Toda esta búsqueda desenfrenada de la humanidad actual de felicidad, es pasajera, superficial y sin profundidad humanística. Asistimos a miles de vitrinas que nos ofrecen todos los productos y todos los antojos, de forma fulminante. Como mostrando y borrando. Todo aparece y desaparece con la misma velocidad. La realidad brilla en todas las pantallas y basta tocar con los dedos, para que desaparezcan, se borren y nos antojen, pero no nos calmen.
Pero todo se precipita en la inmediatez que no nos deja disfrutar nada porque todo se agota en lo pasajero que no satisface. Todo es una lucha entre los deseos y el ego implacable de creerse el centro del universo, así actuamos; como si tuviéramos todos los derechos.
Tenemos un comportamiento como de apogeo del INDIVIDUALISMO exagerado pero combinado con una EGOLATRIA COLECTIVA, donde todos se muestran, todos opinan, todos desconocen, todos critican, todos destruyen, todos se creen con la verdad, todos lastiman a los demás. Estudiamos poco y reflexionamos menos. Pero hablamos mucho y de todo. Nadie aporta profundidad, pero si caminamos ligeros por el tejado caliente y descalzos. Todos encaminados a construir “una verdad individual”, donde lo colectivo no solo se desconoce, sino que no dice nada.
Estas líneas son como un eco tomado de reflexiones serias de la filosofía social, pensadas por Giles Lipovesky en todo el planteamiento de sus pensamientos en torno al VACIO de la vida actual.
Nos asalta la SEDUCCION, a nivel personal para mostrarnos que el cuerpo de cada uno es fin en sí mismo, está dictaminado por el voyerismo, lo importante es mi salud, mi realización, mi tiempo, mis creencias, mis espacios, mis decisiones. Viajar curiosamente de lado a lado asomándome a mí mismo, sin darle importancia a los demás. Los otros se nos antojan: invisibles, no los vemos; están borrados de la pantalla emocional
Y en otro aspecto, vivo conectado a las redes sociales que me impulsan, de las cuales dependo, y me empujan. Miles de seres humanos caminan enchufados a unos AUDIFONOS, escuchando música a granel, el día entero y por eso no hablan, pero mas aterrador no escuchan. Viven desconectados como de la realidad, en la nube musical.
Viven conectados a su música, a los mensajes, a los criterios, a lo que les llega de INFORMACION o envían FRASES y MUSICA, FOTOS y MENSAJES ROMANTICOS para intentar disuadir a otros y así bregar a entrar en relaciones sociales. Se comunican de mil maneras, pero no hablan, no escuchan, no se interesan por el clima personal de gentes concretas y sus desafíos.
No acompañan las soledades ajenas y el desinterés aumenta de día en día.
Le dedican mas tiempo y afectos, a “mascotas” que los rodean y con los que no tienen vínculos humanos. Porque de muchas formas lo humanístico les estorba y arruinan.
Dedican tiempo a coleccionar aventuras, y no a conmoverse con amigos y cercanos que deberían ir vinculando a mi vida a medida de envejecen. Amistades nuevas.
Las relaciones duran poco, muy poco y se miden por sensaciones, no por compromisos.
Pocos están dispuestos a sacrificarse, a acompañar, a estar ahí cuando los otros necesiten, a ofrecerse a vivir en comunión. No he integrado que los amigos de antes son claves, pero que la vida me ha ido juntando con otros forasteros que han llegado a mi vida de anciano, frágil, vulnerable, enfermo, necesitado y derrotado por la vida. Con las mismas historias de dolor parecidas a las mías. Esos también cuentan, y son fabulosos. A ellos les falta de todo, que el carrete de la vida, puede que tenga un poquito de hilo mas que yo, pero a ambos se nos está acabando y es necesario, no la prepotencia sino la solidaridad y la sencillez.
Solo con aproximaciones serias y humanas, haremos del mundo un lugar solidario, un “Edén de recreo existencial” sin tanta serpiente entre los arbolitos, asustando y sembrando dolor.
Y cuando nos duelan las imposiciones de los otros, cuando no asumamos la ley dictada por la vida a través de amigos, cuando nos hiera el modo de ser del otro, es porque aún no hemos sanado a mamá y papá imponiéndonos la vida con caprichos y esclavitudes.
Es síntoma todavía de ser cerreros, salvajes y egoicos. Nos falta domesticar la fiera interna y volverla mas humilde. Si hay que pedir perdón, lo hacemos, si lo reconocemos es mucho y si ablandamos las posturas, es muy buen síntoma y excelente reacción con la vida familiar-personal-social.
Todo esto es sanar las heridas que la vida nos ha provocado. Y a la vida, al final es crecer con sanidad espiritual y aumentar la bondad. Defenderla con la sencillez, la humildad y la alegría de envejecer con otros.
Si deseamos HUIR, es porque aún nos mueve el egoísmo y el refugio es la soledad y el no compromiso. Esa sensación es muy importante enfrentarla en el rincón del corazón y asumir alguna respuesta humana. No nos encerremos, vivir solo no es sano; enferma mucho y desespera totalmente.
