(F. Jalics)
No es para disolver las oscuridades, sino cómo traspasar con algunos rayos de luz, las zonas espesas. Es aprender que la fuerza de la mirada y la luz de la confianza difuminan las espesuras del camino.
Encontrarse con Jesús, a través de la meditación-oración-reflexión es un ejercicio de iluminación, de aclaración, de dejar entrar la luz a las oscuridades de la ignorancia y a las porciones de egoísmo que nos encierran por la tendencia innata a vivir entre el YO aislado.
La quietud de la meditación va abriendo los caminos, en la neblina gelatinosa de la vida. Es la quietud la que pone en movimiento muchas energías vitales desde el interior para ver y escuchar mejor los sonidos de la existencia.
La quietud, va transformando por dentro, las dinámicas que purifican los dolores pasados. Se necesita una oración vocal, una misión que señala el recrear de la biblia, un silencio contemplativo y una mística cercana.
Es en la quietud, que puedo escuchar todos los ruidos, mis egoísmos, mis peleas internas y exteriores con otros, mis actitudes desgraciadas con la vida. Mi conchudez y descaro para no escuchar la CONCIENCIA, y bregar a apagarla con distracciones en el cerebro como justificaciones y faltas de humildad.
Es desde la quietud que puedo diseñar 4 formas de vivir en oración constante, en clima de meditación, en silencio activo:
a- Recurrir a la oración explicita de mantras vivos. Frases repetidas con amor y concentración.
b- La historia de la fe bíblica de vivir en la creación sabiendo que el arbolito y la serpiente tuercen los caminos. Toda creación posee diluvios destructores de realidad. Que el BIEN con el mal, pelean en mi campo de guerra interior y en los demás.
c- Creando un clima de silencio contemplativo a lo largo del día. Izando la fe de maneras constantes.
d- Forzando momentos místicos y de unión con Dios, mas fuertes. Iluminados, positivos, llenos de esperanza.
El camino de la oración, consiste en revisar a toda hora nuestro plan de Dios enfocado en los mandamientos. Pero no como listado prohibitivo sino como referencia con Dios Creador que nos señala unos parámetros para vivir con sentido moral de justicia y amor, respetuoso a las leyes de convivencia.
Poner a Jesús como centro de nuestra vida, como eje de humanización en la que me comprometo a vivir como Persona. “Si quieres entrar en el Reino de Dios, guarda sus mandamientos”. Vivir en el ANHELO por Dios y su imagen para copiar, para estar dedicado a lo fundamental, lo importante en la vida. Dejar de preocuparme por lo material y vivir lo espiritual de forma armónica.
El que se salte uno de estos preceptos y enseñe a otros a traspasarlos, será menos importante en el Reino, pero quien los CUMPLA, y enseñe a otros a guardarlos, será grande en el Reino. Mateo 5, 17-19. Aceptar a Dios como legislador y Padre del orden en el mundo. Y por ahí, vivir que las relaciones con Dios y con los hermanos es paralela, quien acepta a Dios aprende a convivir. Cualquier desacuerdo-pelea-roce-violencia con otro, es señal de que Dios todavía queda LEJOS.
Vengan benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste agua, estaba solo y me acompañaste, necesité ayuda y fuiste apoyo, estaba desnudo y me diste protección, era forastero y me hiciste sentir cercano, estuve en la cárcel y fuiste a visitarme. Catálogo de cercanía con todos, con los otros, con el prójimo.
“Escucha Israel, el primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas y el segundo es amar al prójimo como a sí mismo”. Lucas 10.25-28. Los dos van juntos y correspondientes.
Quien pelea, desprecia, ahonda tensiones con otro se AISLA de Dios en su corazón. Dios crea la ARMONIA con todos los humanos, usted no puede permitir violencia, maltrato, indiferencia y desasosiego con los demás: es síntoma de desarmonía.
Quienes quieran salir de la ESCLAVITUD, deben reconocerlo en la zarza ardiente de la amistad con otros, de caminar por las arenas de la soledad con los demás y que ahí hay que ser solidarios, hermanos, indulgentes y perdonadores con las lastimaduras que nos causamos mientras caminamos.
