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Foto del escritorEl Camino del Yak

Confinamiento en un campo de concentración Nazi en Alemania


Photo by Chester Ho on Unsplash

Como un homenaje a su dolor, a su sufrimiento. Hoy mucho tiempo después del holocausto, que incluso hay gente que niega su existencia, y quiere justificar esas pautas políticas y vergonzosas que el mundo sufrió, como si no hubiera pasado nada, como si hubiera sido un juego político mas.


Los campos de concentración existieron y fueron un monumento grosero contra los derechos humanos y la sanidad mental de millones de personas. Es necesario que la historia haga homenajes al pasado y sea capaz de elevar unos rituales amorosos para contrarrestar la violencia causada. La memoria viva es necesaria conservarla para nunca volver a repetir semejante barbarie.


Hubo muchos regados por Alemania, Polonia, Austria, Francia, Rusia. Entre 1.933 y 1.945 el régimen nazi, implementó estos campos para apresar a cientos de miles de personas de todo tipo, enemigos, testigos de jehová, judíos, homosexuales, enfermos mentales, contrarios al régimen alemán y otros muchos que fueron a dar a estas barricadas para tenerlos incluso como experimentos para investigar procedimientos químicos, médicos, de salud pública y aspectos de guerra para avanzar en tratamientos de los soldados.

Podríamos decir que el mundo no conoció y si se enteró se quedó mudo, no dijo nada. Ni el Papa Pio 12, muy ocupado en otros menesteres; la Iglesia fue un testigo impávido y sin preocupaciones por el holocausto. Dejamos a una raza sola y sin comprensión. Importó poco todo su sufrimiento.


Es necesario hoy hacer rituales de reparación y solidaridad con todos los que sufrieron, que fue medio mundo todo ese dolor y tragedia. Hubo muchos campos: auswitchz, bichenau, mauthasen, dachau, sachenhausen. Por todos ellos reparar todo el dolor-sufrimiento-muerte.


2.

Hoy en marzo el mundo ha experimentado una situación bastante particular: un confinamiento por motivo de un virus que escapó desde China, pero se ha regado por todos los continentes. Virus que nos tiene encerrados para protegernos y ayudar a la salud mundial.


Encierro que hay que tomarlo por varios ángulos de lectura: el mundo está enfermo y por eso el virus desatado. La manera de enfrentarlo es con mucha SOLIDARIDAD y RESPONSABILIDAD, de parte de cada uno. Porque esto nos avisa que hemos podido actuar con irrespeto y poca responsabilidad, además de visiones egoístas donde cada uno se preocupa por sí mismo y sus antojos, pero nos ha faltado unas repuestas solidarias, colectivas, como sociedad.


Esta época de confinamiento en casa posee varios aspectos de reflexión: la vida es una lucha entre las células y los virus. Que siempre están en constante movimiento, pero cuando los virus saltan son un peligro para la vida y atacan de forma intensa, por lo tanto, hay que aislarse para que su invasión no nos afecte tanto: viajan por el aire, el agua, las materias fecales, la tos, la fiebre, la indisposición individual, pero buscando a quien mas contaminar. De ahí la quietud, la responsabilidad, la seriedad.


Mas aún, si tenemos asomos de espiritualidad y trascendencia, este virus en una criatura que se domina con amor, con silencio, con oración, con afecto. Podemos entonar una oración en Ho-Oponopono, que cicatrice las heridas del pasado, provocadas por un mundo déspota e inhumano que cometió errores y atrocidades, vandalismo y desorden.


Ho-oponopono es como entonar una oración repitiendo: GRACIAS, TE QUIERO, LO SIENTO, PERDON. Por el mundo enfermo, por los campos de concentración, por el dolor de las gentes en las montañas y valles de Colombia, por el dolor de las mujeres víctimas de feminicidio, por los niños violentados y abusados, por lo ancianos marginados y solitarios, por los jóvenes sin hogar ni comprensión, por los adictos y alcohólicos sin apoyo ni panorama, mas que arruinarse. Por los sin trabajo y sin futuro. Por todos los que sufren las injusticias de la vida. Por lo enfermos, frágiles y vulnerables.


Hoy es el día de PRIMAVERA, 21 de marzo, un día esencial para el hemisferio norte. Brotan las flores, cambia el clima, sale el sol con mas fuerza y determinación, lluvias que remojan, vientos que trasladan semillas, pájaros que nacen junto con millones de animales que vienen a la tierra y de alguna manera se manifiestan por montones y cantidades, como aplaudiendo la vida a borbotones.


Prender una vela, y agradecer la vida, repasar la paz interior, estar sereno, concentrado, en silencio, tener sosiego, respirar y tomas conciencia de la inspiración y la expiración. Dibujar mandalas. Orar.


Los que quieran pueden seguir el ritual de la eucaristía como transformación máxima de la vida y que conmemora la vida del Señor Jesús, su muerte y al resucitado. Alrededor de la mesa de comedor; celebran la vida.

Celebrar la vida, reparar la violencia-muerte de los campos de concentración en el mundo, aplacar los virus invasivos, celebrar que estamos conscientes. Celebrar que llegamos a la primavera en el hemisferio norte y hubo cambios en el sur patagónico y antártico.

Marzo 21 de 2.020

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