Desde aquella África en sus estepas, o desde el desierto en Arabia, o las montañas del Himalaya, mas tarde en las llanuras europeas y por los mares fríos navegados por los Vikingos, en cualquier punto geográfico de todos estos, un día la humanidad que caminaba buscando alimento pronunció la voz para intentar comunicarse, le dio salida a la palabra para poder expresarse.
Mas tarde en un golpe espectacular de inteligencia escribió con 20 letras consonantes, con dibujos chinos, con caracteres escritos, luego los griegos inventaron las vocales para darle mayor fuerza a los sonidos y nació la literatura para describir, para narrar, para contar, para poder decir con letras a otros, los sentimientos del corazón, las ideas de su cerebro y las acciones de su piel. Pudo describir, las proezas de sus manos.
Una noche contándole a las estrellas sus emociones, puso a viajar la poesía, los versos, las notas armónicas para poder cantar sus sentimientos y transmitirle a quien quería, que los amores deben ser comunicados para que el otro se entere y corresponda. Brotaron las cartas de amor y todas las otras formas de expresión que mas tarde desembocaron en expresiones mas afectivas y comunicaciones mas efectivas de relación.
Qué lindo ser prestidigitador de letras, barajador de frases, intercambiador de giros literarios, contador de cuentos, transmisor de mensajes, armador de buques que navegan por los mares de la comunicación en forma de libros, artículos, ensayos, tesis, páginas con mensajes, que son los torrentes de manifestaciones humanas.
Que linda tarea estar en una playa y arrojar a las olas una botella con mensajes adentro para conversar con habitantes esplendidos en otras playas, en otros mares, en el confín de los océanos extraños y poder comunicarse en otros idiomas, con otras formas de ser, con lenguajes desconocidos pero que narran la misma soledad y aspiran a los mismos anhelos.
Gastar la voz, juntar la palabra, pegar las letras, reunir gente para contar la vida de manera inteligente, de forma armónica, con atracción fecunda de tal manera que podamos decirles a las personas que la vida merece vivirse y ellos tan bien crean y se animen.
Para eso es la palabra, las letras, los mensajes, las parábolas, las fábulas, los cuentos, las comparaciones, la poesía, la narrativa, la crónica, las rimas, los versos, los dichos, las trovas, las prosas, las cantatas y todas las formas humanas de conexión afectiva y efectiva…todas ellas tienen la tarea de transmitir, de formar, de comunicar, de alfabetizar, de explicar, de culturizar, de aclarar, de generar nuevas maneras de mostrar la vida. Todas las letras, las palabras, las frases, los párrafos, las páginas, los capítulos tienen como objetivo darle vida a la LITERATURA, quizás la forma mas humana de construirnos como personas.
Hay sonidos de la naturaleza, hay música de las montañas y los vientos, hay ruidos del mar y de las profundidades, hay notas emitidas por los animales para comunicarse, hay signos en los rebaños para anunciar peligro, hay mensajes cálidos para proponer copulaciones entre hembras y machos y poder hacer el amor y fecundar. Las hojas suenan, los troncos hablan, los temblores y tsunamis crean ruidos para avisar, las montañas y los volcanes resuenan porque están de mal humor, las sondas interestelares captan mensajes entre galaxias y los científicos estudian para descifrarlos.
Cantan los pájaros en el aire, se comunican las ballenas en el agua, los pingüinos en la nieve se transmiten su afán de calor, las abejas poseen un idioma fundamental para laborar en equipo, los simios pronuncian versos sin rima para jugar, llamarse y reunir el clan. Los elefantes gritan peligro, los chacales anuncian fuerzas en equipo para atacar, las hormigas se transmiten el aliento de trabajar juntas.
Solo nosotros nos comunicamos a través de las letras, de la literatura, de los libros, de la voz, de la armonía de los mensajes, de la civilización educada y pulida por la racionalidad sensible de la palabra hablada, escrita y pronunciada con estilo, con inteligencia, con humanidad cálida.
El mundo es distinto desde que hay literatura, las ciudades son diferentes desde que hay bibliotecas, las reuniones humanas son mas profundas desde que la poesía, la literatura, la rima, la narrativa, los libros nos juntan. Las reuniones, las tertulias literarias y formativas, las veladas, los conversatorios son formas finas, armónicas y humanas que hemos inventado para crecer y hacernos mas humanos. Las nuevas perspectivas a las que apuntan los canales virtuales, las autopistas de la información, desde que la aldea global junta en los computadores a los continentes y la reunión universal se nutra en torno a la palabra y la escritura, el mundo humano estará abierto a mejores formas de vivir.
Desde que inventamos los conversatorios, los diálogos, las charlas, los parlamentos conversados, las tertulias, las formas de compartir, las múltiples maneras de contarnos en torno a un café y a una mesa, los miedos y los sueños, los logros y las metas conquistadas; la humanidad siente que está mas cerca de la evolución avanzada.
Cuando discutimos, peleamos, nos desanimamos, entramos en involuciones desastrosas, nos hacemos la vida imposible con palabras obscenas, silencios agresivos y descalificaciones groseras, apuntamos que no valió la pena haber descubierto la PALABRA, la ESCRITURA y la NARRACION para contarnos que la comunicación nos hace dignos de la especie.
