Cada uno de nosotros somos, pero ESTAMOS. Vivimos en constante construcción, nos vamos creando en cada instante. La personalidad se construye de a poco. Y eso se hace con Reflexión, Contemplación y Acción.
Cada ser humano está siendo “in fieri”, eso qué significa, que está en obra negra, inacabado y debe terminarse, debe construirse, debe ajustar los planos para llevarlos a término. Y la mejor forma de ajustar los planos con la realidad, es ORAR, después ser servicial.
Tomar cada día un rato de reflexión.
Vivir la dinámica de la contemplación.
Mejorar la capacidad de acción para crear a toda hora. Ser creativo. Porque las rutinas, nos disecan y acaban por la monotonía que tanto precipitan en la DEPRESION.
La vida transcurre como un HORIZONTE en movimiento. Por lo tanto, los objetivos no son empresariales, ni de mercadeo, nos acompaña el plan del Evangelio. Y el Mensaje del Nuevo Testamento es abierto al cambio de perspectiva constante, es un camino donde Dios nos acompaña en el día a día.
Esto es para recordarnos que debemos vivir en constante DISCERNIMIENTO, porque caminar es ir buscando y hallando. Avanzamos con gentes concretas, por lo tanto, es mover el corazón, es crear fuego, es animar, es hablar y vivir en la Esperanza.
Hay mucha gente que les atrae la espiritualidad de San Ignacio, de los Jesuitas y nos acompañamos mutuamente en el crecimiento espiritual y en la dinámica trascendente con nuestros presupuestos diseñado por Ignacio de Loyola. Hay con mucho respeto otros presupuestos como la de los Franciscanos, los Carmelitas, el plan de los Dominicos, el Opus Dei, los caminos del padre Larrañaga, los Salesianos y otras comunidades religiosas que diseñan un camino de fe, oración y espiritualidad. Nosotros los Jesuitas tenemos un camino y por eso invitamos a muchos a que se inscriban en el proyecto de crecimiento.
Porque la espiritualidad Ignaciana, o Jesuítica se vive 4 aspectos claves:
a- La consolación, vivimos en un mundo herido, una humanidad llena de dolor y amenazada por la violencia cotidiana. El Jesuita mismo es un ser-herido, un líder lleno de dolor en su interior para poder comprender todo el drama alrededor.
Pero vive consolado, animado, con una esperanza primordial. Vive contento y transmitiendo esperanza de cambio.
b- La compasión, vive junto a la cruz, lo rodea todo el dolor humano, siente la angustia de las gentes. Se preocupa por la soledad humana que tanto error le hace cometer mientras vive y fuera de eso lo hace sufrir por las consecuencias que desata.
c- Vive en un DISCERNIMIENTO a toda hora, porque todo cambia, porque la vida le va señalando los caminos. La Iglesia es una madre dolorida, llena de padecimientos, con mucho sufrimiento maternal pero cariñosa y cercana. En su vientre adquirimos la paciencia, la tolerancia, el respeto, la dureza de la vida, pero viviéndola con dignidad.
d- Somos todos los Jesuitas unos compañeros de camino, pecadores como los otros seres humanos que nos repartimos la vida en la tierra, luchando por vivir en gracia, y apostándole al Amor y a la Dignidad Humana, sin irnos a destruir ni abandonar en la miseria. Que avanzamos por la CALLE-ESTRADA, sin saber qué sigue, qué pasa, qué nos espera. Pero con una profunda esperanza, con un sentimiento de confianza en Dios.
Por eso Nuestra señora de la Strada, nos acompaña en el camino y de a poco nos pone con el Hijo, nos lo deposita en los brazos para que lo carguemos. Cuando la Compañía de Jesús se fundó por allá en 1.540 por aprobación de paulo 3…Los fundamentos de la Compañía eran las misiones, los colegios, la educación. Hoy con todos los cambios del Mundo tenemos con el discernimiento otras formas de ayudar en la tierra; los desplazados, los inmigrantes, las misiones de frontera, las nuevas ciencias, la conservación de las energías que tanto desequilibran el mundo en peligro por la falta de cuidados y los abusos con miles de conductas torcidas, egoístas y arrasadoras.
Cada Jesuita, es…, pero ESTA, en las zonas humanas mas inhumanas, allí es donde quedamos bien. Es nuestra MISION.
Repitiendo a toda hora un mantra-oración sencilla de esperanza: Bendito el que viene en nombre del Señor. Siempre con una gran esperanza de Cambio y de Confianza en que todo ser humano es principio de conversión y puede ser mejor persona. Que la GRACIA de Dios transforma al ser humano y la calidad de la vida.
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