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Foto del escritorEl Camino del Yak

CAMINO HACIA SANTIAGO. LA PROBLEMÁTICA ENTRE CAIN Y ABEL. VII


Esta narración teatral para explicar el drama humano captado desde hace 5.000 años antes, todavía sigue vivo y representándose en todos los escenarios de esta tierra vergonzosa.

Se cree que hay 80 millones de desplazados, refugiados, marginados, extranjeros por problemas políticos, sociales, económicos y groseros al quitarles las tierras y ponerlo a emigrar a otros lugares, con otros idiomas, con otras culturas, y otras religiones. ¡Qué vergüenza para la misma humanidad!


Como si no cupiéramos en esta tierra larga, ancha, gruesa, amplia donde deberíamos caber todos, pero el egoísmo humano se aprovecha de las tierras de otros y los saca, expulsa, lanza porque estorba a la avaricia del humano y los perjudicados y abusados son casi todos los pobres e ignorantes del mundo, que tienen un pedacito de tierra y ellos se interponen a las agallas de tener mas y ensanchar sus latifundios.


Otros sufren por las guerras políticas, por las descalificaciones en torno a las creencias religiosas, muchos no toleran las variables raciales y pelean por colores. Bastantes son intolerantes con aquellos que separamos porque los caprichos humanos son inhumanos y los declaramos enemigos por cualquier aspecto simple e intolerante.


Caín sigue vivo y acabando con la humanidad, Caín sigue persiguiendo a sus hermanos, Caín todavía mata y desaparece los cuerpos para que no sean motivo de sospecha, ni del cuerpo del delito atosigando. Caín sigue igual de descarado al del Antiguo Testamento: cínico y grosero con su hermano haciendo asesinatos, robos, corrupción y sobre todo sembrando dolor para que huya de su tierra y desocupe el terreno porque pareciera que no tiene derecho a un pedazo de parcela.


Hay unos que creen tener derecho a la tierra, a la finca, a la parcela, al latifundio, a un pedazo donde vivir y disfrutar.


Otros millones son sacados, expulsados, violados, marginados, amenazados, los atropellan matándoles un miembro de la familia para escarmiento.


Otros como en África simplemente queman sus aldeas para obligarlos con los colchones a sus espaldas, a huir por las fronteras y pasar a otros países. Basta leer e investigar en los territorios de Angola, Nigeria, Ruanda, Congo, África Central y Etiopía con Eritrea…..llenos de “deambulantes” sin rumbo, sin idioma y sin explicaciones. Los odios encarnizados entre Hutus y Tutsis casi que hasta el exterminio por toda el África negra.


En otros lugares del mapa, están los Sirios saliendo de su país, huyendo de los tanques y los “juegos de la guerra”, los palestinos en sus barrios y ciudades engarzados con los judíos por convivir en una misma tierra en la que no caben. Irak cada vez mas desocupada, Afganistán y Pakistán cada vez mas vacíos de sus habitantes por guerras de etnias intestinas. Rumanos y Búlgaros huyen bregando a encontrar sitio en Hungría y ésta alambrando su frontera para evitar la invasión de vecinos. Albania que está desocupada porque a cada instante salen de su país rumbo a Italia. Los silenciosos Bolivianos que emigran para la Argentina.


China que aprieta y arrincona a Nepal y el Tíbet. Venezuela y Colombia incendiando la frontera donde habitaban los mismos hermanos desde tiempos de Bolívar. Centro América, rumbo a la frontera con Estados Unidos, para creer que puede alcanzar el sueño americano y pasan el desierto y el rio bravo.


Africanos huyendo y saliendo por el Mediterráneo como para alcanzar cualquier costa Europea para morir y naufragar en el intento. Miles de Chinos y orientales que pasan por América rumbo a la frontera de México con Estados Unidos para cumplir el sueño en dólares que casi siempre es pesadilla.

Cubanos zarpando en cualquier remedo de lancha con tal de cruzar el estrecho y llegar a las costas de la Florida. Como que el mundo juega a ser itinerante y sin rumbo pero con la ilusión de encontrar un rincón en paz, sosiego y sobre todo trabajo para vivir.