Ay de aquel que siempre reclama, que a toda hora demanda de los demás y los asfixia, ay de quien se la pasa por la vida analizando-criticando-regañando-acusando-sembrando culpas en los otros. No solo no vive, sino que todo lo convierte en un infierno lastimoso.
Qué muestra de humanidad es la de aquellos que riman la palabra con clase y elegancia, los que bordan la comunicación simple y animadora, los que tejen palabras, sonidos, giros literarios con puntualidad fina para arrullar los oídos de los demás y que todos aspiren a la dignidad de construirse personas.
Que grandes son los que con la PALABRA hablada y escrita se convierten en faros de superación, animación y gestación de la vida cada vez mas humana. En este valle de lamentos, en esta cueva de desengaños y en este desierto de incomunicaciones, pronunciar la palabra y elevar la literatura al carácter de sublime, es una obra de arte inconmensurable para que la vida se exprese con todos los sentidos.
Qué tarea de responsabilidad social posee quien con la palabra teje una mejor humanidad, quien entretiene grupos humanos con su manera de expresar lo que muchos adivinan pero no lo pueden pronunciar, los que con palabras y letras pintan una realidad en cuadros y lienzos reales e imaginarios para descubrir los secretos de la vida, para contar las historias pasadas, las teorías que nos explican la vida con claridades cada vez mas humanizantes y esplendorosas, de tal manera que nos enamoremos de la existencia.
Que lindo ser mago para hacer aparecer las letras como pañuelos, para adivinar cartas y animar el presente y fortalecer el futuro de los que escuchan. Qué animador, crear sesiones de prestidigitación para sacar del sombrero y la galera, del maletín y del cubilete, frases que aclaren, letras que animen, armonías musicales de explicaciones para investigar el pasado y orientarnos en el presente, para responsabilizarnos del futuro.
Así como es de prodigioso un concierto de Vivaldi, Bach, o Handel interpretados por la filarmónica de Moscú o Viena, así es la melodía de unas palabras que arrullen, frases que comprendan, párrafos que acogen, titulares que invitan, capítulos que aclaren los enredos de la vida y quiten los miedos. Toda la catarata de letras pronunciadas en la partitura de la elegancia hace que la fuerza de la creación se imponga de tal manera que una vez escuchada, la potencia de la ACCION sale a crear, a organizar, a ejecutar, a transformar la realidad.
El poder de la voz y la palabra, la fuerza de la frase y el entusiasmo arrastran y convidan, empujan y solidarizan las sensaciones internas haciéndolas salir para construir un mundo mejor. Las frases de amor y las oraciones para pedir y dar perdón son la sinfonía con letras y sentimientos más fabulosos que la humanidad inventó hasta ahora: acercar a lo máximo de humanidad. Cicatrizar los dolores a punta de perdón. Perdonar es volver a crear, perdón es transformación, perdón es generar de nuevo la vida, restaurar lo quebrado.
Todo eso es la fuerza del vocablo RUAH, que en arameo significa creación, transformación, palabra hecha acción, fuerza que sale para ordenar la realidad, que enfila la coherencia entre el decir y el hacer.
La voz cálida derrota el grito, opaca el insulto, la palabra invita a la solidaridad, convoca al perdón, anima a la tolerancia para que genere vida. La palabra bien pronunciada emprende la creación de la Cultura. Y la Cultura es la armonía de vivir. Es la música de la convivencia. La Palabra arrulla y genera contento, pero puede ser un desgarro o pesadilla que asusta, entonces es incultura.
Porque la Palabra y la Voz son contradictorias: desde la profundidad del silencio nace la Comunicación. La Palabra escrita y la Voz pronunciada convidan a los lectores y los oyentes a que se confronten, ellos se miran en el espejo para poder cambiar. Es verdad que la Literatura no cambia a los demás, pero los convida en el silencio de la lectura o en el eco de la conferencia, o los silencios del intervalo de la conversación a tomar Conciencia.
Es verdad que el silencio de la creación, que un escritor enfrenta para poder escribir es una toma de conciencia personal, pero es un acto cultural, de comunicación y de donación que sale hacia el lector para contagiar, para invitar, para confrontar, para aclarar.
Es el escritor el primero que se confronta en su silencio creador, pero es un Acto singular que se vuelve plural para ser leído, ser participado por los demás. El silencio envuelto con palabras en la soledad del escritor o en el pensamiento creativo y organizado del conferencista, realizan un eco vibratorio en el lector o en el oyente para hacerlo reaccionar.
La Etimología es para buscar la fuente de donde brotan las palabras, qué significa cada vocablo y cómo se originó el concepto para llamar a la realidad. Pero las palabras poseen la lucha de contrarios y la dificultad de las polaridades: un vocablo puede convocar la vida y evocar la muerte. Una palabra es interpretada de manera diversa. Cada persona la pronuncia de manera distinta. Cada uno en la partitura de la realidad posee una escala musical en diverso tono. El uno la canta desde la voz elevada y humana mientras el otro lo puede arrastrar a las profundidades de la maldad, de la alevosía y la deshumanización descarada. De ahí la responsabilidad del escritor para confrontar y del conferencista para animar a quienes escuchan con la palabra o la letra que anima o se pierde. Que cala en la profundidad o se agota en el pozo del olvido.
Abril 7 de 2.009
Muy clara explicación de la pirámide de jerarquías de Abraham Maslow y acorde con la situación que estamos viviendo.