Pedro, reconoció en cesarea de filipo, que Jesús era el MESIAS, pero quien le hacía caso a sí mismo, quien pelearía por sacar a los romanos de Israel, pero que no estaba con el otro, solo con él mismo. Es la manipulación de Dios a toda costa y a mi favor, en contra de mi “enemigo”. Mateo 16, 22. Era un Mesías, a mi favor, en contra del otro. Era un Mesías, pero según mi medida. Era el Mesías, pero manipulado por mi ego, capricho y voluntad de dominio. No es el Mesías para sacar a los otros de “mi tierra”, de mi corazón, de mi orgullo, de mis relaciones personales. No es reconocer a “mi-Mesías” para aplastar a los otros, entre los dos.
Jesús es ante todo para fortalecer:
1- El significado de mi vida con todo lo que sucede en medio de mis decisiones, elecciones y escogencias.
2- Aceptar que estamos creados para CRECER y menguar, para nacer y morir, para expandir y sufrir las estrecheces de la realidad que me incomodan, sin quejarme y sin hacer show.
3- Aceptarme a mí mismo con salud y enfermedad, con cualidades y vacíos, con ilusiones y roturas. Y que los demás están ahí al lado y vamos juntos, aunque me incomoden, pero yo debo quererlos así. Orar por ellos y animarlos con mi forma de ser y vivir, de actuar y reaccionar. Todos los conflictos con los demás, son señal de que no tenemos las emociones de forma CLARA, y nos asustan.
4- Querer a mis padres y familiares que me dieron la vida y a quienes les debo jerarquía, respeto, admiración y perdón.
5- Querer mi país donde vivo, crezco, sufro y muero. Todo eso conforma la realidad del ACUARIO, que me permite vivir-respirar, como pez en el océano. Aunque la lucha contra las aguas sea denodada.
6- Asimilar la fe con la que nací y me impusieron, como signo de aceptación, emoción y camino de realización emocional, religiosa, cultural y trascendente. Aceptar los principios de realidad, que se imponen porque yo no diseño la vida, la vivo-la sufro.
2.
La meta se escala, se consigue, con enormes esfuerzos, con disciplina, con una carga de conquista que exige sufrir y alegrarse por llegar.
Pero cuando alcanzamos la cima nos damos cuenta que no es como llegar a un punto, sino transformarnos en la cumbre porque una vez que escalamos sentimos el CAMBIO, la persona que escala no es la misma que comienza el descenso: pero se transforma. Adquiere un potencial diferente de subir a bajar. Es como OTRO.
Allá no hay dolor, no hay cambios, no hay vacío. Todo es plenitud y emoción eterna. Allá reinará la verdad, la justicia, el amor y la serenidad. Ya pasaron los momentos difíciles de la ascensión, ahora es la paz interna de haber escalado. Conseguir la transformación.
Morir, es como llegar a la CUMBRE, sentir la transformación especifica de haber subido, de empezar el regreso y experimentar los cambios mas impresionantes, solo vividos por quien hace la pascua de ir y regresar.
Escalar el HIMALAYA, transforma, cambia, ordena la vida, es una experiencia sutil y fuerte que deja a otro ser humano muy distinto al que comenzó la aventura de escalar. Volver por lo general con toda la experiencia de haber subido, para ENSEÑAR, cómo se sube, cómo se asalta al Everest. Dominar el arte de SUBIR prepara para ser coach con los que suben y bajan, con los escaladores de la vida, con los que se empeñan en ganarle a la existencia, siendo itinerantes de la cadena de “los Himalayas”. Experto en caminos de nieve, hielo, soledad, esfuerzo personal, trabajo en equipo, sometimiento a las fuerzas de la naturaleza que se imponen y hay que vencerlas.
Escalando soy totalmente SOLO, sin embargo, me apoya un equipo, somos varios alpinistas.
