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Foto del escritorEl Camino del Yak

Día 9: TE BUSCO VOLANDO EN EL CIELO, PERO SOY COMO UN PAÑUELO VIEJO.


A raíz del descubrimiento de una canción fabulosa de Celia Cruz, que compuso Víctor (Víctor), tuve una serie de sensaciones para fundirlas con frases de Teresa de Ávila en su fiesta de octubre 15, y se me antoja que Celia hubiera podido cantar algunas estrofas de Las Moradas, y la Gran Teresa hubiera podido ponerle música y deleitarnos con sus frases y sus acordes vocales para darle armonía a esos sentimientos.


Y eso es como la radiografía de la vida espiritual, trascendente: el ser humano buscando a Dios en el cielo y sentir que somos como un pañuelo viejo.


Por eso transcribo la letra de este bolero lleno de sentimiento.


“Al cielo una mirada larga….

Buscando un poco de mi vida,

Mis estrellas no responden

Para alumbrarme hacia tu risa.

Olas que se esfuman de mis ojos,

A una legión de tus recuerdos,

Me roban formas de tu rostro,

Dejando arenas en el silencio.

TE BUSCO, perdido entre sueños

En el ruido de las gentes,

Me envuelven en un velo.

Te busco volando en el cielo,

El viento te ha llevado,

Como un pañuelo viejo.

Y no hago mas que rebuscar

Paisajes conocidos

En lugares tan extraños

Que no puedo dar contigo.

En cualquier huella te persigo

En una sombra te dibujo,

huellas y sombras que se pierden

Porque la suerte no vino conmigo. 2

¡TE BUSCO!!!


Una poesía conmovedora llena de giros, comparaciones, símbolos, signos y prosas descriptivas de la vida entre lo espiritual y lo material, entre al amor y la soledad. Un bolerito profundo que toca el corazón, que hace sentir las baldosas debajo de los pies que danzan en la cercanía de los cuerpos que bailan en la intimidad. Las maracas que se agitan al unísono con la sangre de los que se quieren.


Llevándolo a Dios, es lo mismo: bailar un bolero con el Señor Jesús, a quien BUSCO. En las sombras de la noche, en las nubes que viajan por los cielos y hago composiciones de lugar.

La oración es un rato para mirar al cielo de forma larga…prolongada. Pero para buscar en sus rincones todos los trasfondos de mi vida. Porque mis estrellas no responden, no doy el tiempo ni los espacios para compartir con el Señor Jesús.


Necesito alumbrarme tu sonrisa en mis labios. Mis ruidos internos me roban las formas de tu rostro lleno de compasión, de misericordia, de afecto, de perdón, de amistad y ternura.

Dejando arena en el silencio que no me llenan mis soledades y huecos materiales.

Por eso te busco perdido entre mis sueños, en el ruido de la gente, que me desespera y no atino a comprender del todo con ojos humanos y llenos de misericordia.

Me envuelven en un velo y te busco volando en los cielos y el viento te ha llevado como un pañuelo viejo, así como soy frente a tu magnificencia y sabiduría.

Es toda esa lucha entre lo material y espiritual, entre mi yo y la Divinidad que me atrae y quiere llenarme. Pero no atino del todo y siempre. Me distraigo y caigo en las materialidades; como lleno de arena que entre los ruidos que no me dejan escuchar. Por eso lo BUSCO en paisajes conocidos pero lejanos y con lugares extraños donde EL, no habita y yo deseo encontrarlo ahí.

Cuáles son las huellas en la naturaleza que me guían para encontrarlo…para hablar con el Señor Jesús y con cuáles sombras lo dibujo…


2


Pasando a Santa Teresa de Ávila.


“Vivo sin vivir en mí,

Y tan alta vida espero,

Que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,

Después que muero de amor,

Porque vivo en el Señor

Que me quiso para sí:

Cuando el corazón le di

Puso en él, este letrero:

Que muero porque no muero.

Esta divina prisión,

Del amor en que yo vivo,

ha hecho a Dios, mi cautivo,

Y libre mi corazón;

Y causa en mi tal pasión,

Ver a Dios mi prisionero

que muero porque no muero.

¡Ay qué larga es esta vida!

Que duros estos destierros,

Esta cárcel, estos hierros

En que el alma está metida,

Solo esperar la salida,

Me causa dolor tan fiero

Que muero porque no muero.

¡Ay que vida tan amarga

donde no se goza al Señor!

Porque si es dulce el amor

No lo es la esperanza larga;

Quíteme Dios esta carga,

mas pesada que el acero

Que muero porque no muero.

Solo con la confianza

vivo de que he de morir,

Porque muriendo el vivir

me asegura mi esperanza;

muerte donde el vivir se alcanza

no te tardes tanto, que te espero

porque muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte,

vida, no me seas molesta,

mira que todo me resta

para ganarte perderte,

venga ya la dulce muerte

el morir venga ligero

que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,

que es la vida verdadera,

hasta que esta vida muera,

no se goza estando viva,

muerte no me seas esquiva;

viva muriendo primero

que muero porque no muero.

Vida, qué puedo yo darle

a mi Dios que vive en mi

sino es el perderte a ti

para merecer ganarle?

Quiero muriendo alcanzarle

Pues tanto a mi amado quiero 6

¡Que muero porque no muero!


3.


Juntar la vida espiritual con canciones, con poesía, con oración vital, con reflexiones que junten toda esta gama de retazos que la vida posee y que es necesario que usted los junte. La separación es clave para vivir armonizando para darle música a la vida. El juntar las diversidades donde se manifiesta la vida, son básicos para crecer en la Trascendencia.


Dibujar, danzar con Dios, leer, escribir, sentir la alegría de vivir con algún suceso donde la Naturaleza se manifiesta y nos comunica con Dios. Colorear mandalas y respirar son formas fundamentales de cambiar la ORACION.


San Ignacio le da mucha importancia a la MOCION de espíritus, a mover la oración para sentir de diversas maneras su comunicación. Por eso al principio, en la primera semana de los Ejercicios, es necesario ampliar el espectro de diversas maneras de encontrar cuál es su mejor forma de hacer oración, y encontrar la comunicación con Dios y su alma.



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