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Foto del escritorEl Camino del Yak

AVANZAR HACIA SANTIAGO DE COMPOSTELA. IV



UN VIAJE DESDE LA HERIDA HASTA LA CICATRIZ:

UN RECORRIDO POR LA VIDA DE IGNACIO DE LOYOLA,

Y LA FUNDACION DE LA COMPAÑÍA DE JESUS

UN 27 DE SEPTIEMBRE.


Era 1.540 y el Papa Paulo 3, dio la firma para que el grupo apostólico conformado por Ignacio de Loyola tuviera vida de forma oficial. Quedaba aprobada la Compañía de Jesús como una nueva orden religiosa al servicio de la iglesia.


En 1.521 (estamos cumpliendo 500 años, del suceso triste pero milagroso para Iñigo) Una bala de cañón le rompió la pierna derecha a la altura de la rodilla destrozándola y dejándolo bastante cojo e impedido en su locomoción.


Tenia 30 años y su vida como militar quedaba truncada. Desde ese insuceso comienza para este militar una nueva forma de vivir al leer unos libros de algunas vidas de santos y comenzar una interiorización de su vida bastante materializada y llena de rutinas baladíes para ir avanzando en las tomas de conciencia para dejar que el espíritu se llene de ESPIRITUALIDAD, gracias a que la herida va cicatrizando. En eso consiste la vida espiritual: tomar la Herida y cicatrizarla de tal manera que entre el perdón y la fuerza interior la persona cambie de actitud.


Ignacio sufrió unas heridas infantiles bastante grotescas: rechazo, abandono y las injusticias. Estos golpes de la vida lo conformaron en su personalidad díscola, llena de superficialidades y sin ninguna emoción por lo espiritual.


Nosotros los seres humanos podemos llegar a sufrir estas 5 heridas infantiles que nos hacen sangrar de manera muy grosera en la vida:


1- Rechazo. De 0 a 2 años.

2- Abandono. En los 5 primeros años.

3- Humillación. De 3 a 6 años.

4- Traición. Hacia los 7 años.

5- Injusticias. Después de los 7.

En la vida de Ignacio tuvo el rechazo en el inicio de la vida. El abandono de su madre que muere y de su padre que vivía desentendido del hogar. Su padre y el hermano mayor vivía lleno de preocupaciones por otra forma de vivir lejos del hogar y con bastante desorden. Hasta que descubre que el mundo esta lleno de injusticias y eso lo conmueve de forma tal, que desea hacer algo por los demás.


Llega mayo de 1.521 y la bombarda en plena guerra contra Francia le rompe la pierna y lo deja bastante herido, frágil y al borde de la muerte por infecciones en su frágil estado de salud. Pero algo misterioso ocurre en junio de ese mismo año y empieza una recuperación importantísima.


Tanto que sale caminando hacia Barcelona, y durante un año largo descubre otra manera de vivir dedicado a la ESPIRITUALIDAD. Hace una confesión seria con un franciscano y se deja guiar por su sabiduría para ir conformando una nueva forma de vivir dedicado a la oración, al ayuno, y a tomar conciencia desde las profundidades de su vanidad por las cosas militares y la vida rastrera y sin sentido.


Comienza un itinerario espiritual: va los lugres santos, regresa a Italia porque descubre que no ha estudiado nada. Entra al colegio para cultivarse y aprender a leer, escribir y expresarse. Estudia artes, filosofía y teología. Junta a 9 compañeros mas y conforma el primer grupo con el que le presenta a pontífice Paulo 3, de forma que apruebe a la COMPAÑÍA DE JESUS.


Todo este camino es para que sus heridas infantiles CICATRICEN, que dejen de sangrar, que pueda superar los traumas de la niñez y poder vivir de manera adulta.


Lo consigue gracias al empuje, a su disciplina, a su entereza, y sobre todo a la generosidad con la que vive con la cual Dios Padre le apoya con cambios sensacionales en su manera de vivir. El apoyo de María es muy definitivo debido a que su devoción es tan seria que la herida lo acoge de manera tan profunda que le permite sanar sus comportamientos con las mujeres que, hasta ese momento, dejaba mucho que desear y sobre todo conseguir una madurez hacia las figuras femeninas que le habían causado una serie de problemas conductuales tan espantosos, que tuvo que vivir lleno de culpas y enredos afectivos. (incluso el abandono de una pareja y la hijita que tuvo). Limpio su pasado oscuro.


Ignacio creció en sus escalones espirituales y murió en 1.556 un julio 31 hacia las 6 de la tarde dejando mas de mil jesuitas trabajando en los colegios, la educación y muchas otras obras misioneras. En 16 años la Compañía se multiplicó de tal manera que ya organizaba una imagen nueva de la iglesia y de las tareas misioneras que debíamos hacer los humanos por la humanidad.


A la luz del esfuerzo Ignaciano, es necesario que, si usted ha tomado conciencia de sus heridas infantiles, se ponga a trabajar de tal manera que supere sus dolores y consiga cicatrizar para que le salga la rabia, el miedo o el dolor que son las tres maneras que todos los humanos estamos heridos y por las cuales sufrimos tantas decepciones durante el camino de la vida porque a esos tres estímulos reaccionamos de forma torcida y grosera.

Los humanos somos de tres clases de dolores: los RABIOSOS, los MIEDOSOS y los DOLORIDOS.


Rabiosos se mantienen de mal genio, groseros y matones, impositivos, llenos de ira, explosivos y tomando determinaciones sin pensar mucho y reaccionando de manera intempestiva.


Miedosos, llenos de dudas, con miedo de decidir, inseguros, timoratos, llenos de actos fallidos, sin grandes realizaciones porque la inseguridad no deja actuar.


Doloridos, quejándose de la vida y sus durezas, enfermos y frágiles, llenos de dolor, todo les duele. Viven anclados en el pasado del que no pueden desprenderse por su baja estima, su vulnerabilidad y su falta de arrojo y determinación.


Que este recorrido por el itinerario de San Ignacio de Loyola que hemos hecho en estos 4 meses nos estimulen para vivir el espíritu de los Jesuitas y nos ayuden a cicatrizar las heridas que el santo vasco tan bien tuvo en su infancia y que lo llevó a cometer decenas de errores y perder tiempo en su crecimiento. Que le hizo perder tiempo de estudio y realización con la realidad de la vida por andar haciéndole atajo al camino de la vida con otras preocupaciones.


Fueron las cicatrices, sanadas las que lo impulsaron a vivir como MISIONERO, lleno de compasión con las gentes y con un profundo sentido de ir por la vida PERDONANDO.

Que estas 4 semanas nos ayuden a crecer, a vivir con mayor índice de espiritualidad y a sanar las heridas que tenemos.


Gracias por haber recibido los documentos en estos meses y por haber hecho el intento de ORAR un rato al día para iluminar las oscuridades, ignorancias y vacíos existenciales que nos inundan.


Dentro de unos 3 meses les propondré hacer el CAMINO DE SANTIAGO, de manera VIRTUAL para crecer como caminantes. Recibirán fichas para ir como caminando la vida de manera mas adulta, seria y comprometida.


Hasta pronto y GRACIAS por acompañar el camino espiritual de Ignacio de Loyola con las fichas o documentos para leer.


Les propongo que vuelva a leer despacio los documentos y repasar los que mas le ayudaron a vivir de manera lúcida.


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