Un profeta llamado Isaías, un tiempo después de haber estado presos en los canales de Babilonia, limpiando esas obras de ingeniería tan sensacionales que eran una forma de aportar a la ingeniería agrícola, en esos momentos llenos de desolación y esclavitud, sienten unas manifestaciones muy groseras en su vida, este pueblo arameo del valle del norte que son deportados al imperio Asirio-Caldeo. Es el año 780-al 740. Antes de Cristo.
Isaías escribe unos cánticos extraordinarios y misteriosos. Cuando Jesús ya ha muerto, desenrollan estos textos y organizan la crucifixión de Jesús con esos escritos.
Los convido a leer los capítulos 53, 54, 55 de Isaías. Despacio, meditando la cruz y sufrimientos de un condenado a la muerte.
Capítulo 53.
“No tenía apariencia ni presencia. Le vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres. Varón de dolores y sabedor de dolencias. Como uno ante quien se oculta el rostro. Despreciable y no le tuvimos en cuenta. Y con todo eran nuestras dolencias las que EL, llevaba y nuestros dolores los que soportaba.
Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado. Él, ha sido herido por nuestras rebeldías. Molido por nuestras culpas.
Él soportó el castigo que nos trae la paz. Y con sus heridas hemos sido curados. Todos nosotros como ovejas erramos por caminos diversos, cada uno marchó en desorden por un sendero. Y Yahvé descargó, sobre Él, la culpa de todos.
Fue oprimido, y Él se humilló y no abrió la boca (se quedó callado).
Como un cordero, llevado al matadero para el degüello. Una oveja mansa que lo llevaban para ser trasquilado. Iba muda, y no abrió su boca.
¿Tras el arresto y el juicio fue arrebatado y de los que estaban por ahí, quienes se preocuparon? Fue arrebatado de la tierra de los vivos, por las rebeldías de su pueblo ha sido herido y pusieron la sepultura entre los malvados. Y fue enterrado entre los ricos, allí pusieron su tumba. Por mas que no hubo atropello, ni hubo engaño en su boca.
Mas plugo a Yahvé, quebrantarle con dolencias.
Repartirá con los poderosos, su despojos y túnicas. Indefenso se entregó a la muerte. Fue contado entre los rebeldes y llevó sobre si mismo, los pecados de todos. E intercedió por los rebeldes y pecadores.
Capítulo 54.
“Grita de júbilo, estéril que no das a luz. Rompe en alegría la que no ha tenido dolores.
Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, pero Mi Alianza de PAZ siempre tendrá compasión de ti.”
Capítulo 55.
“Y vuélvase a Yahvé que tendrá compasión de él. A nuestro Dios que será grande al perdonar. Porque mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes y mis caminos no son los caminos de ustedes. Porque la distancia que hay entre el cielo y la tierra, así de distantes son mis pensamientos y mis caminos de los de ustedes. Todo queda lejos e incomprensible.
Como desciende la lluvia del cielo y no vuelven allá, sino cuando empapan la tierra para hacerla germinar, para que haya fruto en el sembrador y haya pan para el hombre, así quien cumple sembrando y cosechando, podrá tener los frutos de la vida que Yo envié.”
Con estos textos de Isaías, adornaron la muerte y crucifixión de Jesús. Nadie vio la cruz de ellos cercanos a Jesús, EL murió solo y rápido por un juicio de afán realizado por los judíos y el gobierno romano y depositado en cualquier fosa común donde arrojaban a los esclavos y malandros de la época.
Cuando ya ha ocurrido el suceso, llega la noticia a Galilea, por allá en el norte de Israel y toman conciencia que ese era el MESIAS, ignorado por todos, en el lago de Genezaret.
2.
Cada viernes santo es diferente, porque cada momento histórico nunca se repite, la historia es lineal, circular, llena de recovecos, maneja la espiral, va y viene, pero sin repetir nada. Es un ciclón con manifestaciones calmadas y llenas de misterios. Avanza y pareciera que retrocede, pero nunca se detiene. Este viernes santo de 2.020 nos agarró en plena CUARENTENA, castigados, en casa. Tomando conciencia que el último rincón donde hay vida y llena de peligros sembrados y atormentados por los humanos, es esta TIERRA. Si no organizamos y limpiamos la vida en la Tierra, ya no nos queda otro planeta.
Estamos en una revisión seria, profunda si nos disponemos. La Tierra está esperando una respuesta honesta de nosotros y cada uno. Ya está mamada y triste de nuestras conductas injustas e inhumanas. De nuestro desorden, desidia y maltrato. ¡Ya no más!
3.
Podemos hacer un recorrido por las 7 palabras que la iglesia tradicional recorre en los sermones del Viernes Santo, de una manera creativa.