Durante el ascenso-descenso no veo mi rostro, no escucho mi nombre. Dependo de que me llamen y me enfrente a otro rostro amigo, para reconocerme. Necesito los estímulos externos y la fuerza interior para no desfallecer y vencer los obstáculos. Como quien dice; el reto es conmigo mismo y vencer la montaña, pero sin pelear con ella sino PIDIENDO PERMISO, es la montaña la que me deja escalar, llegar a su CIMA. Si soy escalador respetuoso, debo contar con ella y su misterio no solo para pisarla sino para recorrerla en ambos sentidos: ir, aprender y regresar a casa. Y una vez en casa, enseñar a otros.
Es frente a la MONTAÑA, del Himalaya que me reconozco, es ella la que me nombra con mi nombre y como escalador para que me identifique, eso necesita la paciencia, la humildad, la actitud respetuosa, sin pelear, humanizando cada paso, preparando el regreso, desprendido en la cima, para no querer quedarme sino emprendiendo el REGRESO. Solo con mi NOMBRE, y escuchándolo, soy reconocido. Cuando la montaña me llame en su ECO, puedo asimilar todo el camino.
Es allá en las cimas del Himalaya que puedo reflexionar por el campo de golf. Una geografía con un hueco misterioso que señala cada hoyo del campo de la vida. El juego de golf, es un deporte personal de PRECISION. Embocar una bola especial en los 18 hoyos que tiene un campo misterioso, como la vida donde cada metro de la superficie es diferente, nada se repite, la vida es cambiante como toda la realidad. Cada uno de los 18 hoyos, diferentes y lleno de obstáculos: unas trampas de arena, unos laguitos con agua, unos árboles que estorban, unos montículos que hacen de la superficie con desniveles inverosímiles, las fuerzas del viento en contra y en todas las direcciones. La inestabilidad del piso que aparece como llano, pero tiene las arrugas que incomodan. Incluso insectos y rajaduras de la tierra como cicatrices cubiertas con vegetación que vuelven el escenario mas difícil. Así es la vida: jugar GOLF, en medio de estos escenarios misteriosos, fabulosos e increíbles.
La geografía que desafía a cada golfista. Ganarle al campo y a su propio pulso. Todo golfista, camina con un caddie que nos acompaña y se hace cargo de la bolsa con el peso, de 13 palos. (maderas y hierros). Muchos golfistas cuentan con el caddie, otros lo ignoran.
“Vende todo lo que tienes”, escalar el Himalaya exige no llevar nada. Es con lo mínimo que se escala. Ser alpinista, es vivir con lo poco. Jesús vino para conducirnos a donde el Padre, que es todo un sendero escarpado de montaña misteriosa y se sube con esfuerzo, sin nada, con la confianza en EL, con la esperanza en Dios, viviendo en su modelo de vida.
Es fácil seguir el camino, si se avanza con las premisas de Jesús. Pero quien posee muchos resabios, caprichos y egoísmos le queda muy difícil. Pasa mas fácil el camello por el ojo de la aguja.
Es con la generosidad: “dejaron las redes y lo siguieron”, así sin condiciones. Con espontaneidad. Pedro y Andrés. Marcos 1,16-20
Sin temores ni dudas; “no temas, desde ahora serás pescador de hombres”. Lucas 5,10-11.
“Se desprendieron de la barca y su padre y se fueron tras EL”. Así sin despedida lastimera, con emoción por lo nuevo. Mateo 4,22.
“Al pasar vio a Alfeo, en el mostrador de los impuestos y le dijo SIGUEME”, y se levantó y lo siguió. Mateo 2,14.
“Vio a otros”, pero le pidieron permiso para ir a enterrar a los muertos… Lucas 9,59
“Encontró a varios”, pero habían comprado arados y debían probarlos. Estaban ocupados en otras distracciones. Lucas 9,61-62.
A otro le dijo “sígueme, pero tenía afán por ir a despedirse en su casa”.
Todos debemos cargar con la cruz, con los dolores guardados desde la infancia, las malas decisiones, las elecciones sean como sean, las escogencias oportunas o inoportunas. El peso de la existencia. Las equivocaciones, lo realizado y lo frustrante. Lo que pesa y los olvidos que nos marcaron. Llevar el morral de la vida con todos sus pesos y carencias, con todos sus horrores y errores, con todas sus ilusiones y pesadillas.
