La montaña atrae, invita, obnubila, ciega, arranca, genera tragedia, como la de los Andes para los uruguayos de un equipo de rugby que iban para Chile a jugar. Pertenecían al colegio Stella Maris y representaban al futbol americano Old Christians.
Octubre 12 de 1.972 tomaron la partida 45 uruguayos en un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay. Pernoctaron en Mendoza (argentina) por mal tiempo. Siguieron al otro día por la tarde para atravesar la cordillera. Pero el avión se estrelló con los picos nevados y se rompió.
Cada ser humano tiene su MONTAÑA, y es necesario escalarla, recórrela, dominarla, ubicarse, caminarla. Unos les toca con nieve, otros con arena, muchos con rocas, a bastantes les toca con selva húmeda y agresiva con peligros, pero todos con soledad, cansancio, fatigas, sed y hambre. Sobre todo, DESUBICACION-DESORIENTACION.
“EL INTENTO ES MAS IMPORTANTE QUE EL HALLAZGO”, frase llena de sentido cuando 16 sobrevivientes pueden contar sus experiencias de soledad, trascendencia, vencimiento de dificultades, trabajo en equipo, capacidad para sortear tanto dolor, superación de las pérdidas por los muertos cercanos. Por los días con hambre y las noches con frio, a la intemperie sin mas compañía que sus preguntas, sus incertidumbres y la superación de las tensiones.
Cuando hay una tragedia ocurren tres preguntas claves: cómo sobrevivir, cómo orientarnos, dónde estamos y cómo hacer para comunicarnos y que nos busquen. Dar las coordenadas.
Sobrevivir: comieron carne de los muertos con el respeto y la sensación de estar comulgando con la Vida. En plena cordillera solo había rocas negras y nieve pura. Ni insectos, ni animal alguno.
Orientarse: el piloto como se perdió en la travesía, les dio una información errada del sitio de la tragedia y nombró a Curicó, una ciudad chilena, pero no alcanzaron a cruzarla.
Estaban en terreno argentino. Y ellos tomaron una ruta mas larga y dispendiosa por las alturas de los andes. Hubieran encontrado mas fácil; ayudas humanas por el lado argentino. Haber caminado hacia el oeste.
Comunicación: al principio tensa y difícil hasta que aceptaron la tragedia, el accidente y las dificultades de la convivencia. Después la mas inteligente, cuando supieron que no los buscarían, tenían una radio que les permitía escuchar noticias, por ratos. Escucharon una noticia fulminante: nadie los buscaría, por lo tanto, deberían salir a encontrar el rescate.
Tomaron la determinación de caminar para pedir auxilio. 3 de ellos tomaron la iniciativa y caminaron 11 días. (Parrado, Canessa y Vicintin). Este último al agotar sus fuerzas, donó la carne y regresó a buscar de nuevo el avión siniestrado y reunirse con sus compañeros de avería.
2.
Durante el cruce de los andes, el avión perdió altura por la resistencia de los vientos y desaceleró por dificultad de motores. Hizo en el aire un giro que desubicó totalmente a los dos pilotos, haciéndoles creer que sobrevolaban una ciudad como Curicó, pero andaban cerca del volcán Tinguiririca, cerca de la provincia de San Fernando, y chocaron contra la punta del “cerro el Sosneado”.
El avión en el primer impacto perdió toda el ala derecha y el ala rompió el fuselaje en la parte de atrás arrancando las 8, 9 y 10 filas de asientos, desprendiendo a los que venían atrás y golpeándolos contra las rocas, el fuselaje siguió prácticamente intacto por un tobogán de 2.000 metros hasta que se detuvo en un valle al final. A la mayoría no les pasó nada y los cuerpos estaban sin heridas graves.
En octubre 29 un alud de nieve sepultó el resto de avión que quedaba, los inundó de nieve, les quitó el oxígeno y se llevó 8 sobrevivientes. Este evento al leerlo de otra forma descongestionó el fuselaje que era como un ombligo, útero o caverna para que vivieran allí refugiados y les dio mas carne para alimentarse.
La mayoría de las veces, atravesar las montañas no tienen el adecuado alimento, y la ropa necesaria para la travesía. Caminamos como a la intemperie y desorientados. Eso hace mas penoso caminar y subir montañas. Parece que solo la entereza y la fuerza de voluntad, animan a conseguir los objetivos.
3.
