La historia de pecado y de amor personal es parecido al pecado del pueblo de Israel. Narrado en Ezequiel 16,1-22.
Es una narración como explicando desde el nacimiento del pueblo de Israel comparándolo con mi vida que pudo haber sido así. TODO JERUSALEN ES CORRUPTO, INFIEL.
“Yo pasé por tu lado y estabas empapado de sangre. Cubrí tu desnudez y te lavé. Te di de comer pan suave y caliente.
Parábola de Natán en segundo libro de Samuel todo el capítulo 11 y 12.
Un rico tenía muchas ovejas y un pobre solo tenía una. El rico debía preparar en su casa, una cena para un invitado y se le ocurrió sacrificar la oveja del vecino pobre. ¿Quién hizo eso?
En eso consiste la parábola: yo soy aquel injusto que hace semejante suceso, atropellando a quien solo tiene una oveja y cometo esa falta.
Con todo lo recibido y le quito a otros. Injusto desde adentro. Dañino desde mi egoísmo.
Destructor desde mi codicia. Soy sucio y torcido desde mi interior oscuro. Mi corazón quiere salir en forma de caja de pandora y regar la maldad. En mi corazón monto la película y por fuera la pongo a funcionar dañando todo el alrededor. No sacrifico mi oveja, para quitarle a los otros.
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