Mucho cuidado con todos aquellos que huyen de la ANGUSTIA, en programas fútiles, en diversiones rastreras, en disipaciones grotescas, en recreos tormentosos. Es la ANGUSTIA, la que rompe los diques estrechos de nuestro egoísmo y de la torpeza. Si vivimos con esperanza, fe y amor, toda fuerza y las manifestaciones de la angustia, nos queman todas las finitudes, derrumban todos los ídolos y recrean los valores falsos.
Quienes juntan su materialidad, quienes asumen sus minerales-vegetales-animales interiores y antepasados que llevamos por dentro en nuestra vida ancestral y lo integramos con la espiritualidad, la trascendencia y la transparencia de Dios en nuestra piel, conseguiremos vivir la existencia-autentica.
Cuando la ANGUSTIA, es sana refleja una gran paz en medio del arrepentimiento, genera calma a partir de su pecado-desnivel anterior, ya no hay turbación enfermiza sino autenticidad personal. Posee claridad mental y determinación para vivir de los actos de habla. Se anulan los espejismos terrestres, las tentaciones por el dorado ya no atraen, fortaleceremos la lucha por la dialéctica tan necesaria para vivir el final de la vida esperando la Pascua.
Con el espejo que nos da esta tierra, cada uno construirá la “Ciudad de Dios”, a donde vivir por toda la eternidad.
Pero esa construcción se levanta con esfuerzo, dedicación, responsabilidad solidaria con otros.
No hay ningún camino trazado para nadie, ni para Jesús quien vino a la tierra y pisó esta geografía a punta de decisiones, elecciones y escogencias, resolviendo problemas y disponiéndose a la BONDAD. Su caminar por Galilea hasta Judea, fue una toma de conciencia en cada momento, sobre todo cada noche en medio del desierto duro y áspero, en constante ORACION, para que la comunicación con el Padre, lo fuera haciendo discernir el mañana, desde hoy.
Decidir es la acción primaria de todo ser humano que sigue la SECUENCIA de vivir. Reconocer que es creado para crear. Que viene a la TIERRA a DECIDIR-CREAR. Y lo hace con la palabra y la acción. Que piensa y determina. Que insufla las ideas para ponerse en la tarea de construirlas. Los tímidos, inseguros, miedosos, timoratos, egoístas, vanidosos quedan como al margen de la existencia por negarse a crear-construir-generar. Decidir es comprometerse con la creación, es asumir la vida autentica.
ELEGIR, es jugarse la vida con un carril que por lo general lleva fines que permiten no desparramarse por atajos, laberintos y caminos sin salida, que tanto arruinan al humano. Elegir ayuda a que las acciones se conjuguen y no alienen. (Casi siempre estos caminos falsos nos enajenan y nos vuelven extraños). Elegir es renunciar, sacrificarse en aras de la vida auténtica. Y elegir es tomar un solo camino, lejano de la dispersión y la avaricia por querer hacer dos vidas, al mismo tiempo.
Escoger es comportarse con el tiempo de forma humana, para no estar dispuesto a las inoportunidades que tanto enloquecen al humano. En cambio, la adecuación genera organización interior sin enemigos extras. Ser acertado en los tiempos es signo de inteligencia emocional y espiritualidad cálida que fluye a toda hora.
La vida es IMPUESTA, con innumerables variables positivas y negativas. Nacemos sin consulta previa, en un país, con historia ancestral, con cualidades y límites. La naturaleza que nos rodea es una geografía que nos subordina. Usted allí puede optar por asimilar la vida o vivir rechazando las imposiciones. Rechazar lleva a la inutilidad y esterilidad. Por eso es necesario asumir la historia de hoy como la mejor donde nos realizamos: pasados no existen, futuros no han llegado. El valor de asumir es el principio de realidad y la manera de realizarse como ser histórico-geográfico-social-espiritual. Las rebeliones tienen que ser pasajeras y después hay que pedir PERDON. Vivir humilde y agradecido.
No hay determinismo, no hay suerte, no existe el destino, no hay azar, no hay juegos milagrosos, lo que existe es ante todo un gran poder de DETERMINACION, que hacen un PROYECTO DE VIDA, lejos de dispersiones, errores, distracciones, disculpas y mentiras. Existen existencias unificadas hacia fines concretos y sanos.
Usted y yo somos los HACEDORES de su existencia y somos los domadores de las fieras interiores que tanto horror nos causan.
Ser comprometido es fijar lazos con otros. Los compromisos son HUMANOS, no lo hay con cosas o sucesos. Cuando me comprometo con alguien hay una PROMESA, aun implícita de ser fiel, constante, siempre.
Trabajar en una empresa, prestar servicio militar, servir a la patria, estar identificado con la misión-tarea. Ser solidario con mi pareja-familia.
Pero todo esto fracasa y se deteriora debido a las respuestas humanas de vivir con abandono. Lo prometido, se incumple. Parece que vivimos una fragilidad muy atorrante en las relaciones humanas, donde al menor problema, todo se abandona-traiciona-se habla mal.
DISPONIBLE, es estar ahí para servir, para ayudar. Disponible es tener en cuenta que el OTRO vale y significa. Eso pide un gran sentimiento de apertura. Disponible es saber que nos debemos a los otros. Disponible es estar ahí, y cuando nos necesiten salimos.
DISPUESTO, es ser generoso, es tomar la iniciativa, es vivir pendiente, es ayudar antes que nos pidan auxilio.
Estas sensaciones, nos ayudan a abrirnos, porque los afanes de POSESION, son groseros, inhumanos y enfermizos. Cuando no hay disponibilidad y disposición, el egoísmo es craso y huele mal.
Volviendo a los afanes de POSESION, mucho cuidado porque incluso nos permean por dentro al creer que “mi Dios” es mío, y no es de los demás. Me clausura de forma siniestra, y lo mismo con todas “mis posesiones”, a las que nadie se puede arrimar, porque me dan celos, inseguridades, envidias, rivalidades. Algo pasa por mi piel y corazón, y son sensaciones muy oscuras. Estos tipos de personas, viven aterrados, a la expectativa de que lo defrauden, tensos, piensan por el otro, lo acaparan. Viven aferrados y oxidan la relación.
La VOCACION, por lo general no se hace a plena LUZ. La vivimos en medio de oscuridades, fragilidades y momentos claro-oscuros. Todos tenemos la previsión con la vida en envolverla por todos los caminos de la SEGURIDAD, y nos rodeamos de gentes seguras, sitios seguros, pólizas de seguridad, pero todo esto lo derrumba la existencia que está sometida y amenazada por todos los RIESGOS, que amenazan por todas partes.
Todas las decisiones, elecciones y escogencias poseen el aguijón de los RIESGOS. Nuestra existencia no está prescrita, no hay determinismo. Todo se hace y se construye, con las fuerzas del mal y de la destrucción que todo lo acaba. Volver a empezar, será la máxima de la eterna creación en juego con el DILUVIO, que amenaza a toda hora.
La CREACION y el DILUVIO son como “dos extraños”, pero necesario vivirlos para transformarnos en humanos transparentando a Dios que nos invade.
Así como hay dos extraños en la noche de la vida: una es femenina y el otro masculino. La vida está ensamblada por dos principios; extraños si se quiere: la Creación y el Diluvio.
Marzo 2 de 2.018
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