Caines” persiguiendo a los “Abeles”. El mundo sigue dividido entre unos que son Abel y otros que posan de Caín para hacer la vida imposible y vergonzosa. El mito de la Biblia de hace años en el que fue escrito, sigue hoy en una lucha fratricida y grosera.


El crimen cometido por Caín aún resuena por toda la Tierra y las palabras de Dios para llamar a la hermandad se acalla con una sin piedad lastimosa: “Y quien es mi hermano?”

Qué pregunta tan descarada y llena de vacío existencial, que suena como un eco doloroso, desgarrador y grosero.


¿NO es hermana la que trabaja en su casa, los conductores de las señoras, los guardaespaldas de sus hijos, el celador de su empresa, el portero del edificio, la cajera del supermercado, el mayordomo de la finca o de la hacienda, quien le cuida el carro a donde lo deje, las personas que le sirven en un restaurante o en el hotel? ¿Y todavía pregunta y “quien es mi hermano”?


¿No clama al cielo el dolor y la ignorancia con la que lo trata y ni siquiera mira con compasión y bondad?


NO es su hermano los que habitan en su familia y los atropella con el silencio, las críticas, las descalificaciones, la grosería y el aislamiento con la que los aleja.


¿No es Abel, quien convive cerca de su vida y o lastima a toda hora exigiéndole alineación según sus parámetros y uniformidad según sus caprichos, perfeccionismos, intolerancias, impaciencias y neurosis personales que proyecta en los demás porque no le gusta su sombra y se asusta con las de los demás?


Es poco lo que ha avanzado la humanidad desde “aquella tarde de viernes vespertino y agresivo”, cuando Caín descargó sus golpes traicioneros en la humanidad de Abel para inaugurar los asesinatos en la Tierra y desde allá, venimos asolando y llenando de muertos y desaparecidos los avisos y titulares de periódicos en todos los idiomas de la humanidad, anunciando la falta de respeto por la vida y el culto al muerto inútil que tenemos.

Cómo no reflexionar sobre “la trata de blancas y personas” que viajan a países extraños para dar escasos placeres a tantos solitarios y vagabundos que pagan por “recreos lisonjeros y caducos”.


Hordas de mineros en ríos y montañas esclavos de unos pesos y riquezas jabonosas que llegan y se van en unos juegos de ruletas donde las gentes amontonadas apuestan al rojo o al negro y les esquilman el dinero en un santiamén.


Inmigrantes que tras propagandas insípidas abandonan su tierra dizque para buscar otras oportunidades y se encuentran escenarios extraños a donde no pueden vivir y si desintegrarse en todos los aspectos.


Caín sigue cometiendo crímenes espantosos y fratricidas sin ningún arrepentimiento y sin sentir ninguna vergüenza. Cementerios, ríos, montañas, arenales y pantanos llenos de muertos sin cruz y sin reconocimiento para que las víctimas no sean rezadas por ningún familiar y padezcan la incertidumbre de no saber nada, de si están vivos o murieron.

A Caín nadie lo juzga porque los jueces tienen las manos manchadas de sangre por todas partes y los ojos encharcados de indolencia para condenar, porque reciben dineros para envolatar los papeles y correr las citas de las audiencias. Además de dejar vencer los términos para que caduquen los juicios.


Cómo no asombrarnos con el África del norte bien pobre, llena de soldados pagos y marines extraños de cualquier país asustando a las gentes, mercenarios alevosos y armados como si sus cuerpos fueran unos tanques de guerra acorazados e intimidantes. Todo esto son caricaturas inverosímiles de “la figura desfigurada” de Caín miedoso pero agresivo, malandro y bastante matón.


Cómo no dedicarle tiempo al Caín, esposo y pareja que azota a su mujer, le pega, la maltrata, la asusta, no la deja ser autónoma, le impide ser ella misma por miedo e inseguridad, por egoísmo y agresividad, por machismo y desfiguración de su figura materna a quien odia y no es capaz de querer.


“Hombres-pulgarcitos” pobres de espíritu, de autoestima, de corazón…llenos de raquitismo infantil con incapacidad de querer-amar-entregarse limpiamente.