El 12 de diciembre tomaron la determinación de salir a buscar ayuda. Según su pensamiento fijo, Chile quedaba al este, por lo tanto, no era sino tomar ese rumbo y al subir aquella cresta de la cordillera, verían valles verdes de ese país. Subieron varias crestas, y siempre había otra pared mas para escalar. La montaña, siempre tiene otra detrás para probar la fe, la esperanza, la fortaleza de caminar y continuar sin desfallecer. 80 kilómetros separaban los restos del avión siniestrado de los valles verdes. Traduciendo en pasos de travesía, eran 100.000 por la nieve, de montaña en montaña para a lo mejor descubrir los valles verdes de Chile. 11 días caminando hasta que un camino, una vaca, un rio y un vaquero pastor de ganados se encontraron para iniciar la última parte de la odisea y rescate. Una carta escrita con torpeza y una piedra sirvieron de vehículo de comunicación y el vaquero chileno durante 10 horas fue a avisar a los carabineros chilenos del hallazgo de dos sobrevinientes de los andes. Caminó hasta “puente-negro” para avisar.
Sergio Catalán fue aquel ángel de la guarda que permitió hacer los últimos enlaces para que el final fuera de reencuentro con la vida. Sergio, los encontró, atendió su petición, fue en su caballo a pedir ayuda, volvió con los rescatistas. Fue y volvió. La Montaña es un amigo que llama y hace regresar. Invita y aleja.
La Montaña, pide y exige compromiso. La montaña es para recorrerla en ambas direcciones: ir y volver. Caminar y regresar.
4.
A raíz de esta experiencia de los sobrevivientes de los andes, organizaron una serie de conferencias sobre trabajo en equipo:
1- Lo primero es la gente. Aquí está el caudal fundamental.
2- Elegir con cuidado a la gente para que cada uno desempeñe su trabajo, con sus cualidades.
3- El OPTIMISMO, cualidad clave en los momentos de tensión y accidente. Es la actitud frente a las adversidades.
4- Si alguien PIDE, es algo que se consigue después de haber DADO, usted recibe lo que entrega. Es después de que SALIO, que usted recibe en proporción.
5- Ser flexible, cambiar si algo no está resultando. Las tácticas son motivo de revisión constante, porque si no operan, es necesario realizar otros movimientos.
6- Tomar DECISIONES, decidir es moverme, es actuar. Es hacer.
Una máxima es importante para tener en cuenta: “todos recibimos mas de lo que damos y todos hacemos menos de lo que podemos”. Caminar en búsqueda de ayuda, era lo último que podían hacer luego de comer la carne que los que habían dado la vida, les daban de regalo para poder vivir: caminar ahora 100.000 pasos entre nieve y por montañas ariscas, desconocidas y llenas de misterio sin saber para dónde avanzar (para adelante y el este-Chile), en búsqueda de un valle verde y con signos de vida. 100.000 pasos eran 80 kilómetros para buscar ser rescatados. Valía la pena el sacrificio por los sobrevivientes, por los que habían perecido y por los familiares que estaba esperando en Uruguay. Cada paso era mas lejos del fuselaje (útero de seguridad) y cada paso era mas cerca del auxilio que necesitaban todos para ser encontrados de la tragedia.
Así es el final de la vida desprendiéndose de cosas, caminando ligero, despidiéndose de los familiares y conocidos, aligerando las cargas y pesos recogidos durante la existencia y preparando el final. A veces con mucho miedo por el temor a lo desconocido.
5.
Tomado de la Misa sobre el Mundo, una obra majestuosa y poética del Jesuita Teilhard de Chardin.
“Ya que una vez mas, no tengo altar, ni pan, ni vino y estoy en plena cordillera de los Andes, rodeado de rocas y nieve, con un avión como testigo de unos escombros, con 16 sobrevivientes. Queremos celebrar la vida en medio de la muerte. No tenemos alimentos, solo los cuerpos de algunos que murieron en el accidente por eso tomamos la CARNE, y nos alimentaremos con ellos, como COMULGANDO, remedando y conmemorando la ultima Cena. Con el respeto, el silencio, la sensación humana de no tener mas forma de subsistir que COMULGANDO con nuestros familiares, amigos y conocidos que dieron su vida para que nosotros nos alimentemos. Por eso desprendemos sus carnes para alimento primordial de nosotros. “Recordando esto es Mi Cuerpo, y esta es Mi Sangre”.