Todos estos sacrificios son “para ir a enseñar, curar enfermos, resucitar muertos y desanimados, limpiar leprosos, sacar malos espíritus”. Mateo 10,7-10 Todo esto es PROCLAMAR el Reino de Dios en el mundo.
3.
Cuáles frases del Evangelio, usted ha vivido, cuáles le resuenan de forma existencial. Usted cuáles ha escrito con su vida. De qué se ha dado cuenta, que el Evangelio está amarrado a su vida.
1- Con solo tocar el borde de su vestido, salía una energía especial.
2- ¿Y ustedes también se quieren ir?
3- Hagamos aquí tres tiendas, estoy bien.
4- No pudieron velar conmigo, se aburrieron.
5- Vayan y preparen la pascua, en la casa que les indicaré.
6- Encontramos al Maestro, ven y lo verás.
7- Dejándolo todo, le siguieron.
8- No entendieron nada de lo que les dijo.
9- ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
10- Que nos podamos acomodar el uno a la derecha y el otro a la izquierda del Señor Jesús y quedar al lado….
11- Muéstranos al Padre, que eso nos basta.
12- Dejar todo, nada necesito, vivir desprendido.
4.
Todo ser humano busca vida plena y uno de los mecanismos es acumular riquezas de varios tipos. Con estas riquezas espera organizar las relaciones humanas y comprar afectos, tener poder. Pero las riquezas poseen enemigos de todo tipo: los ladrones, las polillas, los errores humanos como la ambición y la devaluación hacen que sean perecederos. Y sobre todo al final; no nos llevamos nada. Por eso hay que estar limpiando el CORAZON, los ojos, los apegos para no querer acaparar ningún objeto que nos pesa demasiado. Vender todo, sacar los tesoros que nos atan, no retener gente, ni objetos, ni eventos.
Nuestro TESORO, es Jesús: Es el Hijo de Dios, Él es la luz del mundo. Principio y fin de toda la Creación. Estamos llamados a reproducir su IMAGEN. Somos espíritu y vida si lo transparentamos.
“Él es la imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura porque en EL fueron creadas todas las cosas. Todo fue creado por El y para El. EL, es anterior a toda creación. Y todo se mantiene por EL.
EL es la cabeza de toda la iglesia, es el principio y PRIMOGENITO, porque el Padre Creador quiso que en EL, residiera toda la CREACION. En EL, RECONCILIO TODA LA CREACION, haciendo la Paz con todo lo creado, gracias a su SANGRE DERRAMADA en la cruz”.
Este es el CREDO fundamental escrito por Pablo en la carta a los Colosenses. Colosenses 1,15-20.
Cuando Pablo entendió todo esto comenzó a desgranar con sus cartas el inicio de la Teología, y fue el pigmento y la levadura para hacer saltar a la primera comunidad cristiana con todo el desarrollo entre las gentes y comunidades por el mediterráneo.
Este HIMNO, junto con estos otros, son como una cascada de emoción, de alegría de creer, de fuerza salida desde el corazón y que nos debe emocionar para ir poco a poco transformando las conductas que cambiaron a Pablo, y que se llama su cambio-CONVERSION, que experimentó para pasar de fanático perseguidor judío a CATOLICO Y COMPROMETIDO a vivir en la primera comunidad cristiana. Testigo de un Jesús muerto, crucificado pero exaltado como Resucitado en otra manera de vivir.
Hay otros Himnos: “Por El, todo lo perdí, pero considero basura la realidad, con tal de haber hallado a Cristo. Todo lo que significa CONOCERLO, y la fuerza del resucitado, y la Comunión con sus padecimientos, son todo en mi vida hoy. Filipenses 3,7-12.
“Para mí la vida es Cristo, y el morir es ganancia.” Filipenses 1, 21-23.