Los humanos y mas en las edades avanzadas, por su dimensión cada vez mas estrecha, encerrada y ególatra, ha ido desembocando en huir de las instituciones, no comulgar con el gobierno, contrario a la educación, agresivo con las figuras parentales a quienes no reconoce autoridad ninguna y todo le parece que está descompuesto. Sospecha de todo sistema como si fuera contrario a los carriles de la vida. Sin Dios, ni ley, lo esperan en la estepa de la existencia donde pueda cabalgar a sus anchas. NO, así no es. Todos estos supuestos, son símbolo de agresividad y que no ha madurado como ser humano y todavía grita sus caprichos, egoísmos y terquedades.
Nadie cree en la enseñanza, en los maestros, en la verdad. Todo se discute y se le da la espalda porque nadie está de acuerdo con nada, ni con nadie. Todos inventan unas ideas peregrinas, sin cordura, sin estadísticas, sin realismo. Ideas “nuevas” para intentar liquidar las “verdades antiguas”, las que tienen vigencia, con tal de cambiar por sensaciones emocionales y disparatadas.
La palabra maestro ha dejado de ser sagrada, se corrompió todo su concepto e imaginería.
Perdió su sabor y hoy es “sospechoso de todo”. Las gentes creen que nadie nació para enseñarme, me basto a mí mismo. Soy mi propio profesor.
Ahí cae la Iglesia y todos su funcionarios, componentes y figuras. Nadie respeta y además son motivo de discusión perenne. E incluso de burlas y chistes.
El mismo evangelio es leído con todas las visiones: anticuadas, equilibradas, modernas y de calidad teológica y cada uno se asoma al balcón donde quiere situarse para creer y sentirse cómodo o lejano de Dios.
No hay tabú, ni mitos, ni verdad, ni apocalipsis, ni lucha de contrarios. Todo se vive desde el AQUÍ y AHORA.
La exaltación de lo individual, todo es vacío y no posee límites. Es una posición dolorosa y niña o adolescente.
La estrategia del VACIO, se muestra en una actitud de NARCISO campante a toda hora: el narciso que viola, mata, arremete contra la mujer, no respeta, violenta y amenaza. Narciso manchado de feminicidios sin ningún estupor. Narcisos sin ley ni orden, narcisos sin principios que van por la vida atropellando las normas.
Narcisos sueltos por la calle inundando de SEDUCCION todas sus conductas para llamar la atención y conquistar sin ningún asomo de pudor. Centros comerciales, fiestas de reunión, vitrinas llenas de tumulto donde lo importante es la Seducción-la conquista y el descreste.
En cada hogar, ya hay “narcisos” desde pequeños y cada uno impone su modelo de forma descarada y cínica. Ávidos de corrupción, de violencia, de intimidación, de maltrato, de frialdad e indiferencia.
Narcisos que ondean la bandera de la flexibilidad, de la rentabilidad por todo, de justo a tiempo porque todo debe ser preciso, la demora cero, los cero-error y la lógica de la URGENCIA.
Todos detrás de generar y vivir en una cultura del BIENESTAR y una vida plena de hedonismo, lúdica y todo ligero, sin ningún peso ni contratiempo. Que todo se puede, hasta ahuyentar la vejez, las enfermedades, los sufrimientos, los dolores, los accidentes y la muerte.
Dicen ellos, que no es sino darle la orden al cerebro: TODO SE PUEDE. Todo se consigue. Basta pensar positivo. La fuerza de la neurolingüística, ¡qué tal!
Hoy tenemos un presupuesto que acaba con todo: es la relación entre el binomio que enseña a quien nadie le cree, no interesa, está desacralizado, es alguien sin importancia e incluso peligroso y el alumno, que no cree en nada ni nadie, que no está dispuesto a escuchar, que se aburre, no posee capacidad de escucha concentrada y oye algunas cosas y rellena con otros lo que cree haber oído, que poco presta atención, debido a su encierro y egoísmo, que no dimensiona nada y posee un miedo terrible a que “de pronto lo convenzan”.
Muchos adultos, les choca el evangelio auténtico porque traza modelos de vida, anima a cambiar la espiritualidad, conduce a hacer unos planes de vida personal y colectiva, a cambiar conductas, a mejorar la calidad de vida. El evangelio es invitación a SEGUIR a Jesús y avanzar en el CAMINO.
Pero mucho reaccionan con un freno psicológico interno-cerebral que inmediatamente pronuncia el NO. Es la fuerza de la REACTANCIA, un tsunami cerebral-emocional que no deja cambiar nada, y aboga por las cosas nimias, las leyes externas, las memorias pasadas, reencauchar lo pasajero para darle fuerza de cambio, cuando no apunta a nada serio sino a molestar las nuevas conductas, izando las banderas del pasado. Esto en las religiosidades llenas de culpa, fanatismo, terquedad son eslabones que quieren traer el pasado con la creencia que es mejor. Querer cambiar los rituales por las leyes, quitar la vida por la norma. Volver a poner uniformes porque así nos vemos armónicos. (misas de multitud con obispos uniformados, con manchas moradas, como si así valiera mas y llenara expectativas religiosas).
