La petición es clave, tomar conciencia que eso es una gracia del Señor, para poder vivir con dignidad. Orar-pedir es un aire repetido a toda hora, como un mantra, como un clima emocional de compromiso con el Señor Jesús.
Que sea pronto y diligente para seguir a Jesús. Que pueda ser dócil al llamamiento.
Estar haciendo 3 coloquios. Coloquio es como una declaración de amor con el Padre, con María y con Jesús, de forma amorosa, de forma delicada, afectiva, como de dos enamorados que se necesitan.
Esto se da por una voz interior que escucha Jesús en el rio Jordán en el instante del bautizo:” Tu eres mi hijo amado, en quien tengo todas las complacencias”. La misma frase en María, “tú eres llena de gracia y te escojo por bondad propia”.
El bautizo es la puerta de la entrada para misionar, para dedicarse a alguna tarea de predicar con la palabra, las obras, el ejemplo, la cercanía, el servicio, la compañía y ser PAN, para los demás y alimentarlos con la bondad.
Ser bautizado es inaugurar que soy misionero, solo que desde pequeño voy preparándome con la educación, con la formación, con el avance de mi fe que se va despertando de a poco y cuando integre mi vida es necesario dar el paso para SER MISIONERO en mi ambiente y nicho cultural.
Repetir la oración de petición: conocimiento interno del Señor Jesús, que por mí se ha hecho hombre… para que mas le ame y le siga.
Que sea como un mantra, repetido y sereno en mi corazón.
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