Es tal la SOLEDAD, EL VACIO con el que vivimos la vida, que es necesario darle una vuelta al tornillo para encontrar otra manera de vivir. La SATURACION, nos hace sentir agotamiento y rutina desesperante, por eso CAMBIAR es una forma inteligente de enfrentar la realidad. Asomarnos a otro Panorama, para ver otras realidades mas satisfactorias y plenificantes.
Cuando hemos navegado en las aguas de las materialidades es importante cambiar de MAR, y pasarnos a lo ESPIRITUAL-TRASCENDENTE, para mojarnos en otras corrientes. Es en definitiva una lucha seria entre un hombre exterior lleno de objetos, caprichos, cosas caducas, complejos de culpa, fallas antiguas que atormentan, escrúpulos que siguen salpicando a la conciencia, miedos viejos y sustos nuevos que forcejean con un HOMBRE NUEVO, que desea superarse, cambiar, manejar la vida nueva, reubicar la espiritualidad. Dejar al habitante viejo y renovarlo por el NUEVO.
Porque lo que no VEMOS es eterno y duradero, lo visual es pasajero, es transitorio, caduca tanto que de muchas formas es rutinario y cansa. “En El vivimos, nos movemos y existimos”. Hechos de los apóstoles 17,28. Porque no vivimos para sí mismos sino para Cristo y al servicio de los demás. Para esto murió y resucito Jesús porque Él es Señor de vivos y muertos”. Romanos 14,7-9 “A toda hora nos apremia el Amor de Cristo.” Carta 2 de Corintios 5,14.
La MISION, es anunciar que el Reino de Dios está cerca porque la humanidad está llena de enfermos, y es necesario alentarlos, animarlos, darles buena noticia, sembrarles algún ANHELO. Hay que predicar gratis lo que hemos recibido para entregarlo, sin asomo de lo monetario. Todos estos son himnos vitales, clamorosos para fortalecer el ánimo de vivir en Jesús y para los demás.
Es como ir en medio de lobos la faena será dura, difícil, llena de peligros, soledad y fatigas de todo tipo.
Pero sobre todo tenemos la última tarea: lavar los pies a los otros, servir hasta la humillación, ser cercanos a los demás, estar pronto a ayudar y perdonar. La misión se realiza en medio de la incomprensión, de los malos entendidos, de los roces afectivos con todos alrededor. Predicar está expuesto a los comentarios, a las interpretaciones llenas de mentiras y verdades con inconvenientes.
La Misión es toda una espiritualidad, es una fuerza trascendente, porque la Misión debe ser vivida, anunciada, testimoniada. Es un sello personal que marca a todos.
Es anunciar la Buena Nueva todo el día con todas las acciones diarias. Cumplir los mandamientos y expresarlos de tal forma que los demás lo vivan.
La Misión se hace las 24 horas del día, con un profundo sentido de COMPASION, nada de lo humano nos puede desanimar, ni torcer, ni angustiar. Nada de las conductas humanas pueden ser motivo de SORPRESA, de aniquilación, de sentido obtuso. Todo lo humano, aunque no lo COMPRENDAMOS, es lugar de perdón y disimulo. De no asustarnos. Ninguna conducta humana, será motivo de CASTIGO definitivo con nadie, y mas si lo queremos. Solo necesita Perdón, sin explicaciones. Compasión sin excusas. Gratuidad sin reclamos.
Es el campo de lucha interna y exterior entre los mandamientos que debemos cumplir que se fajan con el egoísmo, la agresividad, la manipulación, los caprichos que tienden a imponerse sobre otros. Son todas las fuerzas de la CODICIA, que acaparan, quitan, derrumban, maltratan a todos con tal de quitar y dominar a los otros.
El AFAN DE PODER que desaforado anda suelto por la superficie de la tierra y me hace un vándalo aprovechado de las debilidades ajenas. Porque” me gradúa de déspota, tirano y dominante”.
La ambición desmedida que me hace egocéntrico y descarado con respecto a los otros, a quienes engaño, quito, pisoteo y maltrato.
