Claro que cada rato afirmamos que el mundo cambió, que todo es distinto a los años anteriores. Pero qué triste, que la Fe la seguimos envasando en el mismo molde de antes. Insistimos en dejar la fe con envoltorios pasados de moda y que no dicen nada. Queda en manos de aquellos que la palabra cambio, no la UTILIZAN. Son refractarios al Cambio, a las realidades nuevas.
Hoy podemos asistir a tres clases de eucaristías diferentes. Y hay tres clases de sacerdotes, uno para cada una.
Unos celebran Misa, muy devotos y siembran devoción a su alrededor. Las gentes cuando van a misa, expresan qué linda la misa. Les encanta el folclor, los cantos de antes. Contestan AMEN. Algunos dan la ofrenda. El sermón es la repetición del evangelio, vuelven a explicar lo escuchado. No se salen del esquema. Repiten dando vueltas a lo mismo. Esa misma lectura e interpretación tiene 50 y 60 años; la escucharon nuestros padres, nosotros como hijos las volvemos a sufrir y si vinieran los hijos tendrían que aguantarse las mismas canciones con los mismos refranes que se llama predicación, con una falta de respeto por el mundo que cambió, y ellos insisten en no haberse dado cuenta. El evangelio no cambia, es el mismo. En plena misa, entonan oraciones, rezan diversas composiciones a María, a José y otros Santos. Muchos aplican el Alma de Cristo después de la comunión. Lo importante de la Misa, son los cantos. Y allí se gastan muchos sacerdotes dizque preparando la ceremonia.
Dios es como un Conjuro. Que nos salva del infierno si cumplimos las leyes. Si nos portamos bien. La religiosidad es para aconductarnos en las costumbres y ser buenos creyentes. Aumentar la DEVOCION, y para eso las estampas, el agua bendita, los escapularios, las imágenes y estatuas de María, San José y demás santos. Novenas y procesiones. Rosarios largos y letanías para alargar, para darle ceremonial barroco.
El CREDO es un trabalenguas infinito de misterios con Dios, con la Virgen, con San José que es “padre, pero a medias”, con El Espíritu Santo que queda como paloma y nadie sabe su oficio tan majestuoso que tiene en la Iglesia y es conducir y guiar, pero se quedó en símbolo de paloma al margen de una Teología extraordinaria porque no supimos adaptar el símbolo del Diluvio y lo dejamos a la intemperie. Y eso para no explicar los enredos de la Encarnación, de la Anunciación, de la estadía de Jesús en el infierno el día que murió, y los rincones del seno de Abraham que mas que luces generan sombras y rechazos racionales. Mas otros dogmas inútiles y poco colaboradores para la FE.
Muchos predican con frases de cajón: “benignísimo Dios de infinita caridad, lleno de amor, misericordia y paz, Omnipotente y Sempiterno Dios…frases desgastadas y llenas de moho que poco alumbran el entendimiento de las gentes. Frases y jaculatorias ya rellenadas por las mismas respuestas que se contestan sin pensar y de forma automática.
La predicación apunta a hablar mal de la tierra y aspirar al cielo como el lugar perfecto y adecuado. Pero es que tenemos que conquistar el cielo, viviendo con ánimo y generosidad en esta tierra y no es una tragedia, es la manera de realizarnos. Espiritualizando la Tierra donde pisamos y nos intentamos querer y respetar. Pero ésta no es solo un valle de lágrimas, y un infierno vivo.
Dios está en el Cielo, y hacia allá apuntamos desde la tierra y llegamos si nos portamos bien en la tierra, si vamos a Misa, y rezamos. Si la devoción con la que sintamos lo religioso, nos identifica.
Cuando se reza el rosario se añaden arandelas y rezos extras no solo para hacerlo mas largo, sino para decorarlo como a las iglesias barrocas, llenas de adornos y cremas chantilly. Porque lo importante es la FORMA.
Estas personas viven en la religiosidad, Dios está al servicio de las gentes, hay que pedirle para que ayude. Dios recibe peregrinaciones, y oraciones en grupo para que escuche. Hay una serie de libros llamados “chocolate para el alma”, libritos suaves que embalsaman los dolores y anestesian para que la vida no duela.
