La vida se mueve en medio de incertidumbres, no conocemos lo que pueda pasar. La vida es albur, es incierta. Caminar es todo un sentimiento de aventura, de desafiar el mañana que no conocemos.
Por eso CAMINAR, es todo INCIERTO. No sabemos qué pueda ocurrir en la siguiente curva. Y por eso. Porque vivimos en incertidumbre, los nervios nos hacen unas malas jugadas y quizás esas conductas nos hacen peligrosas las relaciones humanas; con diferentes posiciones; unos agresivos, matones, inseguros, otros nerviosos, callados, encerrados, tímidos, humillantes, sobradores, juzgadores y descalificadores.
Las RELACIONES HUMANAS, son un problema serio de la humanidad y la fuente de todos los conflictos, malos entendidos, tensiones.
Durante este avanzar por el Camino de Santiago, le dedicaremos mucha reflexión a nuestras conductas relacionales, que son la fuente de enredos y sinsabores para estar peleando casi todos los días.
Tenemos malas relaciones humanas, nos tratamos mal, no miramos o se nos van los ojos para amenazar, para humillar, para gritar, para imponer, para ejercer de faraón y esclavizar a los demás.
Además, todos los días serán distintos; porque o sabemos nada del camino, unos días avanzamos, otros nos dedicamos a la reflexión, al pensamiento, a la revisión.
Caminar es discontinuo, unos días caminamos y otros nos quedamos quietos. No sabemos nada del camino y eso se debe a la INCERTIDUMBRE de vivir.
Fuera de la incertidumbre, estamos abocados a que no enseñamos la COMPRENSION HUMANA, somos unos atarbanes juzgando y condenando a los otros. Mandándolos al “calabozo” por cualquier causa y efecto que cometan. No tenemos ningún asomo de comprensión, compasión, perdón para nadie; vamos por la vida sin escuchar ni comprender las razones por las que el ser humano sufre en la vida mientras camina.
Como que el grito de vida que lanzan los seres humanos porque sufren mucho, no les damos ninguna prioridad, nos parece que nadie sufre y todos gozan. No estudiamos la CONDICION HUMANA que es frágil, vulnerable y precaria. A todos les duele la vida y sus miserias. Vivir el doloroso. Es necesario conocer al humano en su dolor, en su fragilidad, en su amenaza constante por la enfermedad y la muerte que tanto debilitan.
Todo esto nos conduce a que no vamos a recibir los documentos para caminar de forma regular, disciplinada y con días fijos. Es necesario sufrir la incertidumbre. No se desespere. Pasarán días sin recibir nada. Esté abierto a la sorpresa de recibir, pero con incertidumbre. Dos o tres veces a la semana recibirá algo. Otros días camine repasando documentos del Camino de Santiago de Compostela.
Buen viaje, buen camino.
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