Para vivir en ESTADO DE ORACION, es necesario sacar tiempos reales de silencio, oración, meditación, “clausuramiento”, mirar para adentro de sí mismo y encontrar QUIETUD. Es irme convirtiendo en un contemplador en la ACCION, pero para eso es clave los ratos directos de oración, de silencio, de contemplación.
Aprovechar los mensajes que leo de la vida y darles una profundidad como noticias que me acerquen al Señor Jesús y a la vida del Reino.
Todo esto desemboca en tomar DECISIONES, hacer ELECCIONES y determinar ESCOGENCIAS oportunas que eviten las inoportunas. Que es el campo real de una persona con autodeterminaciones a toda hora y en nombre del Señor Jesús, para vivir conectado a su EJE.
Por eso es tan importante REVISAR la vida, esculcar el pasado sobre todo en la infancia, detectar las figuras parentales, cómo fue mi relación con mamá, con papá, con familiares cercanos, con hermanos, con el colegio, con las figuras de autoridad, con los amigos primarios.
Tener una actitud de perdón con mi pasado, con mis padres y figuras parentales que a lo mejor me hayan maltratado. Con ellos saldar las deudas, dar y pedir perdón, limar las asperezas, comprender las rivalidades. Perdonar mis errores, equivocaciones y malos pasos que tomé.
Repasar accidentes, enfermedades, eventos singulares, tragedias familiares, paseos y momentos gratos. Vacaciones y oportunidades de la vida. Premios y satisfacciones. ¿Dónde Dios se manifestó en mi yo personal y en mi vida familiar?
Esculcar en personas concretas que de alguna forma han sido paradigmas serios de responsabilidad con la vida y me han dado EJEMPLO. Qué ejemplo me dieron, que motivación recibí y cuál es su apoyo y mensaje para mi vida. “te doy gracias Padre, porque has escondido estas cosas a los grandes y se las has revelado a los pequeños” Si, Padre así te ha parecido bien.
Yo qué he descubierto, en mi sencillez de parte de gentes que se acercaron y me infundieron mensajes de vida, fuerza para existir y sobre todo aprendizajes concretos en mi vida.
Hay una imagen agrícola que nosotros por cultura no entendemos: la vida y los sarmientos. La vid es la que permite la fuerza de vida, los sarmientos son apéndices unidos a la sabia. Los sarmientos no producen los frutos, la vida hace que crezcan los frutos, si están conectados a los sarmientos que son los canales abiertos a la sabia.
Así es Cristo, la FUENTE, quien irradia la paz, la vida, la fuerza, “Yo soy la verdadera VID, y mi padre es el labrador. Cuando un sarmiento no da fruto, se arranca, que es como podarlo, para que dé fruto. Hay que permanecer en el Amor, en la fuerza de la vida para dar fruto…si no está prendido a la fuente, no hay vida. Oración, silencio, reflexión, meditación son el horno necesario para ser fructífero, para generar vida.
De modo que la cosecha es todo un proceso de sembrar en el silencio, de abonar la tierra con la quietud, de ponerle cuidado a lo sembrado, de esperar en oración la parte final de recoger lo que se espera. Estar conectado la Padre de la Vida.
Preparar la tierra.
Escoger la mejor semilla.
Sembrar adecuado con todas las especificaciones.
Juntar agua, sol, viento y condiciones armónicas.
Abonar, fertilizar y ponerle cuidado a la mata.
Desyerbar, aplicar fungicidas y mata malezas.
Soñar el cultivo.
Cosechar.
Las flores del campo, de los jardines, están ahí, alabando, adorando, dando gloria a Dios, no hacen nada especial. Hay que dedicar tiempos significativos de presencia con Dios de formas fuertes.
Orar significa estar atento a la Presencia de Dios, a la alegría de ser habitado por Dios desde adentro.
Es escuchar el fondo de las bienaventuranzas, escuchar que somos humildes, mansos, activos, preocupados por los otros cualesquiera que sean sus dolores, consolar a los demás, vivir en paz, ser atento a los otros, ser servicial y visitar a los solos. Tener un corazón compasivo a todo dolor humano y a toda tragedia que ocurra con corazón conmovido.
Noviembre 4 de 2.018
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