Es triste sentir que, a raíz de esta PAMDEMIA, estamos condenados a vivir aislados, a encerrarnos mas, a estar en el claustro de nuestras casas y conventos, a vivir lejos de las gentes. A seguir creyendo que tenemos la verdad por haber estudiado y a continuar con un discurso ajeno de las gentes, unas interpretaciones de la vida religiosa y devocional para seguir alimentando desde nuestro encierro y con miedo a lo mundano como si fuera malo y peligroso.
Cuando apareció la pandemia, y nos confinaron al encierro, el CLERO que significa aislado y lejano de las gentes, entró en un periodo de enclaustramiento natural para ellos. No tuvo que hacer esfuerzo de vivir alejado, a no ser porque tuvo que cerrar los templos e iglesias y no poder celebrar la Semana Santa.
Esta iglesia y este sacerdocio que vive encerrado y a espaldas de las gentes no puede seguir después de esta pandemia y este tiempo de virus alborotado. Hay que dejar la estrechez física, doctrinal, canónica, lleno de reglas todas prohibitivas y acusadoras. Una iglesia llena de rituales y liturgias bastante frías, rutinarias y vacías.
Ni sacerdotes ni pueblo toman conciencia de sus ALIENACIONES, y viven a espaldas de la vida, celebran, pero lejos del corazón. Muchos de estos sacerdotes se quedaron en el “viejo-testamento” de la realidad y no cambiaron, ni evolucionaron y no se prepararon para ESCUCHAR, COMPRENDER y PERDONAR.
2.
Algunos sacerdotes intentaron cambiar. Tomaron el Evangelio y lo leyeron como EXODO, para impulsar una teología de la liberación. Y con lectura medio marxista se dedicaron a fustigar que lo importante era ser libres. Politizaron la religión. Unos se fueron, otros se quedaron aburridos y medio frustrados. Otros resolvieron ante los alejamientos que sufrieron, dedicarse a sembrar ideas políticas y sociales por los barrios. Dividieron todo entre ricos y pobres y por salvar a millones, ahuyentaron a los pocos. Como si los ricos fueran “culpables” de sus estudios, vida cómoda y herencias recibidas.
Otros muchos constatan que no tienen ningún MENSAJE profundo ni la manera de comunicarlo a las gentes y hoy viven callados y marginados. Rumiando un sacerdocio caduco.
En esa época post concilio vaticano II. Crearon muchos aspectos de la predicación, de las comunidades de Base, de compromiso social, de campamentos misión, de lecturas avanzadas (ver-juzgar-actuar).
Muchos no tan alebrestados, cambiaron la predicación y ensartaron frases del evangelio y las Escrituras como recitadas para sembrar una especie de “SERMON escriturístico” que le daban vueltas de aquí para allá y de allá para acá y doblegaban al Biblia, algo parecido a los pastores protestantes y adventistas que llenan teatros y estadios en los Estados Unidos, inflando el fanatismo, manipulando las emociones y las sensaciones religiosas de las gentes a partir de la CULPA.
Otros tirándose de modernos bregaron a interpretar las Escrituras con moldes mas actuales e invitan a las gentes a la reflexión y al Amor a Dios. Esos ya se asomaron a que Dios estaba en las realidades sociales y habitaba el mundo. Que Dios era un Ser Social. Que Dios se había encarnado en la Historia.
Estos dos lenguajes; son el “primero religioso-pio-devocional” y el segundo un poco mas humano y envuelto en las Sagradas Escrituras. Pero un poco sectario y eliminó a los ricos de las iglesias. Les intentó sembrar culpa. Y dividió en lucha de clases una rivalidad de creencias. Este lenguaje agresivo y con desfachatez, hizo que las gentes se fueran de los templos, sobre todo los hombres racionales pero heridos, pensantes, pero no encontraban respuestas lógicas y acordes con la vida. Prefirieron ausentarse de la fe y sus enormes misterios enredados y sin emoción. Les dolió que la fe y la ciencia vivieran con esquizofrenia y separadas la una de la otra, sin dialogo respetuoso.
Estos rezan el rosario de forma mecánica y con tintes de antes. O lo abandonaron por siempre.
Aquí hay ESPIRITUALIDAD, las gentes crecen y tienen territorios de paz. Dios se manifiesta dando alegría de vivir. El ser humano aquí lee libros para calentar el alma, para motivarse, para sentir emociones. Son libros que endulzan las dificultades y sinsabores.