La pandemia, nos desnuda, nos anuncia que la tierra no tenía la seguridad vital para sus gentes. Problemas de salud, de movilidad, de vivienda, de alimentación, de convivencia. La mitad de la humanidad todavía vive al margen de los medios de comunicación, internet y relaciones sociales de las redes. Estar encerrados en las casas cuando hay millones de gentes que viven del trabajo, del pan diario, rebuscando 5 dólares para poder comer. La violencia, la incomunicación social e intrafamiliar en sus relaciones tensas, todavía asustan a las gentes que no pueden convivir, de manera sana.
Todavía el sistema neoliberal nos acompaña de forma descarada en sus políticas espantosas. Los organismos internacionales nos imponen las fórmulas azarosas para desplumarnos de manera inhumana; para cobrar impuestos, dictaminar los préstamos, realizar las votaciones, organizar los servicios públicos. Nos creíamos invencibles y poderosos, porque hemos conseguido muchas formas de progreso y desarrollo, pero viene un VIRUS, y nos asusta, hace morir gente, pone en crisis el sistema de salud de los 220 países. Nos pone a vivir encerrados, nos paraliza la economía, no nos deja salir a la calle porque la PANDEMIA es severa. Éramos poderosos, pero acoquinados con la amenaza de un virus desatado.
Hagamos un recorrido por momentos dolorosos y tristes que ha vivido la humanidad. Acompañando con una frase en oración: Perdónanos porque no sabemos lo que hemos hecho.
1- La bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki que terminó con la segunda guerra mundial, caídas sobre Japón en 1.945 y mató 700.000 personas, mas otras heridas, damnificadas, aturdidas para siempre.
2- Los campos de concentración donde aniquilaron a 10 millones de personas, cocinadas en cámaras de gas y otros métodos groseros que fulminaron a judíos, gitanos, enemigos políticos, homosexuales, enanos, enfermos de cerebro y demás confinados políticos que fueron sorprendidos dentro de las alambradas vergonzosas que inventamos como máquinas de la muerte y el dolor.
3- Los dos asaltos con aviones a las torres gemelas en Nueva York, que nos hicieron sentir dolor porque la evolución no ha debido llegar hasta el ser humano tan indigno de ser inteligente para semejante manifestaciones de brutalidad, egoísmo y torpeza.
4- La tragedia nuclear de Chernóbil, en Ucrania cuando en 1.986 explotaron unos reactores nucleares y mataron 300.000 personas mas todos los accidentas y ocultados que la prensa no dejó divulgar y el sistema tramposo quiso dejar en la oscuridad de la noticia.
5- El pueblo de Bojayá, en el Chocó nuestro, donde murieron 180 personas calcinadas y quemadas dentro del templo y en las calles del pueblo con fuego y cilindros bomba arrojados por la guerrilla y el sistema de los paras.
6- La tragedia de Armero, provocada por la avalancha de hielo y barro con toda la fuerza del agua que bajó con el rio lagunilla, llevándose a la ciudad con 30.000 personas en una noche aciaga y borrando a la población del mapa.
7- La explosión del club el Nogal, le palacio de Justicia acorralado por una guerrilla inútil y grosera que sentenció a muerte a mas de 100 personas por dentro de sus muros en un acto de locura sin límites ni cordura durante esos días. Y que nos retratan el carácter de lo que somos.
8- Por el maltrato a la Tierra madre, nuestra Pachamama que ni siquiera el nombre nos gusta porque nos recuerda cuando éramos aborígenes, y detestamos a los indios y a los negros. Con ellos de lejitos. Esta Tierra a la que hemos saqueado, abusado, violentado. Los arboles los derrumbamos. La tierra revolcada. Las montañas quemadas. Los ríos desviados. Los mares ensuciados. El aire envenenado. Las plantas descuidadas. Los animales sacados de sus hábitats y conducidos por medio de la venta para otros sitios. Y hoy que un VIRUS nos asusta, no entristecemos, y nos ponemos bravos porque no nos dejan salir ni trabajar, y ahí si nos acordamos de la economía.
Mas todos los recuerdos personales y familiares de accidentes, momentos dolorosos y desenfrenados que hayan ocurrido a su alrededor y quiera ayudar a REPARAR, con rituales de amor y serenidad. Encienda una VELA y haga oración pidiendo perdón por todos los causantes, las víctimas, los que sufrieron las consecuencias y por los que vivimos y recordamos. Por todos: Perdónalos Señor, porque no sabemos lo que hacemos de maldad.
Que estos días de confinamiento mas este Viernes Santo sea sanador para todos.
Estamos al borde de empezar una Nueva Sociedad, con una nueva manera de vivir y comportarnos.
Abril 10 2.020. a la memoria de la Pascua de Teilhard de Chardin.
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