Comulgar con su ausencia en medio de la presencia que nos inspiran quienes murieron para que nosotros podamos vivir en la soledad, el frio y la incomunicación de esta montaña que nos alberga.
Al celebrar esta misa sobre el mundo pedimos perdón, por el signo de comulgar, por nuestros amigos y familiares, conocidos y cercanos que nos dan su Alimento.
Hacemos presente sus vidas recordándolos en nuestra soledad llenas de incomunicación en medio de esta cordillera de los Andes.
Celebramos que la vida está rodeada de muerte, que la muerte produce la vida. Que ambas se columpian de forma misteriosa. Celebrar desde el altar de la Montaña, sobre los sufrimientos, dolores, tristezas y alegrías de las gentes.
6.
Celebrar con cuerpos vivos y con cuerpos ausentes. La figura física del CUERPO, representa que el hombre camina. Caminar exige comer y beber. Exige reposo y necesita ejercicio.
Todo caminante siente las fuerzas juveniles, pero está llamado al envejecimiento. Siente pulsiones que lo lanzan hacia adelante, pero tremendas sensaciones que lo anclan en el pasado y siente miedo. Todo cuerpo está expuesto a las dinámicas de la vida, pero amenazado por las violencias de la muerte. Necesita “dormir” y estar despierto.
Dormir lo envuelve de alguna forma cerca de la muerte. Estar en vigilia le permite celebrar la vida y gozar, sufrir y sentir dolor.
El Cuerpo es toda una epifanía que se manifiesta con palabras y acciones. Es palabra hecha carne, pero es al mismo tiempo una catarata de actos espirituales de bondad, inteligencia y misterio. Despierto y en acción y pensamientos revela de qué es CAPAZ, es a través de su carne corporal y viva que prueba que está en el mundo, que está VIVO. A través de mi CARNE, certifico que estoy vivo, que me conozco y DECIDO. Es mi carne, la que me vincula con el mundo y allí doy sentido a mi existencia. Poco a poco me voy revelando y manifestando entre los otros que también son Carne.
En la medida que me manifieste e impregne a otros me puedo convertir en Sacramento, sacramento es un ser humano volviéndose Testigo de las palabras y obras para endulzar el mundo y animar la vida. Sacramento es un ser humano funcionando como “Dios” que habla y crea, que ordena y hace posible la vida, que habla y hace, que le da forma al desorden y anima el caos.
Me parezco a Dios en la medida que me deje convertir en Sacramento, un testigo de Dios haciendo y diciendo, o sea transformando el mundo a toda hora, con palabras y actos bondadosos.
Mi cuerpo es un sujeto de la historia y al mismo tiempo soy actor y espectador. Pronuncio mi obra de vivir y al mismo tiempo observo a otros actuar. Soy protagonista y testigo al mismo tiempo. Gracias a la PIEL, soy comunicación viviente. Hablo con el rostro, los brazos, las manos, los ojos, la boca y la sonrisa, y mi cuerpo erguido y despierto.
Manifiesto que estoy vivo en la medida que manifieste sorpresa o cansancio. Hablo con mis ojos cuando miro con inocencia, astucia, venganza, o varias maneras de proyectarme y que los otros leen o disimulan. Todo mi cuerpo a través de la piel y actitudes son una geografía de lenguajes.
Mis pies están arraigados desde el fondo de la tierra como raíces profundas en los antepasados de mi familia y ancestros.
Mi tronco erguido es como un árbol sembrado y con derechos y deberes en la vida.
Mis brazos acogen como ramas todos los rasgos de vida como pájaros descansando en mis ramas vitales.
Mis manos acercan o alejan según transmita cercanía y afectos, rechazos o frialdad.
Mi cabeza proyectada en lo alto observa y decide.
7.
Un homenaje a quienes murieron en la montaña de los andes en aquel octubre de 1.972 cuando se accidentó el avión uruguayo.
Un homenaje a todos los moribundos de este año en cualquier altar de la tierra por enfermedades, accidentes, violencias, egoísmos, groserías, descuidos, maldad humana que precipitan en la muerte a tantos inocentes que mueren sin ni siquiera disfrutar la vida y transformarse.
Una forma de recordar la ceremonia de las 7 palabras de Aquel que murió en la Cruz, por dar la vida.
Abril 7,8,9,10 de 2.019
Homenaje a A.F.A. y S.G.
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