Meditan OASIS, como lugares pacíficos donde refugiarse de las penas de la vida. Leen y meditan libros como chocolate para el alma. Y son como un TE o un CAFÉ, para envolatar los sentimientos. Otros hacen yoga para ocultar los problemas humanos y encerrarse en la oración y silencio para no escuchar a nadie, ni tener que oír tragedias.
3.
Por fin desde hace unos años hemos descubierto que hay una TEOLOGIA, que hay un pensamiento transformador que sale de la reflexión que nos jalona las Escrituras, los Pensamientos, los avances, las Ciencias de todos estos 21 siglos de evolución. Que lo que han pensado filósofos, descubrimientos de psicólogos, que las creaciones de escritores y literatos, que muchas intuiciones de muchos iluminados, todos ellos aportan a la modernidad otras formas de ANUNCIAR y DENUNCIAR, la misma soledad de siempre, las injusticias, los desamores, las envidias, los celos, las venganzas, las rabias e iras, la pereza y la desidia, los olvidos y negaciones de Dios de todos los tiempos. Todas estas realidades crueles no tienen rasgos socio-económicos, las sufrimos todos; por la tanto la predicación es para denunciar algunos aspectos egoístas, pero ahora es mas importante ANUNCIAR buenas noticias, aspectos que la Iglesia y sus sacerdotes hace mucho no advierten. A la iglesia con sus sacerdotes se les olvidó dar BUENAS NOTICIAS.
La teología es una mirada sapiencial con sabiduría, y es profética para anunciar la buena nueva, las buenas noticias. Animar la vida de fe en los demás.
Que el Ser humano posee los mismos problemas, inquietudes y preguntas por resolver que ayer y hoy y mañana. Que la fuerza espiritual la necesitamos todos cada uno, según medida e inquietudes. Que Dios está en el cerebro con una ciencia que llama NEUROTEOLOGIA, y que unos son mas espirituales que otros, y muchos no tiene en el cerebro ningún rasgo religioso que los ayude a asomar a estos abismos y panoramas. Hay que comprenderlos en silencio y con respeto.
Que desde que la Encarnación fue inaugurada, lo importante es el centro del ser humano. Con la condición que sea y sin crear “muros berlinescos” que no tienen sentido.
Todo gira, en torno al HUMANO, y sus miserias, todo rodea al ser humano como Ser TRASCENDENTE. Es mejor animar para advertir que la UTOPIA de vivir, es realizable si alcanzamos la Dignidad Humana.
Entonces la Eucaristía tiene sentido si la homilía recoge los avances de la humanidad con sus retrocesos e involuciones. Que el pasado hay que revolverlo con el presente. Que la vida de todos es la misma llena de durezas y frustraciones. Que el egoísmo se va dominando de a poco en la medida que haya libertad, responsabilidad y solidaridad.
La eucaristía es para calibrar el corazón del creyente porque está cimentada en las crisis y conflictos. La eucaristía es una emulsión para fortalecer los momentos difíciles y turbulentos. La eucaristía recuerda la despedida de Jesús para enfrentar la muerte. Que de ahí sale para el zanjón de los olivos a Orar y decirle al Padre que aparte el cáliz doloroso de lo que va a ocurrir, como petición, pero al mismo tiempo como fuerza para enfrentar sin tanto miedo lo que viene: la Cruz.
Que la eucaristía no es solo cantar y aplaudir, leer y repetir un ritual sin VIDA, sino tomar conciencia que vamos a morir y es necesario preparar la muerte como el momento del Encuentro con el Señor de la Vida.
Es tomar conciencia que antes (en el Antiguo Testamento) y después al comienzo de la Iglesia con las primeras comunidades de creyentes, hubo preguntas inquietantes como las primeras expresadas en los 11 primeros capítulos del Génesis, que son como un prólogo a las escrituras con cuestionamientos que se hacían y no tenían respuestas. Que no pudieron descubrir de donde salían los crímenes, los robos, la maldad y las injusticias. Que la pregunta por la MUERTE, era insoluble y es el final de nuestra vida aquí, pero el comienzo de otra forma de vivir. Y que nuestros filósofos, psicólogos y sociólogos esculcan en sus pensamientos las mismas preguntas y escriben las mismas inquietudes.
Que los líderes de allá fueron héroes con sombras y errores, parecidos a los de ahora. Que las plagas de Egipto se repiten hoy en formas de virus, hongos, bacterias sueltas y con nombres como pandemia y gastroenteritis, dengue y paludismo, cáncer y presión alta.