Esta cultura de los mass-media, ha hecho que miles de artistas vayan por los escenarios de la vida cantando, haciendo música, toreando, ganándose millones con eventos, tures, haciendo mímica y festivales, manifestaciones, shows, conciertos, presentaciones, creando una aureola de vida fácil, de dinero fácil, de cero emociones comprometidas y de vida light. Cada uno aspira a sensaciones simples y ganar dinero sin esfuerzos. (la cultura del prepago y la holgazanería).
Vivimos negando la tradición, la historia, el pasado, nuestros ancestros, la dinámica hereditaria donde crecimos y nos formamos para cambiarla por un tirabuzón de novedades en todos los aspectos sin ningún respeto y aventurándonos a creer en lo moderno como si fuera absoluto. Todo lo moderno vale y es seguro.
Ahí no hay evangelio que valga, ni historia de salvación que nos oriente sino un cúmulo de ideas, frases, slogans, mensajes de todo tipo que alimentan las sensaciones pasajeras y los mecanismos sensoriales sin compromiso ni profundidad. Todo apuntando a lo personal, a o individual y a desterrar a los otros de nuestras vidas y tareas. Seguimos con un cúmulo de oraciones y distractores de la eucaristía, porque como sospechamos que las gentes no solo se aburren, sino que no entienden, hemos caído en la torpeza de agrandar-alargar la eucaristía para volverla voluminosa en vez de sustanciosa. Celebramos un ritual frio y sin sustancia de reflexión.
La jerarquía creyó que bastaba poner a las gentes a colaborar en lo accidental (rezos, floreros, cantos, oraciones, lecturas, repartir comunión y dar limosna-ofrenda, contestar AMEN). Qué pena eso que es poco sustantivo aporta poco y las gentes se fueron, los chicos no creen y los hombres se aburrieron de una predicación sin ánimo y sin verdad, sin sustancia y dinámicas de tareas para ejercer en la vida. Pero sobre todo enredos de teología tridentina y alborotada por los padres de la Iglesia de los primeros 7 siglos que enredaron las explicaciones y los credos de manera espantosa. Nos trasladaron las peleas racionales con griegos, y pelagianos, con romanos y gnósticos porque el afán de ellos en su verticalidad era convencer a todos que Jesús era hombre y era Dios al mismo tiempo, y tuvieron tiempo para explicar lo de un solo Dios, repartido, pero sin dividir en tres personas. Elucubraciones difíciles de probar. Que no ayudan a creer y si a desparecer. Que aclaran poco y enredan mucho.
La actitud ante Dios Padre Creador no se reconoce, somos como dueños de la vida y nadie tiene porqué meterse. Yo hago con la vida lo que me parezca. Nos hemos ido convirtiendo en seres indómitos y despiadados. Con Dios no hay reconocimiento, ligazón, dependencia. Dios queda lejos y no soy interlocutor en ningún aspecto. EL, allá y yo, aquí. Sin mucha relación.
El enredo entre religioso y espiritual nos complicó la vida. No tenemos atisbos de TRASCENDENCIA, que nos permitan enlazar con Dios Creador unas dimensiones para crecer como personas.
Yo no tengo que rezar para salvarme, sino creer para realizarme como Persona Bondadosa. El objetivo de la fe, en cualquier dimensión es para calibrar mi carácter, mejorar mi estructura indómita, acabar de formarme en la vida sana, hacer que me realice, poder elaborar mis cualidades a la luz de la fe, para que pueda brillar e iluminar a los otros que me rodean. Amasar mi ego en formas adultas. Cada uno es ser de luz y debo generar paz y confianza. La fe, es una forma de enlazar todas las dimensiones integrales para crecer de forma humana. El evangelio es una manera de orientar mi camino de vida, con otros.
Pero son muchos los que desean rehabilitar el pasado, lleno de rúbricas, signos, posiciones anticuadas, “milimetrismos caducos” y llenos de leyes externas como si fuera lo importante. En vez de preocuparnos porque los rituales sean para crear vida, ánimo, cercanía, afectos, emociones, solidaridades, preocupaciones y sobre todo alegrarnos porque los que creemos, crecemos y nos juntamos como hizo los efectos del Resucitado recién muerto Jesús, en los primeros creyentes. Porque lo que hizo el Resucitado fue no apariciones, sino invitaciones a juntarse, a preocuparse por otros, a alimentar, a ser pan para los hambrientos y desprotegidos, a salir de sí mismos y predicar con la vida de la Confianza. A dejar su geografía e ir poblando otros sectores para transmitir el Mensaje del Evangelio como Buena Noticia, (no leyes, ni normas, sino VIDA-emociones de fe.) Unos grupos frescos y sin gendarmes que regañen, controlen y maltraten. Que respeten la amistad y las relaciones humanas-femeninas sin rivalidades.
Enero 14 de 2.019
En el Edén (hacienda el Paraíso y Santa Helena).
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