Hermanos que pelearon hace tiempos y la reconciliación es sideral como para no volver a hablar ni relacionarse: Caín que mata a Abel con el silencio, la lejanía, la incomunicación, el desprecio, las palabras descalificadoras y las peleas agrandadas por el egoísmo y la terquedad. Por los malos entendidos y la falta de perdón y reconciliación.


Caín que mata a Abel, en las reparticiones de las herencias que ahondan el crimen de forma brutal y de por vida. “Irreconciliación total” como enemigos que no se conocen, ni vuelven a hablar jamás.


En el mundo abundan los Caínes….no se agotan ni en sus agresiones ni en sus comportamientos. Todos los refugiados que se agolpan en las fronteras con tal de entrar en aquel país que creen les irá mucho mejor y conseguirán trabajo. Refugiados que de todos modos son personas que sufren por todo lo que significa el desarraigo de su patria-idioma-cultura-música. Refugiados que en muchos aspectos ganan pero pierden demasiado al desplazarse. Caín sigue sembrando el dolor y la muerte de mil formas y mil maneras muy tristes por toda la Tierra y la vuelve un cadáver bastante mudo y frio.


En cualquier esquina junto a los colegios hay mucho Caín, que expende drogas ilegales a veces gratis, con tal de crear la adicción en muchos para poder lucrarse con dinero maldito. Pandillas que venden y azotan barrios enteros y ciudades completas.


Como olvidar los “caines-pandilleros”, que recorren y se amontonan en las calles y esquinas para violentar, amenazar, extorsionar y cobrar facturas ajenas sembrando dolor en ciudades y campos. Armas de todo tipo y puñales de todos los tamaños, no solo para amenazar sino para causar la muerte en los “abeles indefensos y desprevenidos”. Y qué tal la tristeza de aquellas noticias donde vándalos antediluvianos arrojan ácidos en las caras de los hermanos, sobre todo de mujeres indefensas para depositar toda la maldad de los celos y las venganzas. Y fuera de eso no se castiga ejemplarmente!


Este es un homenaje a los 43 estudiantes de Ayotzinapa México, una ciudad que tenía un centro de educación y tomaron rehenes a estos adolescentes y los desaparecen y nadie sabe nada y hay tres versiones groseras ante la fiscalía y ésta no solo no investiga sino que se contradice.


Hasta dónde ha llegado éste Caín moderno que mata, esconde, desaparece y se queda tan tranquilo mientras cientos de cartelones de sus padres claman la justicia y nadie responde nada porque a lo mejor todo el gobierno es igual de cómplice con el Caín por dentro y se queda tan callado como el de hace miles de años descrito en el Génesis: crimen sin respuesta y con varias versiones.


Tuvieron que haber sido muertos, incinerados, cortados en pedazos y arrojados a algunas aguas de cerca o de lejos, para que el crimen no afecte las conciencias y todo sea olvidado con el paso de los tiempos políticos para México y su gobiernos porque ahí están todos untados e implicados.


Cómo hacen para matar y desaparecer sin que nadie sepa nada en un mundo moderno y cruzado por miles de aparatos de comunicación, y aquí volvieron a silenciarse. ¡Qué vergüenza!


El mito de antes para narrar los crímenes y las tragedias de ayer sigue sembrando el dolor y la violencia en el mundo de hoy. Qué vergüenza que los humanos no cambiemos.

Seguimos igual de desnivelados. Los días y las noches de las 24 horas de la tierra siguen manchadas de sangre hermana desde aquella tarde vespertina de viernes cuando Abel fue atacado por la violencia de Caín tan grosero como siempre.


Como ya era viernes, pasó el sábado y el domingo sin juzgados y el crimen se olvidó…ya ni siquiera se levantó una investigación exhaustiva y no pudieron caer sobre los criminales todo el peso de la ley como dicen todas las frases de cajón. Y qué pena como dicen los abogados: vencieron los términos. Así como el viernes aciago para Colmenares en el caño del parque del Virrey, que era viernes y todavía no abren los juzgados. A lo mejor si los hubieran juzgado tendrían la casa por cárcel porque un crimen no hace peligroso al individuo para la sociedad. Delinquir son otras cositas menores….para estos jueces corrompidos de hoy.



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