Que allá hubo guerras de todos los calibres y con las mismas codicias de acá. Que la muerte era el pan de todos los días como los de hoy en los noticieros, periódicos y morgues de todos los tamaños.
Que los literatos de antes escribieron con sus métodos y figuras literarias sus narraciones con 72 libros llamados Biblia, y en estos 21 siglos nosotros hemos escrito y nos hemos acercado a la Verdad con otros modelos de escrituras, pero con la misma intención de antes: aclararnos los misterios y preocuparnos por las mismas preguntas.
Que la teología necesita sabios, poetas, predicadores, pensantes, creativos, pedagogos que anuncien con emoción la palabra, con creatividad los Mensajes y con fuego que impacte para hacer crecer.
Que los Libros de allá fueron escritos con narraciones históricas, con poesías, con dramas, con parábolas, con cuentos, con guerras interminables y desastrosas, con evangelios para comunicar la Buena Nueva, con cartas explicativas de los problemas que los acosaban y los dividían. Con libros simbólicos, con narraciones mas sencillas, pero todos los libros apuntando a dos centros especiales: la lucha entre el Bien y el Mal, y que si hacemos y le apostamos al Bien Dios triunfa en esta Tierra. Ellos escribieron la historia de Caín y Abel como una forma simple de narrar el bien y el mal. Un representante nuestro del mundo moderno escribió con el “lobo estepario” todo su fondo maldadoso y critico, pero alumbró el surgimiento de su espiritualidad, escribiendo “Sidartha”, su evolución espiritual. Su lado bondadoso. Ambos son el mismo asunto.
Lo importante es el SER HUMANO, la clave de la fe esta en comprometerse con la miseria humana. Es estar al lado de las gentes con su dolor y soledad. No hay que hacer nada raro, acompañar, alimentar, servir, perdonar y predicar. Es preocuparse cada uno por los que rodean y están al lado. No hay que ir a buscar, es abrir los ojos de la Ternura, es ver con mirada APRECIATIVA. Es comprender sus dolores y miserias, escucharlos y dar alguna voz de comprensión.
Es vivir con compasión la vida. Es hacer tareas humanas con las gentes necesitadas de salud, de fe, de pan y agua de vida, de compañía y de perdón.
Aquí en esta posición Jesús no es ayudante, es un habitante interior que muere con nosotros y cada uno. Que sufre con el sufriente. NO hay que pedir nada, dejar el miedo para enfrentar el FINAL, como El, lo enfrentó.
Que la TEOLOGIA es la ciencia que nos prepara con preguntas de cada momento histórico para resolver con RESPUESTAS originales según el problema que nos acose y a la luz del Espíritu Santo que nos ilumina según el DISCERNIMIENTO especifico que cada uno viva. Y que nos empuja a ser SOLIDARIOS con los demás.
Los de aquí a lo mejor no rezan el rosario porque el tiempo se volvió tenso y no rinde, las rutinas nos amenazan mucho y las cotidianidades nos aburren, pero si alguien lo entona es con otros criterios y acortando la ceremonia.
Aquí hay libros de NOCHES OSCURAS como las vividas por San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y otros crudos que sufrieron y escribieron sus dolores y noches criticas para enfrentar el dolor y la soledad. Aquí no hay que leer OASIS, con sabor a menta para pasar el mal sabor de existir.
Hasta aquí la descripción de tres clases de ceremonias, de sacerdotes, de perfiles religiosos, de maneras de manifestarse los seres humanos. Hay para todos los gustos y por diferentes caminos. En cuál se sitúa usted.
Ojalá hayan descubierto que una cosa es la “religión”, otra la “espiritualidad” y muy distinto vivir una teología que apunta todo a la humanidad frágil, vulnerable, en peligro y amenazada por la maldad. Eso significa crecer en la Teología que es un desarrollo monumental y contante llevado por el Espíritu Santo que guía, conduce y sopla en cada momento.
Estamos tan alienados, tan extranjeros en la Tierra que ni siquiera nos damos cuenta, y poco sabemos transmitir las realidades de la FE. Las gentes andan como a la deriva y van camino de Jerusalén habiendo huido de Emaús llenos de desilusión, tristeza. Con un profundo sentimiento de derrota e incomprensión con tanto enredo y pocas Noticias Buenas. ¿Usted con cual creencia funciona?
Junio 3, 5, 6, 8 de 2.020
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